Castilla y León empieza el lunes en Despeñaperros
Castilla y león empieza en Despeñaperros a partir del lunes. El domingo, el jolgorio andaluz de las urnas. Y luego, lo que sigue. Que nadie tenga dudas que el gobierno de Castilla y León se pondrá sobre la mesa de negociación entre VOX y PP si el asunto se pone tenso. Y si no, también. VOX va a a hacer lo que ha dicho que va a hacer. Y no se va a bajar del burro, otra cosa es que en función de lo que decida Feijóo y Juanma Moreno sobre la gobernabilidad de Andalucía sea VOX el que amague con bajarse del gobierno de coalición de la Junta. Aunque tampoco le conviene ni le compensa. Desde la atalaya del gobierno regional se divisan y preparan mejor las municipales del mayo venidero, para el que resta un año. Sólo un año. Un año no es nada en el vértigo de los tiempos, pero se ha convertido en un mundo en política, donde las cosas apenas duran horas. La expectación será máxima. Nunca unos comicios andaluces tuvieron tan pendientes a unos políticos de Castilla y León. Tras las elecciones y en función del resultado, unos diputados arriba o abajo darán mucho de sí, comenzará una partida de ajedrez, que por primera vez en su reinado le tocará jugar a Feijóo. Y ahí va a retar a Sánchez. Le va a hacer bajar al tablero, que vive muy cómodo ajeno al previsible desastre andaluz tras el batacazo sufrido en el 13-F en tierras castellanas y leonesas. Porque Sánchez no es sólo el padre de los éxitos, es, en buena medida, el causante de las desgracias electorales. Feijóo, en su necesidad de zafarse de VOX, jugará al ajedrez con Sánchez. Y Sánchez intentará jugar a los chinos con Feijóo en su afán por endosarle a VOX en el gobierno andaluz, para blanquear su decadencia, como ya hizo en Castilla y León. No vale enrocarse.