Medios de producción
Los fondos de inversión, al acecho de la tierra en Castilla y León
La última estadística del precio de los suelos agrarios señala un encarecimiento del secano del 5,5% en la Comunidad en un año / Las Opas lo atribuyen a la especulación de «sectores externos»

Zanahorias listas para su recogida asoman en el suelo de una explotación agraria. PHX / CCO
La tierra es el primer medio de producción de la agricultura, pero cada vez es más difícil acceder a él en condiciones que aseguren la rentabilidad de los cultivos. Gran parte de la culpa, según las Organizaciones Profesionales Agrarias (Opas) la tienen los fondos de inversión, grandes corporaciones que a menudo tienen su sede en otros continentes y a los que con frecuencia no importa si la tierra está produciendo o permanece ociosa como un mero valor inmobiliario con el que especular.
El precio medio de la tierra de uso agrario en Castilla y León se incrementó un 4,8% en 2023, según los últimos datos disponibles, publicados el pasado 27 de diciembre por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa). Así, la hectárea agrícola se paga de media a 4.925 euros. Si atendemos al aprovechamiento, la tierra mayoritaria en la Comunidad, tierras arables de secano, el precio creció un 5,5%, (frente al 4,7% nacional), mientras que la hectárea de regadío subió un 4% (5% en España), según los datos del mencionado informe analizados por los servicios técnicos de AsajaCastilla y León.
Las tierras ocupadas por viñedo de secano aumentaron su precio un 6,1% (mientras la media nacional alcanzó solo un 4,2%), «siendo el tipo de tierra más cotizada y el que presenta mayores oscilaciones entre provincias», señala la Opa. Sin embargo, el precio medio de las ocupadas por viñedo de regadío disminuyó en la Comunidad, un -4,2%, mientras en España se incrementó de media un 0,3%.

Mundo Agrario
Incertidumbre y más protestas en el nuevo año agrario de Castilla y León
Santiago G. del Campo
Por otro lado, la hectárea de prados también se incrementó un 3,7% respecto al año anterior, 2022, siendo únicamente superior el crecimiento registrado en la Comunidad de Asturias (4,9%). El precio medio de la tierra de pastizal también subió un 4,1% en Castilla yLeón, siendo el mayor incremento de toda España (que registra una media del 2,3%).
Respecto a los precios de alquiler de la tierra, en Castilla y León el incremento medio del canon de arrendamiento de la tierra a precios corrientes en el 2022, último año con datos, es de 5,7 %, «manteniéndose la tendencia ascendente de los últimos 9 años, situándose en 148 euros por hectárea», añaden los servicios técnicos de Asaja.
El canon que más sube es el de las tierras de tipo ‘viñedo’, con un 13,7%. Le sigue en importancia el canon de las tierras ‘Herbáceos de regadío’, que incrementan su canon de arrendamiento en un 6,1%. El canon de arrendamiento de las tierras de ‘herbáceos secano-barbecho’ aumenta el 5,8%. En cuanto a los prados y praderas de secano, el porcentaje se incrementó un 5,2%; en otras superficies de pastos de secano es del 3,4%.

Mundo Agrario
El Plan Especial de la Sequía recibe 200 propuestas en consulta pública
Santiago G. del Campo
El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, asegura que uno de los problemas para explicar este encarecimiento es que «existe más demanda de tierras que oferta». Por otro lado, las explotaciones tienden a ser más grandes, porque la de Castilla y León es una agricultura «muy profesionalizada» y aunque los productores son menos, «tienen la maquinaria y el buen hacer para labrar la superficie de uso agrícola de la región». Otro problema que añade presión sobre la demanda de suelo es «la desordenada y masiva implantación de macroparques fotovoltaicos», apuntó Dujo.
El coordinador de Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), Jesús Manuel González Palacín, lamenta también el encarecimiento del suelo: «Es uno de los grandísimos problemas que tienen los jóvenes para incorporarse a la actividad agraria. El acceso a la tierra en renta, en compra, es imposible para un joven» apunta. «Y eso es culpa de que la tierra sigue siendo un valor refugio de otros sectores».
«Hay gente que no es agricultora, pero que está comprando tierra para invertir. Fundamentalmente son los fondos de inversión los que compran grandes cantidades de tierra. Y lo explotan invirtiendo generalmente en frutos de cáscara», explica Palacín. «En Castilla y León todavía se nota menos, pero en zonas de regadío, de Andalucía, de Extremadura, están invirtiendo mucho. Aquí empiezan también, y ya suponen una amenaza seria. Acaban con el agricultor autónomo y lo sustituyen por trabajo asalariado».

