Sanidad, obligada a retirar 1 millón de mascarillas defectuosas que se utilizaban desde hace un mes
Casado señala que las mascarillas chinas ‘Subolun’ estaban «totalmente homologadas», pero el Ministerio certifica que no son válidas, mientras los sanitarios exigen respuestas: «Llevamos cuatro semanas usando mascarillas defectuosas»
«A principios de abril» . Esa es la fecha en la que Consejería de Sanidad, según reconoce la propia Verónica Casado, compraba en China, al proveedor Shanghai Huanbiao del fabricante Anhui Subolun, las mascarillas de KN95 de la marca ‘Subolun’ «homologadas con el código GB2626-2006, validado por la UE con el N-249/2001» , puntualiza la consejera. Pero el Ministerio de Trabajo señala que no son válidas para su uso ya que no protegen contra el coronavirus. Lo que obliga a la Consejería de Sanidad a retirar de la circulación más de un millón de las mascarillas ‘Subolun’, 20.000 del modelo KN95 y el resto hasta el 1.080.0000 de mascarillas de los otros tres modelos de la marca, después de llevar prácticamente un mes siendo utilizadas al menos por profesionales sanitarios de Valladolid, Palencia, Ávila y Segovia.
En su comparecencia telemática para explicar la evolución de pandemia del Covid-19, la consejera de Sanidad indicaba que se había pedido un informe sobre la fiabilidad de las máscaras de protección al Centro Nacional de Medidas de Protección del Ministerio de Trabajo el pasado el 29 de abril, es decir más de 20 días después de su compra. Un desfase que, en palabras de Casado, viene motivado por el tiempo para recepcionar las mascarillas, detectar que algo no funciona correctamente y a que es desde el 24 de abril cuando el Ministerio habilita la posibilidad de la verificación.
Sanidad recibe la certificación de que no son aptas este jueves pasado y al día siguiente, el viernes, emite la alerta para la inmovilización y retirada de esas mascarillas. Hasta ese momento, ya se habían distribuido a todas las gerencias, «aunque no se ha utilizado en todas ellas y, por precaución, se han retirado 1.080.000 unidades de mascarillas de la misma marca, pero de otro modelo, para lo que se ha pedido un nuevo análisis de verificación», aclara Verónica Casado, quien insiste en señalar que una de las prioridades de la Consejería ha sido desde el inicio de la pandemia la protección de los profesionales y que éstos tengan seguridad en relación al material que se pone a su disposición. Además, recuerda que este mismo problema les había sucedido también al Ministerio de Sanidad y a otras comunidades.
Lo que rechaza es que haya habido «negligencia» en la compra de material defectuoso, tanto el que se encuentra almacenado en el Clínico de Valladolid como con estas mascarillas. «Las compras que se realizan tienen certificado de homologación y si no hubiéramos sido diligentes, no habríamos hecho esta comprobación», manifiesta la máxima responsable de la Sanidad, quien acto seguido asevera: «Esto no es un escándalo, es un problema que hemos identificado y hemos solucionado».
Quienes no están tan tranquilos son los profesionales sanitarios que llevan prácticamente un mes utilizando unas mascarillas que ahora saben no les estaban protegiendo contra el coronavirus. «Llevamos cuatro semanas utilizando mascarillas defectuosas», destaca el secretario autonómico de Sanidad de UGT, Miguel Holguín, quien también es médico de Urgencias del Clínico de Valladolid. «Yo mismo la he llevado hasta ayer –por el viernes– a las doce de la mañana», puntualiza.
Holguín, como ya hiciera cuando este periódico desvelaba el material defectuoso almacenado en el Clínico, exige responsabilidad «de quien compra sin saber lo que compra, del que vende sabiendo lo que vende y de quien distribuye el material sin comprobarlo», detalla el responsable de Sanidad de UGT, a la vez que reclama que se realicen test a todos los que hayan utilizado estas mascarillas.
De la misma opinión son los profesionales de Segovia, consultados por este periódico, donde se consignaron 27.000 mascarillas de las que se distribuyeron 8.000. «Esperemos que no haya muchos problemas por el uso de estas mascarillas que no protegen adecuadamente», señalan algunos facultativos El personal de los centros de salud insiste en que en este momento de la crisis no todos los enfermos tratados son coronavirus. «Tratamos también un número elevado de patologías respiratorias no provocadas por Covid-19, con lo que vamos a pensar que el uso de la partida de mascarillas inadecuadas no equivale al daño que proporcionalmente podrían causar si todos los enfermos fueran coronavirus o se fueran tratados sin otras protecciones».
Desde el sindicato de enfermería Satse se deja claro que las mascarillas, ahora retiradas, se usaron desde abril en el hospital, centros de salud de la provincia segoviana y en los centros dependientes de Servicios Sociales y la Diputación provincial, dato que confirma la gerencia de Atención Sanitaria de Segovia.
CSIF lamenta que no es la primera vez que se producen retiradas de mascarillas, que ya han sido utilizadas por los profesionales. «Volvemos, una vez más, a dejar desprotegidos a nuestros profesionales, con unos materiales que no cumplen para la función que se han diseñado», indica el sindicato en un comunicado en el que afirma:
«Cuando parece que la llegada de los equipos de protección son una realidad, que se puede trabajar con un mínimo de seguridad, los profesionales que están dando lo mejor de ellos, que no han dado ni un paso atrás en esta crisis, se ven otra vez, indefensos».
A este respecto, la consejera de Sanidad aclara que los servicios de prevención de cada centro son los encargados de hacer el seguimiento del personal que les haya podido utilizar y serán ellos los que adopten todas las medidas para la protección de los profesionales. «Cualquier profesional que considere que ha utilizado una de esas mascarillas es muy importante que se lo comunique al servicio de riesgos laborales de su centro», finaliza.
El Ministerio rechaza también el modelo ‘Moloven’
Dos marcas diferentes, mismo resultado: «No cumple». El escándalo, que no es tal sino «un problema que hemos identificado y hemos solucionado –puntualiza la consejera de Sanidad–», de las mascarillas defectuosas que llevan un mes utilizándo los profesionales sanitarios no se circunscribe sólo a la marca ‘Subolun’ y a su modelo KN95. El Ministerio de Trabajo rechaza otro modelo más de macarillas del que la consejera no hablaba en su comparecencia de ayer, el ‘Moloven Butterfly Type’, según consta y puede verse en el documento de arriba, en el informe del Centro Nacional de Medios de Protección, dependiente del Ministerio de Trabajo. En definitiva, dos marcas diferentes de mascarillas compradas por la Consejería de Sanidad, un mismo resultado: «No cumple».
EL MUNDO LO DESVELÓ EL 29 DE ABRIL. La llegada de material defectuoso a Castilla y León, comprado por la Consejería, la desveló EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN el pasado 29 de abril en la informacion en la que se detallaba el almacenamiento y revisón en el Clínico de Valladolid de cajas con equipos de protección inservibles.