Diario de Castilla y León

Cipriano García: "Si naciera cien veces, cien veces volvería a entrar como botones en la Caja Rural de Zamora"

El director general de Caja Rural de Zamora dijo sentirse “abrumado y absolutamente agradecido” por el homenaje

Cipriano García.-ICAL

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El Mundo / Zamora
Valladolid

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El director general de Caja Rural de Zamora, Cipriano García, recibió este jueves un homenaje de la entidad financiera , tras haber cumplido medio siglo de dedicación a la cooperativa de crédito. El recinto ferial de Ifeza acogió un acto al que asistieron más de 800 personas, entre las que se encontraron representantes de instituciones y entidades públicas y privadas de Zamora y de Castilla y León.  Cipriano García, quien dijo sentirse “abrumado y absolutamente agradecido” por el homenaje y valoró de forma especial el “afecto y cariño conseguido” durante medio siglo, recordó su niñez, como “la etapa más dura”, que le proporcionó su “espíritu combativo”, y el día exacto, el 3 de enero de 1973, en el que entró a trabajar en Caja Rural de Zamora. “Fue el día que cambio mi vida y, hoy, lo sigo recordando como el hito más trascendental de mi vida” , aseguró según Ical.

En el tramo inicial de su intervención, citó sus inicios en “una caja familiar” , con su primer director, Enrique Periáñez, y al interventor, José Luis Santos, quien le facilitó la entrada a la entidad; el cajero, don Gabriel, y los distintos puestos que ocupó: ayudante de caja, con 17 años; su paso por la sucursal de Villafáfila -con 21 años, en vez de irse de vacaciones-, las mañanas de atender en las oficinas y las tardes y noches, de visitas a puerta fría. “El trabajo y los horarios, entonces, no eran como los de ahora” , puntualizó.

“En una de esas visitas, en Villamor de los escuderos, en casa de Esteban, el carnicero, coincidí una noche con un señor alto y resuelto. Era el veterinario del pueblo, Rafael Sánchez Olea. Debatimos y conversamos sobre lo que en aquel momento era una entelequia: Cobadú ”, relató. “Cuántas reuniones, momentos, conversaciones, discusiones y decisiones. ¿Quién nos iba a decir aquellos días lo que hoy es Cobadú y la Caja Rural de Zamora? Para mí, era algo impensable en aquella época”, recalcó.

García Rodríguez consideró que la cooperativa de crédito ha desarrollado “muchas y buenas  iniciativas, aunque algunas de ellas han pasado desapercibidas” y destacó el momento en el que, a finales de la década de 1980, ante una importante crisis de precios en la leche de ovino, la Caja promovió un departamento especifico de cooperativas “que fue muy importante” para Zamora y para la entidad.

Asimismo, mencionó la crisis “particular” de 1994 y 1995 y “el apoyo y la confianza” que “fueron suficiente” para superarla. “Los propios empleados tenían serias dudas que la Caja tuviera posibilidades de futuro. No me puedo olvidar del papel fundamental que desempeñó la Asociación Española de Cajas Rurales , sin cuya ayuda no habríamos resistido”, rubricó, además de destacar el “empuje y fortaleza” del director general de Caja Rural de Navarra y presidente actual del Banco Cooperativo, Ignacio Arrieta. En este contexto, pidió un aplauso “más que merecido” para las cajas rurales.

“Proyecto único”

El director general de la Caja consideró “absolutamente apasionantes e ilusionantes” los últimos 25 años, en un “proyecto único, donde humana y profesionalmente hemos tenido un recorrido exponencial, con problemas, como es lógico pero, fundamentalmente, con muchas alegrías”. “De forma paralela a nuestro crecimiento, hemos contribuido a ser útiles colaboradores , posibilitando el desarrollo de proyectos e ilusiones, generadores de riqueza y empleo”, apuntó.

Igualmente, agradeció la “confianza” depositada en él y su equipo por “todos” los presidentes y consejeros y mencionó a Florentino Mangas, que cedió la Presidencia a Antonio Roldán -quien, junto a su junta rectora da a Cipriano García la oportunidad de liderar la Caja-, Manuel Ballesteros, Obdulio Barba y el actual presidente, Nicanor Santos.

“En todo este recorrido profesional, y desde que ostento la máxima responsabilidad, nunca he estado solo. He contado desde el primer día con un equipo inigualable, con profesionales de primera línea que, a la vez, son de una calidad humana insuperable ”, valoró, en alusión a los 350 empleados de la entidad. “Sin todos vosotros, si vuestra implicación, junto a la de los mejores socios y clientes, no habría sido posible. Gracias a ello, hoy somos una entidad de referencia”, sentenció.

“Mi hermano pequeño, Arturo, con quien convivo desde  hace 47 años; en los últimos, de forma mas intensa, con quien me entiendo sin hablar. Ese café diario de diez minutos, amigable y entrañable, con Fermín y sus chascarrillos, que también forman parte de reducir tensiones. Al doctor Diego, director de la Fundación Caja Rural de Zamora durante muchísimos años”, explicó, además de mencionar a todos los jubilados y personas fallecidas vinculadas a la cooperativa de crédito.

Mi querida hermana Merce, trabajadora incansable, lista e intuitiva, contestataria y leal, con personalidad inquebrantable . A mi mujer, Nati, y a mis hijas, Cristina y María, hoy quiero pediros disculpas por todo el tiempo que no he estado con vosotras”, agregó. Cipriano García dedicó un sentido recuerdo y agradecimiento a sus padres, quienes le transmitieron “los valores más importantes que se pueden tener, de lo único que puedo presumir” y apostilló: “El esfuerzo sin límite, el orgullo, la ambición positiva y proactiva, el compromiso con la palabra dada y la lealtad. Algunas veces veo estos valores, con franca decepción y tristeza, en desuso”.

“Nunca ha sido una carga trabajar en Caja Rural, sino un reto constante. Si naciera cien veces, cien veces volvería a entrar como botones en Caja Rural” , sentenció. El director general de Caja Rural de Zamora terminó su intervención pidiendo a su equipo directivo que le acompañara en el escenario en ese momento y concluyó: “A todos, de corazón, muchas gracias”.

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