Diario de Castilla y León

Que no se rompa la noche... en Salamanca

Salamanca tiene vida de día y también de noche. Estudiantes de todas las latitudes llegan atraídos por esa leyenda de diversión que también marca la diferencia, aquellos martes y jueves universitarios ya no son lo que eran. La ciudad se está adaptando a los cambios y especialmente la hostelería que sufre las consecuencias

Jóvenes en un local de ocio nocturno de Salamanca. ENRIQUE CARRASCAL.

Jóvenes en un local de ocio nocturno de Salamanca. ENRIQUE CARRASCAL.

Publicado por
ALBERTO PÉREZ | SALAMANCA
Valladolid

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En una ciudad sin industria, que vive de la Universidad y el turismo, la hostelería es un elemento clave que vertebra esa realidad. No en vano, el número de bares por habitante en Salamanca se encuentra en el segundo lugar del ranking nacional según el INE (4,22 por cada 1.000 habitantes). Calidad de vida y vida asequible para el consumidor, pero el hostelero ha visto cómo la pandemia ha cambiado el paradigma. Las atestadas noches de fiesta en la ciudad se han moderado mientras los gastos se incrementan. El negocio para el empresario nocturno se resiente y las causas son diversas.

Pedro San Ricardo es el propietario de uno de los locales de referencia, ‘Music Factory’ , situado en la Plaza de Monterrey. Lleva trabajando en la noche. «El ocio nocturno está pasando por un estado de inestabilidad y constante cambio. Desde hace unos años los hábitos de comportamiento han cambiado y con la pandemia se han acentuado. Llevamos unos años de bajada considerable en la cuenta de resultados . Además del cambio de hábitos, la subida de los suministros (alcohol, refrescos) imposibilita que se puedan repercutir en el precio al cliente y por tanto el beneficio empresarial es mucho más bajo», asegura. 

Amalio Herrero Villanueva es propietario de dos lugares muy queridos por los salmantinos, el ‘ Berlín ’ y ‘ La Posada de las Ánimas ’ y ha sido testigo del cambio: «El descenso del volumen de negocio no es una percepción, sino una realidad. Locales que han cerrado y no han vuelto a abrir, locales míticos (de ocio nocturno) que se han trasformado en restaurantes son buenos ejemplos de esta caída».

En una línea similar se muestra el presidente de la Asociación de Hostelería, Jorge Moro , quien indica que «el cambio de tendencia desde la pandemia se decide por un fenómeno llamado tardeo y eso hace que mucha de la facturación del ocio nocturno sea por la tarde y primeras horas de la noche». La Universidad, con buen criterio, se pone firme con el sistema de clases y exámenes, según indica. « Antes, los estudiantes salían más y cuando comenzaban exámenes se quedaban un mes estudiando día y noche », puntualiza Jorge Moro.

De esas causas, estas consecuencias y las posteriores soluciones, que al fin y al cabo es lo más importante en este momento. «Intento ofrecer una amplia oferta cultural e ir adaptándome a los cambios. Del mismo modo estoy asociado a la Asociación de Empresarios de Hostelería de Salamanca que desarrolla proyectos que fomentan la calidad y el desarrollo de actividades», explica Pedro.

Sobre el papel de las administraciones y lo que pueden o deben hacer, hay una opinión bastante unánime:  «Con dejarnos trabajar sería suficiente. Deberían de tener en cuenta nuestra opinión y que somos parte muy activa del tejido empresarial de la ciudad, creando puestos de trabajo. Una ciudad turística como es Salamanca, sin ocio nocturno es otra cosa . Yo tengo un amigo que sacó una canción que habla de Salamanca que en una estrofa dice ‘ven a Salamanca en tren, ven a Salamanca en coche, que te va a gustar de día, pero mucho más de noche’».

