La incidencia se duplica en octubre en Castilla y León, aunque sin efecto todavía en las UCI
Ávila, Segovia y Salamanca duplican la tasa de contagio de principios de mes, lo que supone que, como excepción, en las dos primeras hayan repuntado levemente los ingresos
Sanidad lo advirtió, y se está cumpliendo. La eliminación de las restricciones en Castilla y León vendría acompañada de un inevitable repunte de la incidencia. La mascarilla y la distancia interpersonal, únicas normas aún en vigor, no han sido suficientes para que el retorno a una actividad casi normal haya provocado que en lo que va de octubre se haya duplicado la tasa de contagio, que según los datos de Sanidad arrancaron el mes con 16 casos a una semana y que ahora ya marcan 28.
En la incidencia a catorce días también se ha producido un incremento, aunque es menor, al pasar de 35 casos a 48, pero al igual que las cifras anteriores no preocupan en exceso ya que este aumento del contagio no parece haberse trasladado aún a las UCI de los hospitales. Sí dan alguna señal las hospitalizaciones en planta, que en los últimos 25 días han pasado de 58 a 71.
Esta es la situación para el conjunto de la Comunidad, pero que presenta varias peculiaridades si se analiza provincia a provincia. Los casos de Ávila, Salamanca y Segovia pueden ser los más llamativos en el sentido de que en los tres territorios la tasa de contagio se ha duplicado a medida que ha avanzado octubre. Las circunscripción abulense ha pasado de 19 a 54 casos; la salmantina, de 9 a 31; y la segoviana, de 26 a 48. Este escenario, que representa la incidencia a siete días, es similar a catorce jornadas aunque con datos más elevados.
Además, en dos de estas tres provincias -Ávila y Segovia- y al contrario de lo que ocurre en el conjunto de la Comunidad, sí se puede apreciar como las hospitalizaciones en planta se han incrementado. En la primera han pasado de cuatro a siete, y en la segunda de ninguna a tres. Afortunadamente, los datos de las unidades de críticos apenas sufren cambios con solo un paciente más en cada caso, lo que hace que la preocupación ante esta situación sea menor.
Fue el propio vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, quien así lo trasladó hace algunos días. En sus declaraciones, Igea matizó que aunque el aumento de la incidencia merece que se le preste atención, no supondrá un verdadero problema en Castilla y León hasta que dispare de nuevo, si lo hace, la ocupación hospitalaria.
Una vez más, este tipo de datos acerca de la evolución epidemiológica dejan entrever lo que algunas voces ya defienden, y es un futuro no muy lejano en el que la vida cotidiana de los ciudadanos implicará la convivencia con el virus, aunque con niveles de contagio mucho menores a los que se han vivido. Este futuro, asimismo, será posible gracias a los efectos positivos de las vacunas, que por el momento parecen ser la mejor explicación para que la ocupación UCI se mantenga contenida.