Diario de Castilla y León

Cazados once ingleses con deportivos a 226 por hora por la A-62 en Salamanca

Los conductores pertenecen a un club automovílístico de Nissan y cruzaban España con destino Lisboa a esa velocidad, solo por diversión, cuando fueron interceptados en Fuentes de Oñoro   

E. P.

E. P.

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R. H. H. | VALLADOLID
Valladolid

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Convirtieron la A-62 en una pista de carreras nocturna. Pisando el acelerador a más de doscientos por hora. Una especie de Cannonball, la famosa película protagonizada por Burt Reynolds, a la británica en territorio español y luso. No se esperaban que la Guardia Civil estuviera al acecho. Verdaderos terroristas del asfalto poniendo en peligro su vida y la del resto de conductores. Adelantándose unos a otros a ver quién subía más la aguja del cuentakilómetros. A 226 registraron los radares de tráfico. Pero alcanzaron velocidades mayores, según fuentes del caso. Once insensatos por la carretera a toda pastilla. Turismo británico de alta velocidad.

La Guardia Civil ha abierto una investigación a dos conductores británicos que circulaban con coches deportivos de alta gama a 222 y 226 kilómetros por hora en la autovía A-62, a la altura de la localidad salmantina de Fuentes de Oñoro, además de denunciarse a otros nueve, también británicos, que circulaban a velocidades de entre 175 y 210 kilométros por hora. Según fuentes de la Comandancia de Salamanca, los vehículos pertenecían a un club automovilístico de propietarios con coches de la marca Nissan, modelo GT-R Nismo, de la división tunning de la compañía. Todos los coches del mismo modelo, todos cruzando la Península Ibérica con destino Lisboa.

Las sospechas de fuentes cercanas al caso rondan por un desembarco en puerto cántabro. Concretamente en Santander, que sería su primera parada tras bajar del Ferry que llega desde Reino Unido. Sin embargo, existe otra posibilidad, más remota, según explican las mismas fuentes: haber cruzado el Canal de la Mancha para recalar en tierras francesas y entrar a España desde Irún, tomando dirección Valladolid, para posteriormente pasar por Salamanca y terminar en su destino, Lisboa. No obstante, todo hace indicar que la primera hipótesis es la correcta.

Los hechos ocurrieron el pasado miércoles, aproximadamente a las 10.00 horas, cuando el Subsector de la Guardia Civil de Tráfico de la Salamanca tuvo conocimiento que varios vehículos de alta gama y con matricula británica que circulaban a altas velocidades por la A-62 (Burgos-Portugal), en dirección Portugal. Por este motivo, puso en marcha un dispositivo de control de velocidad en la A-62 a la altura del término municipal de Fuentes de Oñoro, con el objeto de detectar y notificar las infracciones de velocidad que presuntamente se estaban cometiendo.

De esta forma, los agentes consiguieron detectar la circulación de once vehículos que iban a velocidades entre los 175 y 226 kilómetros por hora, por lo que fueron todos interceptados en la finalización de la autovía, antes del paso fronterizo con Portugal. Los agentes instruyeron las correspondientes diligencias y las remitieron junto a los detenidos al Juzgado de Guardia de Ciudad Rodrigo.

Y sólo por diversión. Los once británicos cazados a más de doscientos por hora por carreteras salmantinas simplemente pisaban el acelerador por diversión, por entretenimiento. Los once denunciados pertenecen a un club automovilístico, un grupo de amigos que acostumbra a conducir este tipo de  coches, vehículos de alta gama, con el único fin de quemar el acelerador.

Desde el norte del país hasta Lisboa, una travesía donde estos territoristas del asfalto disfrutaban a la vez que ponían en peligro las vidas de los demás. Un viaje, para ellos, divertido, no así para el resto de vehículos que circulaban a primera hora de la mañana por la misma autovía. Descartando cualquier tipo de carreras ilegales con apuestas de por medio, fuentes del caso aseguran que estas personas, británicas pertenecientes a un club automovilístico, acostumbran a conducir coches de alta gama, en esta ocasión el modelo Nissan GT-R Nismo, que puede superar una velocidad de 300 por hora. Simplemente conducían por diversión.

Casi 330 kilómetros por hora. Es la velocidad que alcanza este modelo de la compañía Nissan. El GT-R Nismo, un vehículo de alta gama que pasa de 0 a 100 en menos de tres segundos, en 2,9, concretamente. Una verdadera máquina de correr, con 600 caballos. Estas caracterísiticas son las que considerarían los once ingleses que han sido cazados en Salamanca para elegir conducir este coche.

Una máquina hecha para pisar el acelerador, cierto, pero en circuitos cerrados. Los británicos denunciados lo hicieron en plena autovía, jugando a ver quién le pisaba más, adelantando sin control al resto de vehículos que circulaban a la vez que ellos. De hecho, fuentes cercanas al caso relatan que no es habitual ver estos coches por carreteras de lugar, y menos una caravana de once vehículos de alta gama que, para más inri, circulaban a una velocidad extrema, por lo que los avisos de ciudadanos que sufrieron los adelantamientos ayudaron al servicio de la autoridad, para conseguir localizar a los once ingleses a los mandos de los vehículos deportivos de lujo.

Joyas automovilísticas que superan los 110.000 euros en el mercado. Coches hechos para correr, con velocidad punta de hasta 330 por hora. Once de estas joyas fueron interceptadas este miércoles por la Guardia Civil de Tráfico en Salamanca, a once británicos sin cabeza que pudieron lamentar más que una multa. Si bien, los incidentes no acarrearon daños humanos ni materiales, sin embargo, volverán a Reino Unido con una sanción, nueve de ellos, y otros dos a expensas de saber lo que ocurrirá, tras ser detenidos por superar los 220 por hora. Unos hechos que acabaron bien para todos, con los ciudadanos a salvo y los británicos con un merecido que no será suficiente para frenar una actitud tan delictiva como descerebrada.

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