La inversión aumenta un 8% hasta los 1.382M€ y los intereses de deuda un 38%

La presentación ayer de los Presupuestos Generales de la Comunidad para el año 2024 incluyó también el desglose de las inversiones reales para el ejercicio en curso. Así, dentro de este concepto se alcanzan los 1.382 millones de euros, lo que supone un 8,08% más que en el año 2023, cuando fueron 1.013 millones. Además, el desglose señala que 1.091 millones corresponden a inversiones reales de la Administración, mientras que los 291 restantes responden a aquellas del sector público empresarial.

Frente a este aumento, las cuentas reflejan otro mucho más marcado, aunque en este caso tiene que ver con la deuda. Concretamente, la Junta de Castilla y León destinará 342,98 millones de euros en 2024 a pagar intereses de deuda. Los gastos financieros, en su mayoría el pago de intereses de deuda, sellan un crecimiento del 38,29%. Las operaciones financieras supondrán 1.568,85 millones de euros, con un avance del 17,17%. En concreto, los activos financieros sumarán 84,72 millones, un 14,03% más; y los pasivos, 1.484,13, con una subida del 17,27%.

El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, explicó que ese aumento responde a que Castilla y León tiene que afrontar «más amortizaciones de deuda», que situó en el diez por ciento del total este ejercicio, con un importe total de 1.441, un 17,89% más. 

Aseveró que los intereses están influidos por «el impacto que se deriva de los tipos de interés» más elevados, aunque consideró la cifra «moderada», si se tiene en cuenta que los presupuestos ascienden a 14.562,49 millones de euros.

Carriedo recordó que el déficit, deuda nueva, sólo supone el 0,1% del PIB, es decir, 70,7 millones de euros.

El titular de Economía y Hacienda apeló a tener «especial vigilancia» y «procurar el control del gasto» para evitar aquellos que «resulten menos imprescindibles». Agregó que cuentan con fondos limitados y «se gastan de la mejor manera posible» concentrando «esfuerzos» allí donde es «más necesario».

Recordó, según informa Ical, que durante la pandemia el déficit fue mayor de los previsto pero defendió que la deuda de la Comunidad ha estado «muy contenida». Así, sentenció que este año continuará con una «gestión responsable» del endeudamiento manteniéndolo por debajo del 20,5% del PIB de la Comunidad, dos puntos porcentuales por debajo de la media de las comunidades autónomas, lo que permite «liberar recursos para cubrir las necesidades de los ciudadanos».

Asimismo, las cuentas aprobadas ayer por el Consejo de Gobierno se enmarcan en un escenario macroeconómico que prevé un crecimiento del PIB de Castilla y León del 1,7%, lo que supone una desaceleración en comparación al 2,3%  con el que se estima que se cerró 2023. La Comunidad crecerá por debajo de la media de España, cuyo PIB avanzará un dos por ciento, según las previsiones del Gobierno.

El proyecto, que se remite hoy a las Cortes para su tramitación parlamentaria, calcula un aumento del empleo del 1,1%, frente al 0,2% del año anterior. En este sentido, la tasa de paro se situará este año en el 9,2%, cuatro décimas por debajo del dato de 2023, y muy por debajo del 10,9% previsto para España.

El escenario financiero del presupuesto para 2024 respeta la tasa de referencia del déficit público establecido por el Gobierno de España para las Comunidades autónomas que se ha fijado en el 0,1% del PIB de la Comunidad, 70,7 millones, en cifras absolutas.

Fernández Carriedo destacó que este escenario macroeconómico ha sido avalado por la AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) considerándolo como «realista y prudente».

Impuestos directos

Las grandes cifras de Castilla y León para 2024 se sustentan en una estimación de crecimiento de los ingresos corrientes del 9,44%, con 11.798,28 millones de euros. En este sentido, cabe destacar que las transferencias corrientes se elevarán un 17,7%; con 4.410,73 millones; y los impuestos directos, un 11,92%, con 3.210,68. 

Además, las tasas y precios públicos supondrán aportarán 233,94 millones, un 2,57% más; y los ingresos patrimoniales se dispararán un 66,77%, con 42,02 millones. Por el contrario, el Ejecutivo entiende que los impuestos indirectos mermarán un 0,29%, con 3.900,92 millones de euros.

El proyecto de presupuestos contempla ingresos por operaciones de capital por 1.131,81 millones de euros, un 23,85% menos que en 2023. En concreto, las transferencias de capital supondrán ingresos por 1.053,24 millones, con una merma del 21,93%; mientras que la enajenación de inversiones reales, aportará 78,57 millones, un 42,75% más.

En su conjunto, las operaciones no financieras ascenderán a 12.930,1 millones de euros, un 5,41% más que en 2023.

En cuanto a las financieras, ascenderán a 1.632,4 millones de euros, con una subida del 5,81%. Los pasivos financieros alcanzarán los 1.632,4 millones, un 5,81% más que en 2023; y los activos, los 62,04 millones, un 18,48% por encima del dato del año pasado.