ESPÍRITUS LIBRES
"Me hacía ilusión ver crecer los campos de mi abuelo y de mi padre y sin perder la raíz ahora pienso en morado"
Es de Tiedra, hija de Manolo y Paquita con raíces en la agricultura y la ganadería. Estudió Psicología en Salamanca. Pasó por el instituto de Toro. Un máster en Madrid y después de 20 años trabajando volvió a su pueblo. Su marido es Antonio Fonseca, toresano, ingeniero de montes y emprendedor. Hoy es una referencia en el cultivo de aromáticas y en la puesta en valor de la lavanda al frente de un centro turístico cada día más visitado. Hoy su mundo es el de las aromáticas y su perfume el de la Lavanda
Pregunta. La escritora soriana Ana Teresa Martín hizo esta pregunta sin saber a quién iba destinada: ¿Qué canción ha marcado tu vida?
Respuesta. Sacrifice, de Elton John.
P.- ¿Qué es ser un espíritu libre?
R.- Ser una persona que sigue su instinto en la vida y escribe su propio guion. Una persona independiente intelectualmente.
P.- ¿Cómo se gana la vida?
R.- Cultivando lavanda, transformándola y poniéndola en valor.
P.- ¿Qué le gustaría ser de mayor?
R.- Un espíritu libre. Tener tiempo libre para hacer las cosas que me gustan.
P.- ¿De qué se siente más orgullosa?
R.- De mis hijos, de la familia.
P.- ¿Tiene algún sueño por cumplir?
R.- Espero que el negocio que he iniciado crezca y yo sea cada vez menos necesaria para él.
P.- ¿Qué es para usted el amor?
R.- El amor, en general, es lo fundamental de la vida.
P.- ¿Qué tal se lleva con Dios?
R.- Los creyentes tienen ventaja y no se sienten solos en sus vidas. Me gustaría ser así, pero soy de las personas que se cuestionan todo.
P.- Un espíritu libre al que admire.
R.- Mi marido.
P.- ¿Por qué se decidió por la psicología?
R.- Soy muy humanista y me gustaría entender cómo funcionan las personas, aunque todavía no lo he conseguido. Me permite ayudar a la gente y eso también me llamaba.
P.- ¿Después de estudiar Psicología pensó en abrir un despacho?
R.- La verdad es que me especialicé en temas de recursos humanos y empresas.
P.- ¿Qué hay de música en su vida?
R.- Me encanta y he dado todas las facilidades a mis hijos para que aprendieran a tocar instrumentos. Mi hija toca el piano y la guitarra. Somos cantarines en mi casa.
P.- ¿Cuándo se cruza la lavanda en su vida?
R.- Cuando mi padre tuvo que dejar las tierras de mi abuelo. O las alquilaba o hacíamos otra cosa…
P.- ¿Cómo convenció a su marido para emprender esa iniciativa en su pueblo?
R.- Es una persona que se convence muy fácilmente y en seguida comienza a trabajar. Lo hace mejor que nadie.
P.- ¿Por qué volvió a su pueblo?
R.- No lo habría hecho en ningún sitio que no fuera Tiedra. Volver a las raíces, desarrollo rural… Por mi trabajo en orientación laboral estoy acostumbrada a ayudar a la gente en buscar recursos y eso es lo que hice yo.
P.- ¿Cuántos años llevan con Tiedra de Lavanda?
R.- Cerca de 20 años.
P.- ¿Han descubierto un nuevo turista que aprecia las aromáticas?
R.- Sí, y son numerosos. De todas las edades. Ese turista además complementa su viaje con todo el patrimonio que tenemos, que no es poco.
P.- ¿Cree que ha recuperado su ADN de labradora y campesina?
R.- Siempre me hizo ilusión ver cómo crecían los campos con mi abuelo y con mi padre. El ADN no lo perdí nunca pero ahora yo ya pienso en morado.
P.- ¿La lavanda se come?
R.- Sí. Nosotros ofrecemos galletas de lavanda. También podemos hacer helado, tartas…
P.- ¿Se bebe?
R.- También. Hemos desarrollado licor y cerveza de lavanda.
P.- Dadas todas esas posibilidades, debe de ser muy rentable.
R.- Lo principal es la parte agrícola y que el aceite esencial se venda y a buen precio. Ahora es cierto que no está en su mejor momento.
P.- En el vino hablamos de “caudalías”, los segundos que tarda en desaparecer el aroma. ¿Cómo anda la lavanda de caudalía?
R.- Nosotros medimos los aceites esenciales con cromatografías. Hacemos análisis y siempre se ha caracterizado la lavanda por estar en los registros altos-medios.
P.- ¿Tuvo buen olfato a la hora de volver al pueblo?
R.- No me esperaba que fuera tan buen olfato. Ha superado mis expectativas, aunque lleve mucho trabajo. Creo que estaba programada para volver a mi pueblo, a Tiedra.
P.- Déjeme una pregunta para el próximo entrevistado.
R.- ¿En qué lugar se siente más espíritu libre? ¿En la ciudad o en el campo?