Diario de Castilla y León

Borja Suárez | Presidente de la Diputación de Burgos

«Nunca ha estado en un mejor momento la Comunidad que en un proyecto político con Mañueco»

Tras años de labor como portavoz popular preside hoy la Diputación con mayoría absoluta. Fue elegido presidente del PP de Burgos con el 98% de los votos y es muy cercano a Mañueco

Borja Suárez, presidente de la Diputación de Burgos. -TOMÁS ALONSO

Borja Suárez, presidente de la Diputación de Burgos. -TOMÁS ALONSO

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Ricardo G. Ureta

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Su condición de presidente de la Diputación y su experiencia como concejal brindan a este mirandés una visión general de la provincia muy útil para su labor como líder del PP en Burgos. Al igual que Alfonso Fernández Mañueco alcanzó la presidencia del partido tras muchos años de trabajo interno en las calderas de la formación en la que se afilió desde muy joven. 

Pregunta. Su caso es de los pocos en la Comunidad en los que tras las elecciones locales el Partido Popular gobierna en solitario después de 4 años con un socio de gobierno. Entiendo que es una ventaja para usted como presidente.

Respuesta. Es una ventaja de principio muy clara porque, sobre todo, ha recogido a través de la confianza un proyecto del Partido Popular en toda la provincia con una mayoría absoluta en el Partido Popular, pero también ha sido después de un gobierno en coalición que ha dejado muchas lecciones, por lo menos a nosotros como Partido Popular, lo que es un gobierno en coalición, lo que supone también integrar políticas en las que quizás no estés tan de acuerdo, pero también puedes darte cuenta de que son buenas y que es interesante entrar también en gobiernos de coalición siempre que los gobiernos de coalición son leales, en este caso el que tuvo la Diputación Provincial con Ciudadanos fue un gobierno leal, un gobierno de equipo y ha funcionado.

P. Decía Cristina Ayala, alcaldesa de Burgos, en estas mismas páginas que algo deben tener los pactos entre PP y Vox que funcionan porque se están replicando en otras administraciones autonómicas y locales, ¿cómo lo ve usted? 

R. Igual. Había cierto miedo, cierto temor más impostado, más provocado por la izquierda sobre un pacto con Vox y el de Burgos, que ya tenía un precedente que era el de Castilla y León, pues está funcionando y está funcionando además con mucha normalidad, con mucha sensatez y yo creo que es un pacto de largo alcance que va a tener y va a dar estabilidad a este mandato. 

P.  ¿Y cómo valora el liderazgo de Alfonso Fernández Mañueco, con tanto presidente del Partido Popular en Castilla y León, en ese pacto autonómico con Vox? 

R. Es un acuerdo en el que cada uno ha marcado más el territorio, que no es un proyecto tan coral como parece que es el del Ayuntamiento de Burgos, pero en todo caso está funcionando sin estridencia, si bien es cierto que al principio, fundamentalmente por Vox, pues tuvo todo el foco ahí y también hubo una serie de desencuentros, yo creo que ahora está funcionando con cierta normalidad y eso es bueno.

P. El 28-M ha dejado una pérdida de poder local por parte del Partido Socialista. ¿Cómo lo valora? 

R. Venían de recuperar mucho poder local en las anteriores elecciones, en un momento en el que el populismo todavía estaba muy vivo a través de los partidos de izquierdas y donde el Partido Socialista recogió todo ese malestar en una situación compleja también. Ha durado poco, sabíamos que esto podía pasar, quizás no con tanta virulencia de cara a lo que ha ganado el Partido Popular con respecto al Partido Socialista, pero el Partido Socialista sigue siendo una potencia política en la provincia de Burgos, en la propia comunidad, a la que hay que tener muy en cuenta y en este caso también que arrastra el proyecto de Pedro Sánchez, que eso también yo creo que en esta comunidad y en esta provincia resta mucho, porque es un proyecto que deja muy al margen los intereses de la provincia de Burgos con respecto a los de otros territorios como Cataluña o el País Vasco.

