Diario de Castilla y León

EDITORIAL

El crecimiento de Castilla y León no deja lugar a dudas sobre su fortaleza

Imagen de archivo de una factoria de Renault. | E. M.

.- E. M.

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Otro día que no llega el apocalipsis a Castilla y León para desesperación de la oposición que no se cansa de imaginar un panorama tremendista en un territorio que crece más que la media nacional y cinco veces más que el ritmo europeo, según los datos que arroja la contabilidad regional del año que acaba de concluir. Si este es el apocalipsis que pronostica alguno desde sus bancadas alejadas del terreno y el territorio, lo mejor es agarrarnos a él, a la vista del crecimiento económico registrado por la poderosa Europa. Es otro dato para la desesperación, pero de los que han decidido afincarse en la oposición como única convicción política, apoltronados en cargos y sueldos de 105.000 euros en las Cortes. Es posible que estén acertados en su acción política. Nadie se lo va a discutir. Pero que luego no se quejen de que el PP lleva gobernando Castilla y León casi 40 años, como si fuera culpa de los ciudadanos por acudir a las urnas y votar lo que les da la gana.

Castilla y León sigue creciendo y lo hace a tan buen ritmo, que incluso supera con creces las previsiones iniciales del ejecutivo autonómico que lidera Alfonso Fernández Mañueco. Y el crecimiento procede fundamentalmente de otro de esos falsos mantras con los que se despachan habitualmente los que piensan que Castilla y León es un territorio arcaico y casi inhóspito. El crecimiento viene espoleado fundamentalmente por la industria, no en vano somos punteros en el sector de la automoción y sus industrias auxiliares. Punteros y poderosos en la fabricación de vehículos, ruedas y componentes. De ahí que reindustrializar Castilla y León sea un planteamiento político cada día más indecoroso. Crece con el sector servicios subido a la ola del liderazgo en turismo de interior, que viene repitiéndose desde hace casi una década. Y crece pese a que uno de nuestros sectores estratégicos y de riqueza irremplazable, es primario, el campo, no pasa por su mejor momento, como reflejan los datos de la contabilidad regional y llevan constatando los agricultores con sus protestas en calles y carreteras desde hace un mes. El ritmo de crecimiento de Castilla y León podría decirse que es magnífico a la vista del contexto nacional y europeo, y no deja lugar a dudas de su fortaleza. Pero también es cierto que es desigual en territorios y eso es lo que tiene ejercer su mayor acción política el gobierno de coalición que preside Mañueco, en conseguir que todos crezcamos al mismo ritmo. Que nadie se quede atrás. Y precisamente estos contextos de expansión económica son los mejores para adoptar medidas correctoras, que saquen del letargo a provincias y comarcas castigadas durante las crisis por el cierre de sectores o industrias esenciales.

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