«Por otra parte –continúa–, todas las administraciones deberían coordinarse con las asociaciones empresariales sectoriales para consensuar líneas de actuación a medio y largo plazo». Y es que para este hostelero, debe potenciarse la cercanía con Madrid. «Teniendo en cuenta nuestra cercanía con Madrid, apenas una hora y media, sería interesante una mayor inversión en la oferta turística de esta ciudad, que atraiga tanto a visitantes nacionales como a extranjeros. Y por último, en lo referente al sector de la hostelería, debemos seguir mejorando cada vez más la calidad de los eventos, fiestas y actividades de ocio, para que resulten atractivas y entretenidas para todas las edades. Hay algunas medidas que desde la administración local se podrían tomar. Entre otras, en el ámbito de licencias, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Salamanca presentan diferencias importantes, afectando a nuestra facturación de manera negativa. La Junta concede licencias de café cantante, bar especial y/o karaoke, mientras que el Ayuntamiento sólo dispone de las licencias B (de bar de copas), por lo que se podría estudiar equiparar las licencias de ambas administraciones. En el ámbito de las sanciones, se debería buscar una mejor sintonía entre nuestro sector y la Policía Local, evitando los desencuentros del pasado y fomentando una mayor colaboración ».

En cuanto a la normativa, señala que  también existen diferencias entre administraciones, «que nos han perjudicado, como el hecho de que la Junta contemple más excepciones que el Ayuntamiento de Salamanca, en fechas señaladas, como ferias o Navidad», puntualiza, a la vez que indica que «a modo de actualización, sería interesante realizar estudios de nuevos aforos de los locales ». 

Amalio Herrero, por su  parte, cree que las administraciones deben apoyar a los profesionales. « Entendemos que el ocio nocturno de los jóvenes debe reportase a los locales y no a los pisos para eso ellos tienen que poner los medios para luchar contra esa forma de divertirse perjudicando a los vecinos», asegura el hostelero.

Una ciudad dividida en dos también en el ocio nocturno. Por un lado la mayor parte de propietarios en torno a la Asociación de Hostelería, por el otro uno de los empresarios que dispone de mayor número de locales y que camina por libre. Distensiones por los precios y la competencia, leal o desleal, o consumo abusivo

«La economía actual está como está, y todos queremos tener clientes, pero yo creo que todo no vale. Se puede ser competitivo pero tirar los precios no me parece la mejor idea y menos cuando hay que mantener la calidad», recalca el hostelero Pedro San Ricardo, quien no duda en señalar que tiene muy claro que no es positivo para nadie esa asociación entre consumo compulsivo y barato, ni para los profesionales de la hostelería, ni para los estudiantes, ni para la ciudad. «Todos perdemos. Podemos trabajar en transmitir a las nuevas generaciones un concepto de ocio de calidad , en el que primen otros valores como el consumo de productos de calidad, la buena música o el encuentro con amigos, e intentar dejar atrás el viejo concepto de salir de fiesta para consumir sin medida y sin control». 

Para Amalio Herrero, los jóvenes deben de pasarlo bien y a lo que se denomina cultura del botellón es lo que no beneficia al ocio nocturno. « La noche se acorta cuanto más bebas , yo aconsejo por experiencia que los jóvenes moderen el consumo y beban menos y, sobre todo, de calidad e individualmente, una copita en un local de Salamanca ofreciendo todo el divertimento que ofrecemos en nuestras salas demuestra la apuesta de nuestro ocio por la calidad y el servicio», indica. 

En esa línea la imagen de Salamanca ha estado muy asociada a las despedidas de soltero, algo que ha generado cierta controversia en la ciudad. «Considero que el debate no se basa en las despedidas de soltero/a, sino en los malos comportamientos y el consumo abusivo. Como empresario evito público que me pueda dar problemas , incomodar a otros clientes o dañar la imagen de mi negocio, pero tanto en despedidas como en otro tipo de circunstancias», reconoce San Ricardo, quien aclara que «hace años, el tipo de despedidas de soltero que solían celebrarse en la ciudad eran, en su mayoría, más parecidas a una fiesta de carnaval con disfraces de mal gusto, que abarrotaban la Plaza Mayor. Afortunadamente, esto ya no ocurre». Según sus palabras, se sigue disfrutando de este tipo de celebraciones, pero que la gente tiene otro concepto de diversión, lo cual beneficia a la imagen de la ciudad. 