Castilla y León
Las Opas piden el equivalente a tres embalses de Riaño más para el nuevo Plan del Duero
Santiago G. del Campo
Por ello, desde UCCL proponen «definir el modelo que defendemos en Castilla y León, que es la agricultura familiar, las explotaciones medianas, dimensionadas, pero no excesivamente grandes», subraya Palacín. «El tope de ayudas por la PAC, eso ayuda a que estas empresas no sigan acaparando tierra, evidentemente. Y luego está el tema fiscal. Si desde el punto de vista fiscal tienen que pagar más impuestos o tienen menos ventajas que otros que somos agricultores, que solo vivimos ello y que estamos en el territorio, ahí también se puede hacer. Debería ser un paquete de medidas que protegiese la agricultura familiar».
Incentivos
Se trata de un «auténtico problema» para los jóvenes que quieren acceder al campo. Por eso, UCCL ve con buenos ojos la creación de bancos de tierras, como herramienta, aunque admite que «nutrir esos bancos de tierras a veces no es fácil». Por ello «había que dar incentivos a la gente que se jubila para que otra explotación joven pudiera incorporarse».
«Es incomprensible la dinámica que estamos viendo en los últimos años con el precio de la tierra» señala, por su parte, el secretario general de Coag Castilla y León, Lorenzo Rivera. «En regadío lo entendemos porque tienes garantías de producción. Tendrá después unos precios aceptables o no lo que produzcas. Pero es que en secano llevamos años, en general en todo el país, con una sequía terrible. En los últimos 6 o 7 años hemos tenido tres sequías fuertes. El cambio climático no perdona. No vemos viable la rentabilidad del secano de cara al futuro».
«Estamos hablando de precios disparados, desde 12.000 a 15.000 euros la hectárea a lo mínimo a 15.000 y 25.000 en regadíos donde está garantizada el agua. Hablo sobre todo en las comarcas de León y en zonas donde los sistemas de riesgo están garantizados», añade el responsable autonómico de Coag. «Es como el que anda bien de dinero y se compra un Ferrari en vez de un coche normal. Algunas veces no obedece a la rentabilidad cierta de la explotación».
Pero el problema recurrente, asegura Rivera, son los fondos de inversión: «Es la especulación que están haciendo los grandes fondos con compras no solo para parques fotovoltaicos, sino también para grandes fincas donde tienen garantizada el agua y para plantar, sobre todo, cultivos leñosos. Ya sea viñedos, frutales de cuña o de cáscara, de todo este tipo».
Almendros, pistachos, olivos en setos... «Todo esto ha crecido de manera exponencial en los últimos seis años. Hace poco sacamos un estudio que refleja que hay más de 100.000 millones de euros invertidos en toda España en compra de tierras solamente en nuestro país de los grandes fondos de inversión. Fondos de inversión que también están comprando en Castilla y León», añade Rivera.
El responsable autonómico de Coag explica que cada vez hay más grandes fincas de pistachos, de almendros, de olivos... Por otro lado, el suelo de Castilla y León es atractivo para esos fondos de inversión porque «comparado con Valencia, comparado con Murcia, con las zonas de producción de hortalizas y de frutas, estamos de lo más barato que hay en el suelo», subraya.
Rentabilidad
Sin embargo, «en el futuro la rentabilidad va a poner las cosas en su sitio», opina Lorenzo Rivera. «Yo creo que, con el paso del tiempo, los fondos no comprarán estas tierras que son de secano y que no tienen posibilidad de regadío, porque bien en el acuífero no hay agua o no te permiten, en la Confederación Hidrográfica del Duero, hacer una nueva prospección porque está cerrado el acuífero. Esto son habas contadas», lamenta.
Un efecto notable de la incursión de los fondos de inversión no solo en Castilla y León, sino en Aragón y Castilla-La Mancha, es el crecimiento «exponencial» de la superficie destinada a todos los frutos de cáscara. Avellana, pistacho... «El almendro, que al cuarto o quinto año ya puedes sacar producción, con el seto, o el olivo, con unas producciones terribles, a lo mejor a 12, 15.000 kilos la hectárea, imagínate, comparado eso con los olivos tradicionales de Jaén, de Córdoba, de toda Andalucía, pues yo creo que en un futuro, como se sigan poniendo a este ritmo, el aceite de oliva bajará de precio, y será como el viñedo en espaldera, será costosísimo cogerlo a mano».
