Más muertes en carretera que obligan a más vigilancia y mejoras en la red

LOS ACCIDENTESMORTALES continúan siendo un drama en las carreteras de Castilla y León. Y es así por más que los fallecidos en los siniestros se hayan reducido en el conjunto de la Comunidad. Un descenso que no se produce en todas las provincias. Una sola muerte, un solo accidente mortal, es suficiente para que se pongan todos los medios para evitarlos y rebajarlos a su mínima expresión, con el cero accidentes y cero fallecidos como objetivo final, por más que sea prácticamente inalcanzable por el imponderable del factor humano.

Ese tiene que ser el reto sobre el que se trabaje desde aquellos que depende la vigilancia y el control del tráfico. Pero no se trata única y exclusivamente de la vigilancia que ejercen los agentes, que también, o de los controles de velocidad y de vigilancia que se pongan en marcha, que por supuesto. También es un trabajo obligado de mejora del estado de las carreteras, sobre todo las secundarias, autonómicas y nacionales, con la eliminación de los puntos negros. Es ahí, en esas vías secundarias y en esos puntos negros, donde más accidentes mortales se producen. Y son esas carreteras las que registran más siniestros de motos con el resultado de muerte. Las cifras son claras y no se discuten porque, entre otras cosas, reflejan un importante y dramático aumento de los motoristas muertos que se registran en lo que va de año en las vías de Castilla y León.

Desde la Dirección General de Tráfico se anunciaba, hace semanas, la puesta en marcha de una campaña de vigilancia especial para evitar los siniestros mortales de motos. Bienvenido sea este plan, que debe valorarse y que tiene que trabajar en una mayor concienciación de moteros y del resto de conductores. Pero tiene que venir acompañado de ese otro que debe ir dirigido a esa mejoras de las carreteras y supresión de los puntos negros. De poco o nada servirán los planes de concienciación y de vigilancia, con mayor número de agentes, de controles e, incluso, de sanciones, si no se trabaja en paralelo en la mejora de las carreteras. Y no es que el estado de las mismas sea la principal causa de los accidentes mortales, incluidos aquellos en los que se ven involucrados motoristas, pero sí son un factor determinante.

De ahí que el camino a seguir y en el que se tiene que trabajar deba ir orientado en dos vías, aquella que tiene que ver con una mayor vigilancia y concienciación y de los conductores, moteros y todos los que circulan por las carreteras de la Comunidad y, una segunda, que venga a mejorar el estado de esa red viaria.