P. Precisamente en estos días se vuelven a reproducir las críticas por un lado y defensas cerradas por otro de esa situación que está teniendo el Gobierno en funciones para repetir mediante un pacto con los partidos catalanes que está levantando mucha polvareda. ¿Cómo lo vive no solo como presidente de la Diputación sino como presidente del Partido Popular de Burgos? 

R. Con mucha preocupación, porque esto vuelve a ser un mercadillo donde siempre sale perdiendo las provincias de interior y las comunidades como Castilla y León, que son, por otro lado, las más leales al proyecto nacional, al proyecto constitucional, y lo vemos una vez más como un chantaje, un chantaje en el que siempre ganan los mismos y en el que siempre pierden los mismos y con los mismos actores. Por lo tanto, a partir de esta, lo que le pedimos es responsabilidad, lo que pedimos es lealtad a todos los territorios y lo que le pedimos es que cumpla con los compromisos con esta comunidad autónoma y con esta provincia, que hasta ahora no ha hecho. 

P. El presidente Mañueco ha levantado la voz más de lo que suele ser habitual en esta cuestión. ¿Realmente escuece en Castilla y León? 

R. Escuece y mucho. Yo creo que lo que está haciendo el presidente, como siempre, hace de forma serena, pero también de forma contundente, es defender los intereses de la región que representa y de todos los castellanos y leoneses, y lo está haciendo bien, y por eso el presidente Mañueco pues está muy consolidado en la comunidad y defendiendo lo que tiene que defender, porque bueno, al margen de cualquier otra cosa, lo que hay es un desequilibrio en la financiación autonómica absoluto, y en este caso, además, en forma de chantaje permanente por parte de los territorios que pueden dar la gobernabilidad en una futura investidura al Partido Socialista, y eso es evidente y tan claro y tan perjudicial para nuestros intereses, que el presidente lo tiene que poner en evidencia. 

P. Es bueno, supongo, para Castilla y León, que la voz de Alfonso Fernández Mañueco llegue a los oídos de Alberto Núñez Feijóo y que pueda tener cierto peso en la toma de decisiones

R. Hay detalles importantes, en una junta directiva nacional, que fue justo la que hubo después de las elecciones municipales, hablaron todos los presidentes autonómicos, que son muchos los que tienen el Partido Popular, pues después de hablar Ayuso, después de hablar Moreno Bonilla, habló Mañueco, creo que eso marca la jerarquía de poder, de influencia de los territorios, en un proyecto que es el del Partido Popular, que es un proyecto nacional, y es muy sintomático. Hablaron todos, pero el orden para nosotros es importante y ver como ante Alberto Núñez Feijóo era la primera comunidad después de Comunidad de Madrid y después de la Andaluza.

P. ¿Cree que está cambiando la forma de relacionarse en los partidos políticos hacia el enfrentamiento, que haga imposible el consenso en prácticamente nada? 

R. Es la marca Pedro Sánchez, es la marca de dividir, de hacer posicionamientos antagónicos, de marcar la diferencia y de evitar el consenso y todos sus derivados y todas sus marcas blancas y todos sus hijos, quienes están muy bien representados con Tudanca o con Puente, no son lo mismo. Que discutan entre ellos es normal, porque lo han hecho siempre, pero no deja de ser lo mismo Tudanca que Puente, Puente que Tudanca y en cualquiera de las ecuaciones el resultado es malo para Castilla y León, por lo tanto, bueno, de lo suyo gastan. 