En conclusión, el responsable autonómico de Coag propone «hacer algún tipo de legislación que parase los fondos de inversión contra los que no podemos, bajo ningún concepto, económicamente luchar», apunta Rivera. «Son miles de millones de euros que vienen del otro lado del mundo, de cualquier parte, que no saben ni dónde están los olivos, ni los almendros, ni los pistachos, pero que compran al precio que sea».
Y es que los que habían invertido en olivos, en seto y en regadío hace años, «calculaban una rentabilidad del 10%, pero con la sequía y con los problemas que hubo los dos años anteriores y cómo se disparó el precio del aceite de oliva, en vez del 10 han sacado un 20% de rentabilidad. ¿Dónde te dan aquí un 20% de rentabilidad? Por eso cada vez son más y cada vez están entrando en más sectores, en la hortícola, también en la fruta y ya directamente con contratos cerrados con la distribución». Por eso, «o legislamos o perdemos la soberanía alimentaria, porque los fondos de inversión, en cuanto no vean rentabilidad, ahí lo dejan», advierte.
Por otro lado el secretario general de UPA en Castilla y León, Aurelio González, segura que en el incremento de los precios de la tierra «influye mucho el desembarco externo de capitales inversores». A nivel nacional, señala, «hay una fuerte demanda de empresas por buscar terrenos de regadío, grandes fincas sobre todo, y eso, claro, eleva el precio de las tierras». Sin embargo, «el tema de los arrendamientos nos parece más difícil de explicar. Si tenemos en cuenta los bajos rendimientos que hay ahora mismo en los cultivos herbáceos en el secano, no tiene mucha explicación, aunque desde luego sí en los regadíos».
Aurelio González ve también «una fuerte expansión de cultivos intensivos, hortícolas, y también arbustivos. Eso incrementa el precio en general. Si hay buenos precios de la renta de las tierras en regadíos, pues también suben para arriba». Eso sí, «en el secano no tiene explicación ninguna, porque ahora mismo la situación es complicada».
Fotovoltaicas
Una de las explicaciones, aunque no exclusiva, del repunte de precios del secano puede estar en la proliferación de parques fotovoltaicos: «Puede tirar para arriba los precios, precisamente esa especulación que hay con el tema de los huertos solares. También influye otra cosa, que venimos diciendo desde la organización, y es que habría que revisar las obligaciones que se pide a los jóvenes que se quiere instalar en la agricultura. Necesita un montón de hectáreas para justificar el expediente, y lo que se hace es subir los precios de la renta para conseguir hectáreas para cubrir ese expediente. Eso va también en perjuicio de todo sector».
«Habría que cambiar ese protocolo, habría que buscar la fórmula de justificar el dimensionamiento, algo que no distorsione la realidad de los mercados arrendatarios», propone el responsable de Upa en Castilla y León. «El caso es que el acceso a la tierra de los jóvenes está cada vez peor».
«Los precios deberían regirse en base al mercado, a la rentabilidad de las explotaciones, y ahora estaríamos en un periodo distinto. Es un contrasentido que todo eso haga que suban los precios del alquiler y del terreno, cuando la situación de mercado no se correspondería con ello», remarca.
En cuanto a qué se puede hacer, aparte de cambiar los requisitos de instalación a los jóvenes, «se puede regular la instalación de plantas fotovoltaicas. Por lo menos hemos conseguido que en Castilla y León, ya se aprobó hace tiempo gracias a un trabajo que hicimos las organizaciones agrarias, tanto en la consejería como en el Consejo Económico y Social (CES), conseguimos que el regadío se quedara fuera de esta especulación de las placas solares. Pero claro, en los secanos ahí están», explica González.
«Nosotros seguimos trabajando para intentar que las placas solares tampoco se puedan instalar en los terrenos de secano fértiles y que están utilizando ahora mismo los agricultores y ganaderos. Habría que limitarlo, porque necesitamos toda la tierra necesaria para el cultivo», apunta. «A la vuelta de unos años, vamos a necesitar producir bastante más de lo que estamos produciendo ahora de alimentos para alimentar a la población, y el terreno no se estira», concluye Aurelio González.