La falta de médicos como prioridad
FALTAN médicos. Puede decirse más alto, pero no más claro. Una falta de facultativos que Castilla y León busca paliar, con buen criterio, con la contratación de médicos de Familia sin especialidad. Una práctica que, evidentemente, desde el Consejo de Colegios de Médicos se asegura que no comparte pero también señala que lo primero es la salud. Pues eso, lo primero para la nueva ministra de Sanidad, Mónica García, es afrontar esta falta de médicos. Un déficit que no es un mal exclusivo de Castilla y León, sino de todo el país.
De ahí que en la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de este lunes sea obligado poner sobre la mesa el problema y, sobre todo, el articular medidas consensuadas entre el Gobierno central y los autonómicos para hacer frente a esta falta de médicos. Eso es lo prioritario. Nadie dice que no pueda y deba hablarse del reparto de fondos, pero no se puede seguir mirando para otro lado pensando que el déficit de médicos, sobre todo en Atención Primaria, es un problemas sólo de unos.
La ministra de Sanidad, que como médico conoce bien el sistema sanitario y sus problemas, debe ser valiente y mirar de cara al problema. Pero no puede hacerlo de espaldas a las comunidades autónomas porque, sin ir más lejos, son ellas las que ostentan las competencias en materia sanitaria. Desde Castilla y León, su consejero de Sanidad tiene claro, y así lo señalaba públicamente, que la prioridad es una y que pasa por poner todo en la lucha contra la falta de médicos. Esa tiene que ser la prioridad y mal haría la ministra si no va de cara para ponerle freno a esta falta de galenos. Los médicos, todos los profesionales son quienes con su trabajo y profesionalidad sujetan el sistema sanitaria. La salud es lo que importa y esa no se puede garantizar con la calidad que se requiere sin médicos.