Mercadona, el impulso de un gigante a la economía de Castilla y León
Uno de los líderes europeos de la distribución, la española Mercadona, se ha convertido en un elemento esencial en la dinamización del potente y poderoso sector agroalimentario de Castilla y León. Las compras a proveedores y productores, es decir, el dinero que la firma que lidera Juan Roig deja en Castilla y León, alcanzaron el pasado ejercicio los 2.108 millones de euros. Un crecimiento nada desdeñable del 18% con respecto al ejercicio 2021. Y más de cuatro mil empleos directos entre sus tiendas y el enorme complejo logístico de Villadangos (León) que da servicio a la compañía en el noroeste peninsular. Son cifras que evidencian el peso que Mercadona tiene en la economía de Castilla y León.
De lejos es la firma de la distribución alimentaria que más clara tiene su apuesta por la industria del sector en Castilla y León, que es el final de un eslabón que comienza en el campo y en la ganadería y que representa un grueso considerable del PIB de Castilla y León. Pero es que además es un sector, que desde el vino, la agricultura, la huerta y numerosos ámbitos no corre el riesgo de la deslocalización. Fundamentalmente porque el marchamo de la calidad que tiene el sector no es fácil de clonarlo ni de copiarlo en otros territorios o lugares donde se pueda producir a coste más bajo.
Mercadona es un aliado ineludible ahora mismo de la economía y el empleo de nuestra comunidad. Merecería algún que otro elogio político. Pero en cualquier caso requiere la atención de la administración autonómica. Porque Mercadona, además de generar riqueza y empleo, alienta el mantenimiento de grandes, medianas y pequeñas industrias de la comunidad que se han convertido en interproveedores de sus marcas blancas, o que operan desde las propias marcas de los proveedores en los lineales de Mercadona. Es empleo y es riqueza. Pero además es empleo y riqueza en el mundo rural.
Y esto congenia perfectamente, en una economía de mercado, con el lícito derecho del empresario Roig a ganar dinero para seguir creciendo. Mercadona no veta productos españoles por supuestos escrúpulos hipócritas. Mercadona no veta a los productores y los trabajadores del sector, que son las verdaderas víctimas de los vetos que vienen de Europa y alguno de sus miembros, que vetan la hipocresía climática, pero no hacen ascos a la esclavitud con la que producen otros países que compiten en desigualdad de costes, pero también de calidad. Mercadona es una empresa esencial en Castilla y León. Y si no que se lo pregunten a los trabajadores de Siro, que estuvo a punto de desaparecer.