Diario de Castilla y León

EDITORIAL

La última burla del Ministerio de Transportes hacia Castilla y León

Raquel Sánchez, ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. ICAL

Raquel Sánchez, ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. ICAL

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LA DESCONSIDERADA ministra Raquel Sánchez, titular de Transportes y Movilidad, que ha sometido las infraestructuras de Castilla y León a una paralización y un empantanamiento durante su trayecto en el ejecutivo, desde que sustituyó al fulminado José Luis Ábalos, ha querido despedirse de su periplo con una verdadera burla hacia Valladolid y León. En la tarde de ayer, al filo de las cinco, cuando la campaña electoral afrontaba sus últimas horas, anunciaron a través de una nota de prensa apresurada que había recuperado el impacto ambiental del trazado de la Autovía Valladolid-León entre Villanubla y Medina de Rioseco, que el propio ministerio, en tiempos de Ábalos, dejó caducar para tener una excusa con la que paralizar el proyecto y no seguir con la autovía, de la que no han hecho ni un sólo kilómetro en cinco años pese a las falsas promesas.

Todo es un bulo y una burla. Pero además en este caso, una burla burda hacia los vallisoletanos y hacia los leoneses. Cinco años no sin hacer nada, sino deshaciendo, porque el impacto ambiental tenía diez años de vigencia, para con las elecciones al cuello y las encuestas augurando su final político, tuvo la ministra Raquel Sánchez el grosero atrevimiento de anunciar como un logro la recuperación de un permiso ambiental que ella misma dejó caducar. Es un claro ejemplo de que hay políticos que toman por verdaderos imbéciles a los ciudadanos en general y a los votantes en particular. Esta ministra en concreto lleva haciéndolo con desdén y desidia todo su mandato hacia Castilla y León, de cuyas obras no se ha preocupado para nada y lo único que se ha culminado son pequeños tramos de la Autovía del Duero que llevaban 14 años en obras, iniciadas en la era Zapatero. Incluso se ha atrevido a alardear de ellas, ella que sólo se ha preocupado de las infraestructuras de Cataluña para tener aplacados a sus socios independentistas, que pese a todo han pedido su cabeza.

Es una vergüenza incluso para el propio Partido Socialista de Castilla y León, que aunque calla por disciplina orgánica en el ámbito privado despotrica contra una ministra a la que no soportan ni sus compañeros. Una ministra preocupada por Cataluña expresamente. Otro de sus legados es el tramo de la A-11 en Valladolid entre Olivares y Tudela del Duero, que lleva cuatro años en obras casi, que debió acabar el ejercicio pasado, y el propio ministerio oculta la fecha de su finalización, pero que según desvelan los presupuestos del Estado tiene un horizonte cercano a 2026. Más infamia hacia Castilla y León es imposible. Y más torpeza posible también es improbable.

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