Diario de Castilla y León

Ranas para frenar la despoblación

La apuesta de Grenoucerie por la acuicultura sostenible coloca a Carbellino de Sayago, en Zamora, con apenas 200 habitantes en la capital europea de cría de estos anfibios. Un producto con una gran fuente proteica, que se cultiva en esta localidad donde en 2023 prevén haber incrementado su producción hasta el millón de ranas.

Paula Echenique, cofundadora de la empresa en Carbellino de Sayago en Zamora. E.M.

Paula Echenique, cofundadora de la empresa en Carbellino de Sayago en Zamora. E.M.

Publicado por
Daniel M. Arranz

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En Carbellino de Sayago el número de ranas multiplica por mucho el número de habitantes, no llega a 200, gracias al empeño de Paula Echenique y su marido, el zamorano Fabián Simón. Y a corto plazo, en 2023, esa ecuación provocará que haya 5.000 anfibios por cada habitante, en el mayor criadero de Europa. 

Grenoucerie nació como una hermosa casualidad, el matrimonio entre Paula y Fabián y su traslado a la Zamora más profunda. Un TFG antiguo de él hizo el resto: «Era una posibilidad de autoempleo, comencé a probar la viabilidad y sostenibilidad, y ahora ni imaginamos la envergadura que ha tomado el negocio como los caminos que se van habiendo en el proyecto en sí».

Oportunidades de negocio que pasan por tener listo en unos dos años el mayor centro de batracios del viejo continente con la cifra redonda de un millón de ranas comestibles. Un espacio de acuicultura sostenible en dos fases: «Estamos completando la ejecución de la obra mayor y a su vez, pendientes de algunos hitos de proceso e integración tecnológica», indica Paula, que ha contado con el impulso de Iberaval como socio. Una obra que no es ajena a los «encarecimientos de la logística internacional».

Un proyecto modesto que creció de la nada y que cuenta con «un gran equipo de trabajo y profesionales», inmersos es potenciar la acuicultura continental no solo desde el punto de vista de la sostenibilidad «económico, sino también ambiental y social». En la actualidad son siete personas si bien indirectamente se encuentran ligadas más de 30 personas. El objetivo de Grenoucerie, cuando tengan el centro a pleno rendimiento es «triplicar el volumen de estos equipos. Entendemos que lo interesante es poder ir generando tejidos económicos que dinamicen el entorno directa e indirectamente».

Para ello su deseo es «poder fomentar y estimular granjas de integración como una receta atractiva para el asentamiento de familias: una vuelta al ámbito rural realista, sin precisar grandes fincas ni inversiones imposibles. Ya tenemos lista de interesados, pero aún estamos en etapa demostrativa de nuestra primera granja piloto con robotización e inteligencia artificial», expone Paula. En sus instalaciones cerradas, existe actualmente «una recirculación de agua para evitar tanto el impacto en el entorno como sufrir sus efectos», señala Paula, cumpliendo con toda la normativa de producción, sanidad y bienestar animal sino también generar un plus, implementando hace cinco años estrategias del Pacto Verde que se exigen últimamente en muchos sectores.

Su producto, ancas de rana, les convierte en referentes en el mercado en España, «posicionando la marca Zamora como garantía de calidad», indica. Además, encaja en distintos tipos de cocina como «la francesa, asiática, y en muchas zonas del país es un ingrediente tradicional arraigado», señala Echenique. ¿Hay demanda? «La realidad es que la demanda de productos de rana a nivel mundial es superior a la oferta y existen pocas fuentes sostenibles», especialmente en Francia que «tiene las ancas de rana dentro de los 10 platos mas emblemáticos de su cocina», también en Norteamérica y está creciendo en China provocando un incremento «de precios y de ese modo a una pesca insostenible».

El producto destaca por «la sutileza en su textura y sabor» que a juicio de Paula es un «mix entre pulpo y cocochas de bacalao, casi terciopelo en tu paladar». Es una carne blanca, que presenta un alto tenor de proteínas y sales minerales con una escasa proporción de grasas y de aportes calóricos. El índice de colesterol también es bajo. Pone como ejemplo que en 100 gramos de carne encontramos un 12% aproximado de proteína con cerca de 0,5 gramos de grasas y menos de 75Kcal: «Es una carne con un excelente valor biológico, muchas veces desconocido, siendo una gran fuente proteica». Por eso lo destaca como «Sana Sana, Ancas de rana».

La innovación suple en muchas ocasiones la falta de financiación, palabras huecas pero desde la empresa lamentan que no exista en Zamora un «sistema de fiscalidad diferencial como existe ya en la zona celtibérica de Soria, Teruel y Cuenca». 

A falta de compromisos externos,  están «promoviendo un nuevo proyecto europeo sobre sostenibilidad en agua dulce y constatando que en todo el continente hay dificultades similares. Alineamos nuestros objetivos a desarrollar una acuicultura es mucho más sostenible en huella hídrica y de carbono que otras ganaderías».

Un sector en auge: «En el mundo crece entre un cinco y un quince por ciento», y de interés «en Europa con posibilidades de integrar sistemas multiespecies», y generar «esas oportunidades en un mercado de nicho». En Brasil, con más tradición, «todavía tiene dificultades para despegar y están prestando atención a nuestros desarrollos», subraya mientras da una receta clave, con las ancas de rana como ingrediente: «La base es investigar e innovar con mucha imaginación, que crean en ti, y tener crédito… también».

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