Diario de Castilla y León

CHD desembalsa Riaño para alimentar la producción eléctrica de Ricobayo

El embalse leonés, el más grande de riego de Castilla y León, es el que sorprendentemente más merma su capacidad, con 120 hectómetros menos que hace un año, mientras el zamorano lo incrementa de forma notable

Imagen de archivo del embalse de Riaño (León). ICAL

Imagen de archivo del embalse de Riaño (León). ICAL

Publicado por
Santiago G. del Campo
Valladolid

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El pantano de Riaño , el más grande de los dedicados al riego de la cuenca del Duero, baja de nivel a un ritmo cada vez más acelerado. Pierde dos hectómetros cúbicos (hm3) por jornada en los últimos días. El volumen de desembalse se ha incrementado considerablemente desde la fecha de inicio de la campaña de riego, el pasado 1 de abril, y ha pasado de los 3 o 4 metros cúbicos por segundo (m3/s) registrados desde el uno de enero a finales de marzo –para mantener el denominado ‘caudal ecológico'–, a los 24 m3/s de la última semana.

Riaño, en la provincia de León , es el pantano que más tira hacia abajo de la media estadística cuando se habla del nivel de los pantanos de la cuenca del Duero. Los embalses de la cuenca se encontraban el pasado viernes al 72,6% de su capacidad, 9,4 puntos por debajo del año anterior en la misma fecha y 13,7 por debajo de la media de los últimos 10 años. Y es que en los siete días anteriores el embalse había perdido 11,8 hm3, que junto a los 7,4 vertidos por otros dos embalses del sistema Esla y Órbigo suman 19,2 hectómetros en negativo para toda la cuenca. Solo el de Riaño se encuentra 120,5 hm3 por debajo de la cota del año anterior.

Mientras los embalses para riego se vacían en el curso alto del sistema, el pantano que lo cierra pocos kilómetros antes de la desembocadura del Esla en el Duero se llena casi en la misma proporción, sin que haya caído una gota de agua. Se trata del embalse de Ricobayo, en Zamora, el segundo más grande de la Comunidad dedicado a la generación eléctrica, con una capacidad de 1.145 hm3 y gestionado por Iberdrola. A 4 de mayo, último dato disponible, acumulaba 742,4 hm3, lo que supone 302,4 hm3 más que en la misma semana del año anterior.

La progresión se ve en un ejemplo concreto: mientras en un periodo de diez días, del 24 de abril al 4 de mayo, los embalse del sistema Esla y Órbigo perdían 25,49 hm3, el de Ricobayo ganaba 20,44 hm3. Según la ‘cuenta de la vieja’, solo 5 hm3 de todos los desembalsados habrían ido, de forma efectiva, al riego de los cultivos agrícolas.

Encabeza la tabla de ese sistema de embalses, en capacidad (641 hm3) el de Riaño, en el curso alto del Esla, que perdió en el periodo mencionado 16,05 hm3. hasta quedarse con 480,75 el pasado jueves. Le sigue el del Porma , río que desemboca en el Esla, (con una capacidad de 317 hm3), que perdió 4,62 hm3 hasta quedarse con 234,67, y el de Barrios de Luna, en el Órbigo, también afluente del Esla (308 hm3), que perdió 4,82 hasta registrar 266,2. El cuarto embalse del sistema Esla-Órbigo, el pequeño Villameca , de solo 20 hm3, no varió su volumen en el periodo estudiado.

Hay más factores a tener en cuenta antes de hacer caso a lo que diga la ‘cuenta de la vieja’. Factores como la evaporación del agua en los pantanos y el curso de los ríos por las elevadas temperaturas , el agua que pueda estar recibiendo aún Riaño por el deshielo o el incremento de la necesidad de riegos por la ausencia de lluvias unida al calor, tiran hacia arriba o hacia abajo de la cuenta final.

Preguntado el organismo gestor de la cuenca, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) por el asunto, responde a este periódico: «Actualmente las reservas en el embalse de Riaño se sitúan en los 482,9 hm3 (a fecha de 3 de mayo), lo que supone un 75,3% de su capacidad. Es un valor muy inferior al del año pasado (93,5%) y también al de la media de los últimos diez años (89,7%)». La CHD continúa su argumento asegurando que esta situación está motivada, en primer lugar, porque aunque las precipitaciones durante los meses de otoño e invierno permitieron una recuperación de los niveles de reserva importante, «la escasez de precipitaciones y la ausencia de nieve durante el final del invierno y la primavera han provocado que las aportaciones al embalse se reduzcan drásticamente durante los últimos meses». 