P. ¿Usted qué hubiera hecho en el caso de Óscar Puente en el tren?

R. Los que ya tenemos años en el Partido Popular, hemos visto circunstancias muy duras, ya no solo al principio con el tema de terrorismo, sino luego fundamentalmente cuando nacen los populismos, cuando nacen poderos. Ahí en la calle era difícil caminar en Miranda de Ebro, en Burgos, sin recibir un insulto, sin que te increpen, sin que haya cuatro idiotas provocando. En este caso parece que fue lo mismo, que fue una provocación y en este caso lo que hizo Óscar Puente fue entrar a la provocación. ¿Con qué necesidad? Ninguna. ¿Buscando el qué? Pues posiblemente protagonismo. Pero en todo caso son actitudes que si en su día criticamos porque no las considerábamos democráticas, esa presión que ejercen o que ejercen algunos en la calle tratando de amedrentar, tratando de intimidar, pues también la tenemos que denunciar si en este caso es el representante de otro partido político como Óscar Puente.

P. ¿Qué impacto cree que ha podido tener en Castilla León Pedro Sánchez?. 

R. Pues un impacto absolutamente negativo. Lo vemos. Burgos, los últimos presupuestos generales del Estado para la provincia de Burgos en materia de inversión fue el más bajo de la secuencia histórica de presupuestos. Eso es Pedro Sánchez en Burgos. Vemos que los cuarteles de la Guardia Civil están sin efectivos en la provincia de Burgos. Vemos que los tramos de infraestructuras que faltan por hacer llevan varados cinco años. Vemos que no se va a recuperar el tren directo entre Aranda y Madrid, o Burgos, Aranda y Madrid. Vemos en definitiva que hay un proyecto en el que Burgos no pinta nada. Y eso es el proyecto de Pedro Sánchez para esta comunidad y para esta provincia. Por lo tanto, a no ser que cambien las tornas, a no ser que empecemos a ver otro tipo de detalle de proyectos y de financiación, no podremos decir otra cosa que Pedro Sánchez es un desastre para Burgos. 

P. No es tan diferente de ese argumento del que emplea el Partido Socialista para referirse a la Junta de Castilla y León sobre Burgos y sobre otros territorios.

R. Ya, por eso en las últimas elecciones nos sacaba el Partido Socialista 6.000 votos y ahora son 21.000 los que saca el Partido Popular al Partido Socialista. No, la visión de los partidos políticos siempre está condicionada a lo que, en este caso Partido Socialista, a lo que les dice su superior, que es Pedro Sánchez. 

P. Estas circunstancias que mencionaba están en la base del resurgimiento de los partidos localistas y  entiendo también que el Partido Popular ha tenido también alguna responsabilidad sobre todo en territorios como Soria o Ávila donde el Partido Popular no ha podido mantenerse unido. 

R. Dos reflexiones. Una con respecto a la formación o a la aparición de nuevas formaciones de corte localista, es un movimiento que ya lo llevamos viendo hace tiempo. Cuando surgen los populismos, esa transformación del populismo parece que ha caído en Ciudadanos, Podemos y se está transformando más dentro de una corriente de izquierdas, por lo menos en la provincia de Burgos, porque todos los partidos tienen un cierto vínculo con la izquierda y ante una necesidad de dejarse ver, de tratar de hacer ver a sus vecinos que los grandes partidos no aportan soluciones a problemas que por otro lado son muy complejas y que un partido localista tampoco va a hacer. Si a eso se le suma, y esa es la segunda reflexión, que en algún momento el Partido Popular ha tenido fricciones internas, divisiones internas que han alimentado a estas formaciones localistas y que han dividido el voto, pues vemos ejemplos como el de Soria o como el de Ávila. Por lo tanto, la culpa sí, tanto la tiene la coyuntura del momento donde aparecen formaciones nuevas. Aunque luego, una vez que se ponen a gobernar, no aportan nada al desarrollo de un pueblo o de una provincia. Si a eso se le suma la división que puede tener un partido político hegemónico como el Partido Popular en ese momento, pues coadyuvan a pase lo que pase. 

