Cortes CyL: Hay que ponerse a trabajar
LO DE LAS Cortes de Castilla y León no es un instrumento para todo el día BMW pa’arriba y BMW pa’abajo gastando combustible, y menos ahora que van a quitar la bonificación de 20 céntimos, sostiene Juan Nadie. Tampoco es un escenario para lo figurativo y el autobombo personal a través de francachelas rematadas en gintonics sufragadas por la Fundación que lleva el nombre de la comunidad, sostiene Juan Nadie. Es algo más las Cortes que un pretexto para hacerse un book con todas la juras de bandera y eventos eclesiásticos que jalonan el calendario leonés, sostiene Juan Nadie. No son las Cortes el escenario de congresillos para darse lustre a sí mismo a los que no asisten ni los ponentes, sostiene Juan Nadie. No son las Cortes de Castilla y León un mausoleo donde alicatar de buenas soldadas a inútiles y haraganes subvencionados que no aciertan ni con el botón que tienen que apretar los pocos días que acuden al puesto de trabajo, sostiene Juan Nadie. Pero las Cortes de Castilla y León, no debiendo de ser ni un chiringuito ni una chirigota, son una deriva del bochorno en el que se está convirtiendo la política de un tiempo a esta parte. Y todo este sainete empezó con Luis Fuentes, el plácido. Y sigue con el plácido Carlos Pollán por la senda del esperpento. Por cierto, que debería aclarar dónde se cobijó durante las dos horas que suspendió el pleno en medio de una votación, vulnerando indudablemente el reglamento de las Cortes. El error no sólo radica en dejar colgadas a sus señorías. El error es no haber estado con los miembros de la Mesa de las Cortes, que es el órgano soberano y legítimo para tomar decisiones. ¿Dónde estuvo oculto el presidente de las Cortes, letrado mayor en ristre? Hay que ponerse a trabajar, no basta con estar sólo a la paguita de cien mil euritos al año.