Diario de Castilla y León

Salamanca y León capitalizan la pérdida de 1.300 habitantes en la Comunidad

Valladolid, Segovia y Burgos son las tres únicas provincias de Castilla y León que crecen en población / La región es la tercera que más ciudadanos resta pese a incorporar casi 3.300 extranjeros

Varias personas pasean por una concurrida calle del centro de Soria.- MARIO TEJEDOR

Varias personas pasean por una concurrida calle del centro de Soria.MARIO TEJEDOR

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Valladolid

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La sangría demográfica continúa cebándose con Castilla y León. La Comunidad aparece en una nueva estadística como una de las pocas autonomías del país que pierde habitantes, en este caso 1.343 en tan solo tres meses. Además, esta evolución negativa no se produce en todo el territorio al mismo ritmo, sino que se concentra especialmente en algunas provincias como León y Salamanca, que rondan descensos de 750 ciudadanos.

La Estadística Continua de Población actualizada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística no deja lugar a dudas: la sangría poblacional que sufre Castilla y León no cesa. No solo eso, sino que además la sitúa como una de las comunidades autónomas con peor evolución demográfica de España. Y es que mientras la inmensa mayoría gana habitantes, solo cinco pierden. Asimismo, la autonomía castellana y leonesa ocupa el tercer puesto de la tabla, lo que evidencia la situación dramática en la que se encuentra.

Según los datos del INE, los 1.343 habitantes perdidos por Castilla y León entre el 1 de enero y el 1 de abril de 2024 representan el 0,06% de su población total. La superan, en este sentido, Extremadura (-0,12% y 1.268 habitantes menos) y Aragón (-0,19% y 2.566 habitantes menos). Asimismo, también en tendencia negativa figuran Asturias (-0,05% y 546 habitantes menos) y Cantabria (-0,03% y 160 habitantes menos).

En el lado opuesto aparece la Comunidad de Madrid, que acapara casi un tercio de los nuevos habitantes de España con 30.724 de 82.346. Esto supone que su cifra de habitantes se eleva un 0,44%. El resto de grandes aumentos figuran en la Comunidad Valenciana (+0,36% y 18.885 habitantes más) y Cataluña (+0,29% y 22.942 habitantes más). En cualquier caso, gracias a los datos del INE se puede observar como la tendencia demográfica creciente se mantiene en las autonomías más próximas a la costa y, en especial, en toda la zona del Levante.

En el caso de las provincias de Castilla y León, se pone de manifiesto que hay dos velocidades en lo que a crecimiento demográfico se refiere. Por un lado, territorios como Segovia, Valladolid o Burgos crecen en población, mayoritariamente por motivos de ubicación geográfica, mientras que el resto siguen perdiendo habitantes. No solo eso, sino que la mayor sangría se concentra en el oeste de la Comunidad, en Salamanca, León y Zamora, e incluso con algo más de incidencia en el norte si se atiende a datos históricos.

Concretamente, la provincia salmantina es la que más habitantes perdió a lo largo del primer trimestre del año, 747, que representan un 0,23% de su población total. Es un dato casi idéntico al que arroja León, que sumó 735 personas menos aunque en este caso representan el 0,16% de su censo provincial. Para completar las tres primeras posiciones y para reforzar que la sangría demográfica golpea con especial dureza al oeste de la Comunidad, la población de Zamora se redujo en 309 personas, el 0,19% de la población total.

Cabe destacar, además que León, Zamora y Salamanca, por ese orden, se sitúan a la cola del país en la estadística y solo Zaragoza (-0,28 y 2.761 habitantes menos) y Córdoba (-0,29% y 2.264 habitantes menos), anotan una tendencia peor. En cualquier caso, y a pesar de todo lo anterior, la evolución demográfica negativa no es algo que sorprenda cuando se habla de estas provincias, ya que se trata de algo recurrente especialmente en Zamora y, de manera ligeramente más leve, en León.

Para cerrar con las provincias de Castilla y León que según el INE perdieron población en el primer trimestre del año, Soria perdió 143 habitantes en este periodo, el 0,16% de su censo total. Ávila  redujo sus datos en 198 individuos, un 0,12% menos, mientras que Palencia restó 69 personas, equivalentes al 0,04%.

El crecimiento demográfico se produjo, por tanto, en Segovia, Valladolid y Burgos. La provincia segoviana es la que más población ganó en términos relativos, ya que incrementó su censo un 0,15% al sumar 233 habitantes. Esto se debe en gran parte en la proximidad de este territorio con Madrid, ya que en muchos casos atrae a personas que trabajan en la capital.

Valladolid, por su parte, encabeza la Comunidad en términos absolutos al incorporar 457 ciudadanos, lo que supone un aumento demográfico del 0,09%; mientras que Burgos, con 158 ciudadanos más, creció un 0,05%. En el caso de la provincia vallisoletana, su ubicación geográfica en el centro de la Comunidad y su papel como polo industrial siempre juega a su favor desde el punto de vista de la evolución demográfica, mientras que en la burgalesa su proximidad con el País Vasco es también un factor de mucho peso.

Extranjeros

Una vez más, el comportamiento de la población extranjera es determinante para analizar la evolución demográfica en España, aunque en comunidades como Castilla y León, donde los datos son alarmante, estos ciudadanos cobran aún más relevancia. No en vano, son capaces de contener, en la medida de lo posible, la sangría poblacional, ya que los habitantes con nacionalidad distinta a la española aumentaron en 3.293.

Este es un dato que no se puede pasar por alto, ya que de no ser por la llegada a Castilla y León de estos extranjeros, la sangría demográfica en el primer trimestre del año habría sido mucho mayor, ya que la población nacional disminuyó en 4.636 personas. Por tanto los inmigrantes, de nuevo, son los que mitigan la despoblación, aunque en esta ocasión sin llegar a contenerla del todo.

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