P. ¿Tiene que ser una prioridad para el Partido Popular de Castilla y León recomponer aquellas provincias? 

R. Sí, pero es una prioridad difícil, cuando te acercas al centro buscando el espectro de centro izquierda, el espectro de derechas se te aleja, cuando te acercas al de derechas es al revés, ¿no? Y estos son vasos comunicantes. Lo que está claro es que el Partido Popular, el centro derecha y la derecha tienen que ir unidos. Esos son los modelos que hay que poner en la mesa y no todo lo demás que es lo que pone Pedro Sánchez, ¿no? Que pone la crispación, pone el ruido, hace de la verdad mentira y de la mentira verdad y dice ahora que la amnistía es un acto de generosidad cuando es el mayor acto de egoísmo que puede darse cuando una persona o un candidato entiende que amnistiando y poniendo en tela de juicio todo un poder como el Poder Judicial se beneficia particularmente para mantener el gobierno, ¿no? Bueno, pues de un acto de egoísmo nos hacen ver o pretenden hacernos ver que es un acto de generosidad. Bueno, contra todo esto, hay que luchar también.

P. Es el mismo Partido Socialista que hace unos años estaba al lado del Partido Popular en la aprobación en el Senado y posterior aplicación del artículo 155. ¿A qué obedece el cambio? 

R. Cambia porque no hay ningún tipo de dignidad a la hora de afrontar el pasado de cada uno, pero el pasado reciente, no el pasado, bueno, no es el Partido Socialista hace 40 años, no, no, el Partido Socialista hace tres años y desdecirse 180 grados de una posición con respecto a otra en tan poco tiempo pues es lo que tenemos. Esto es Pedro Sánchez y no nos engaña a nadie. Lo que pasa es que sí que es cierto que tiene una maquinaria mediática fundamentalmente que hace que la gente dude y que la gente realmente esté consumiendo ese programa y de hecho las elecciones ahí lo dicen, han ganado claramente el Partido Popular y parece que ha sido Feijóo quien las ha perdido y que las ha ganado Pedro Sánchez.

P. Cuatro votos le hicieron falta a Feijóo para obtener la mayoría.  ¿Cree que es posible un pacto con Vox para, en determinadas provincias, no duplicar las siglas del centro-derecha para capitalizar los votos de la derecha?

R. Sí. Si juntamos los votos de PP y de Vox, el resultado habría sido un resultado más histórico que el más histórico que tuvo el Partido Popular cuando había bipartidismo en representación. Depende de Vox. Esto no depende de la formación más grande. Depende siempre de la más pequeña hasta dónde quiere sobrevivir. Ya lo hemos visto antes. Ese es un empeño en el que el votante de Vox tiene que entender que ya, volviendo a la formación del Partido Popular ya ha sometido a suficiente castigo a lo que en su día le llevó a cambiar de voto, a otra formación. 

P. ¿Qué deberes políticos le pondría Alfonso Fernández Mañueco para lo que resta de mandato?

R. Desde el interés ciudadano yo creo que tiene que hacer fuerza para que la financiación autonómica, que conlleva también la financiación local, esté dentro de un marco de estabilidad, dentro de un marco de solidaridad y dentro de un marco donde se compense a los territorios en virtud al territorio y no a la población. Eso es algo fundamental para Castilla y León y es algo fundamental para Burgos. Con eso se puede anticipar un proyecto para los próximos 20 años en materia sanitaria en todos los pueblos, en materia educativa, en materia de infraestructuras. Sin eso estamos siempre al albur de chantajes como el que se está produciendo. Esa es la clave que yo creo que tiene Alfonso Fernández Mañueco con la cabeza y por la que tiene que pelear, no solo con territorios adversarios ideológicamente, sino también con los que piensan como tú. Esto no es un mercado donde cada uno coge... No, aquí lo que hay que hacer es un proyecto de país sobre la financiación autonómica que garantice a un ciudadano, viva donde viva, una serie de derechos. Y a nivel político, nunca ha estado en un mejor momento  la comunidad autónoma que en un proyecto político con Alfonso Fernández Mañueco. De jerarquía, de un líder sólido, de un líder en el que creemos, de un líder en el que nos apoyamos y que él nos apoya. 

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