Otra de las causas está en «las anomalías de temperatura positivas desmesuradas que se han sufrido durante el mes de abril», que « han provocado que sea obligado iniciar el desembalse (en este embalse y en los demás de la cuenca) a principios del mes de abril para atender los riegos necesarios, cuando lo habitual es que en el embalse de Riaño el volumen comience a descender a mediados de mayo. Por tanto, se ha iniciado el descenso en las reservas con un mes y medio de adelanto con respecto a lo habitual».

Respecto a la ganancia de nivel del pantano de Ricobayo, «no existe ninguna relación entre la gestión de un embalse y del otro, por lo qu e tampoco existe ninguna relación entre la situación actual del uno y del otro », concluyen desde la CHD.

Y es que este efecto de ‘ganancia de músculo’ por parte del pantano de generación eléctrica da origen a muchas susceptibilidades. En años pasados, en medio de repuntes del precio de la luz, el vaciado de Ricobayo levantó ampollas, y la sospecha del desvío de agua de riego para la creación de energía estaba a flor de piel en los agricultores y ganaderos. Por su parte, los empresarios turísticos de la zona aún guardan el triste recuerdo del año 2021, cuando en medio de una sequía Iberdrola desembalsó a mansalva hasta bajar el nivel del pantano de casi un 60% al 11%.

No es el caso de esta campaña. Los agentes del campo se muestran más confiados con la gestión de los pantanos. «Se está desembalsando muchísima agua por las necesidades climáticas que tenemos. Llevamos casi dos meses que no ha llovido nada, con elevadas temperaturas», dice el presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo . «En condiciones normales los embalses pierden poco en abril, e incluso en años lluviosos mejoran su capacidad, pero este año no. El agua se va a gastar muy deprisa ».

«Yo estaría por asegurar que los embalses destinados al abastecimiento y al riego, los que gestiona la Confederación, se están gestionando bien. Se están celebrando juntas de desembalse con frecuencia, se está apretando al máximo posible para que no se desperdicie ni una sola gota de agua. La situación es tan crítica que en este momento no se puede desaprovechar una gota de agua », añade el responsable de la Organización Profesional Agraria (Opa).

Dujo señala que a veces, a la entrada o salida de invierno, «sí ha ocurrido que se ha desembalsado para generar energía, y luego no se han llenado los embalses, pero ahora, en el momento que vivimos, que todo el mundo está mirando con lupa, los regantes son conscientes en las juntas de desembalse del agua que hay, el agua que se queda... Se está comprobando día a día. Es un bien más escaso que nunca ».

De parecida opinión es el coordinador de la Alianza UPA-Coag, Lorenzo Rivera : «La campaña de riego ha empezado este año antes, llevamos regando todo abril», subraya. «Ayer estuvimos reunidos con la presidenta de la Confederación y el comisario de aguas, y nos dicen que hay una evaporación terrible en los embalses». Por otro lado, «puede ser que hayan tenido que soltar para algún caudal ecológico. El que haya más agua en Ricobayo se puede deber a que no hayan turbinado, ahora se está generando con renovables. Ya turbinarán en junio, julio y agosto. El agua almacenada, para ellos, es dinero. No les hace falta tirar de agua embalsada », subraya.

El coordinador de Unión de Campesinos de Castilla  y León (UCCL), Jesús Manuel González Palacín , advierte, sin embargo, de que en ocasiones los pantanos de la Confederación desembalsan más agua de lo que deberían: «Es difícil saber con seguridad cuánto agua utilizan. Lo que sí que vemos es que en invierno , sin necesidad, están soltando agua en los embalses , lo que no tiene ningún sentido si no es para generación eléctrica más abajo del curso del río».

Así lo explica Palacín, ya que « en invierno sueltan más agua de lo que necesita el caudal ecológico ». Sin embargo, la utilización de mucha agua en estas fechas es habitual: «A finales de marzo principios de abril empieza la campaña de riego y es normal que se desembalse, aunque igual tanto, no», concluye.

Quien se muestra más seguro de la buena gestión de las aguas de riego es el presidente de la Asociación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Duero (Ferduero), Ángel González Quintanilla . «En este momento no hay ningún problema con los desembalses, porque se están haciendo ya para riego, con relación a las peticiones de riego que hay por parte de las comunidades», explica en respuesta a este periódico. «Eso, y el caudal ecológico que está prescrito».

«De momento, se están cumpliendo todas las cosas perfectamente, y hacemos un seguimiento bastante bueno, y hasta ahora no hay ningún tipo de problema », remarca. «No es sospechoso de nada, porque en un año normal en este tiempo no estaríamos regando, pero en este momento, con la sequía que hay, la gente siembra maíz y lo tiene que regar para que nazca. Se está gastando agua para riego. Depende de las necesidades que tenga, cada comunidad se hace un programa, los metros cúbicos por segundo que se tiene que desembalsar», concluye.

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