Pelayo García: «Me dicen que soy el hombre que susurra a los bisontes; es una bobada, no me hacen ni caso»
Pelayo se mueve, a diario, entre las peñas doradas del Gilbo y del pico Yordas , que se elevan sobre el abrigo verde de la montaña y el paraguas de los bosques leoneses, escenario en el que pastan y beben vacas, caballos, búfalos y bisontes. Ha visto venir al mundo dos nuevos bisontes nacidos en el Valle de Anciles. Precisamente, su trabajo es preservar la vida y la adaptación de estas especies a los montes que conoce desde niño y desde su formación como ingeniero forestal. Es hijo de un paisaje de bosque y peñas que se miran en el espejo de las aguas del embalse de Riaño, un lago que nació a la fuerza y en cuyo fondo está la memoria de siete pueblines. Pelayo sigue de cerca la vida de los bisontes que, después de miles de años, regresan a la Montaña de Riaño dentro de un proyecto de protección del bisonte europeo. Es uno de esos jóvenes que siguen ligados a sus orígenes y que apuestan por el desarrollo rural en su tierra.
Pregunta.- Hace cerca de dos años llegaron los bisontes y eso supuso todo un acontecimiento en la Montaña de Riaño. ¿Se han adaptado? ¿Siguen pastando?
Respuesta.- El proyecto sigue en pie. Han crecido las tres manadas que tenemos de tres especies diferentes: caballos, búfalos y bisontes. De momento, todo va sobre lo previsto, despacio pero seguro.
P.- Los animales deben adaptarse al clima y convivir con en el paisaje.
R.- Exacto. Y así ha sido. Los bisontes y caballos son animales europeos acostumbrados a climas duros y son muy resistentes. Los búfalos, que están en acogida, nos daban un poco más de miedo, pero de momento siguen aquí felices.
P.- Los caballos llaman la atención. ¿Qué raza tienen?
R.- Es una raza que se llama pottoka, raza ibérica del País Vasco y Navarra. Están muy emparentados con nuestros vecinos, los asturcones. Son fuertes y resistentes.
P.- Y otra sorpresa que se lleva la gente cuando viene es el búfalo.
R.- Sí. Los búfalos son una peculiaridad porque no pertenecen a esta región. Llegaron aquí y estamos buscándoles un entorno más adecuado, pero de momento resisten.
P.- Y lo cierto es que esas tres especies, en especial la del bisonte, tienen que convivir con la ganadería, los animales y la fauna salvaje de la zona.
R.- Sí. Con la ganadería no se mezclan porque lo evitamos. Están en un entorno de semilibertad. Por un lado, evitamos sus movimientos por el fondo del valle, pero en esta otra zona de montaña pura son permeables al resto de la fauna.
P.- ¿Ves al oso de vez en cuando o no?
R.- Al oso no le he visto, pero sí muchos indicios.
P.- Uno de los motivos por los que llegaron los bisontes fue la puesta en valor del territorio. ¿Sigue siendo ese el motivo?
R. - Hay un objetivo múltiple aquí. Para mí, como vecino de Riaño, el objetivo principal es el desarrollo rural. De momento, la repercusión es brutal. Por otro lado, esto forma parte del programa de cría y recuperación del bisonte europeo de toda Europa y vienen muchos estudiantes e investigadores.
P.- Un parto de bisonte en la Montaña de Riaño… Resulta increíble.
R.- Estoy emocionado. Al segundo ternero lo descubrimos recientemente y ha sido espectacular. Ahora son cinco bisontes, con este último.
P.- ¿De dónde eres?
R.- Desciendo del pueblo de La Puerta, uno de los siete que están debajo del agua del embalse.
P.- ¿Qué hiciste?
R.- Ingeniero técnico forestal
P.- ¿Has conseguido trabajar en tu comarca?
R.- Trabajos temporales, forestales de cuadrillas, campañas... Estoy opositando.
P.- Tu caso es curioso. Eres de la zona, vives en la zona y estás empadronado aquí. Te formaste en una carrera que tiene mucho que ver con el entorno donde naciste, eres concejal, quieres vivir aquí y que tus hijos vivan aquí. Blanco y en botella... ¿Hay trabajo para ti?
R.- Eso pensamos todos, pero no es tan fácil. Somos poca gente y hay pocas oportunidades. Es uno de los grandes problemas de la despoblación.
P.- ¿Es fácil adentrarse en estos parajes del Valle de Anciles?
R.- Hay una dificultad física porque el entorno es duro. Además, estamos en un parque regional donde está prohibido circular con vehículos a motor si no hay una autorización. Hay que tener en cuenta que es todo natural, nada separa al bisonte del visitante.
P.- Apelo a tu condición de concejal de turismo. ¿Este es el turismo de naturaleza de élite?
R.- Por supuesto. Por las condiciones del lugar, por lo bonito del sitio... Lo que van a ver aquí es un auténtico lujo y existe un turismo sensible a la naturaleza que tendremos que cuidar.
P.- ¿Te han dicho alguna vez que eres el hombre que susurra a los bisontes?
R.- Sí. Es una bobada porque al final no me hacen ni caso.