Diario de Castilla y León
opi ext

opi ext

Creado:

Actualizado:

DEFINITIVAMENTE LA ALTA política se ha instalado, con sus enseres, en el hemiciclo de cúpula nacarada de las Cortes de Pollán y De la Hoz. El plenario de ayer dejó una intelectual disputa por distinguir entre una mamada y un lloriqueo en el retórico lenguaje corporal. De lo cual se deduce que urge un intérprete de signos para los inquilinos del parlamento, este que nos cuesta la billetada de más de 25 millones al año a los castellanos y leoneses, incluidas nóminas y asignaciones de dudosa legalidad, a la vista de que es la única institución que no ha sido auditada por el Consejo de Cuentas para evitar que les aniquilen los 18.000 eurazos al año que muchos se llevan a cuenta de no se sabe qué concepto normativo. Hay muchas formas de robar al erario público y esta se ha convertido ya en un modelo ancestral en el parlamento de aquí. El caso es que ayer dos parlamentarias socialistas aseguran haber visto al vicepresidente Gallardo, Juan, haciéndoles un gesto de «felación». El susodicho presidente defiende que el gesto era de «lloriqueo». Al no existir, inexplicablemente, documento gráfico del lenguaje de los signos del miembro del ejecutivo prevalece la presunción de inocencia sobre el acusado, como no puede ser de otra manera en un Estado de Derecho. Tampoco sabemos cómo fue «el gesto de felación», pues nadie se atrevió a explicitarlo, porque tampoco era pertinente ni necesario. El puritanismo exhibido por Gallardo siembra serias dudas sobre la acusación no demostrada. Aunque, por otra parte, sus antecedentes impetuosos pudieran conducir a considerar el testimonio de la parte contraria una prueba indiciaria. Pero sin documento gráfico aclarativo es la palabra de unas contra la de otro. Y en cualquier caso, lo que no se puede deducir, de ninguna manera, es el viejo refrán castellano de que en las Cortes de Castilla y León el que no llora no mama.  Aunque cada sesión de estas nos cuesta una billetada. Billetes.

tracking