«El ocio nocturno tiene que seguir con algo vital y es la calidad, el ocio nocturn o ofrece un abanico de posibilidades que no puedes encontrar en otros subsectores , música a gusto del consumidor con djs profesionales, locales con un encanto y gusto especial y bailar que para eso también están preparadas las salas», explica Amalio Herrero. 

Hay una tendencia que se venía asentando en otras ciudades y empieza a encontrar su sitio en Salamanca. El famoso ‘tardeo’ permite vincularse a un público más adulto, que no es mayoría en la ciudad pero sí consume más y mejor. Una manera de darle algo más de altura social acorde a la belleza del entorno y de adaptarse a una sociedad que parece estar en transformación.

«Quiero seguir apostando por la calidad y adaptar el ocio nocturno también al ocio de tarde en los fines de semana, ya que lamentablemente el público universitario de los años 80 y 90 ya no existe y el perfil de público de 25 años en adelante elije el tardeo. O te renuevas o mueres», señal Pedro San Ricardo,  para quien e el ocio nocturno de Salamanca ya no es aquel famoso ocio de los años 90, cuando todos los empresarios de este sector competían por tener el local más bonito de la ciudad, exprimiendo su creatividad a través de fiestas temáticas semanales y convirtiendo la fiesta de Salamanca en una de las más emblemáticas de España.

Problemas como la falta de población mediana edad y el cambio de hábitos de consumo de los jóvenes, obligaron a los empresarios de esta ciudad a llevar a cabo prácticas con las que, bajo mi punto de vista, no se sentían cómodos y que restaban calidad. 

Después de la pandemia, la forma de disfrute del ocio en Salamanca ha experimentado un cambio hacia un nuevo modelo, conocido comúnmente como tardeo, sin perder el ambiente universitario q nos caracteriza. Parece que, tras la pandemia, cuando la gente se vio obligada a salir de tarde, se ha ido manteniendo de manera espontánea ese nuevo tipo de ocio en horario diurno, por parte de población de mediana edad, que prefiere regresar pronto a casa. Se trata de una tendencia que está calando en todo el país, y que desde el sector hostelero hemos apoyado e impulsado. «Nos está permitiendo acceder a un nuevo perfil de público, con el que antes no contábamos», indica.

Se apuesta por el tardeo, pero la ciudad destaca por la dualidad entre jóvenes universitarios y población envejecida. ¿Realmente hay mercado en la mediana edad? «El problema es que este perfil es el que comienza a trabajar, comprar una vivienda, tener familia… Disponen de poco tiempo de ocio y muy concentrado en el fin de semana», matizan los hosteleros como Amalio Herrero y Pedro San Ricardo. Este último entiende que es cierto que últimamente se está trabajando más en atraer a un público de mediana edad . Prueba de ello es la renovación de la oferta gastronómica con la apertura de nuevos restaurantes, el auge de las modernas cocktelerías y la restauración de muchos locales de ocio nocturno.

Pese a abrirse al público más adulto, el ocio nocturno quiere seguir cuidando a los jóvenes que llegan cada año a la ciudad y tienen motivos. «La gente joven le da vida a esta ciudad, es verdad que su poder adquisitivo no es tan alto como quisieran tanto ellos como nosotros, pero la alegría que aportan en importantísima para el ocio y la economía de Salamanca», indica Herrero.  En la misma línea, San Ricardo deja claro que «uno de los motores económicos más importantes de Salamanca, es su Universidad, por lo que resulta inevitable fijar la atención en los estudiantes. Tal vez una mayor promoción de nuestra maravillosa oferta académica podría animar a más alumnos para que cursen aquí sus estudios ».

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