Defensa, cuando promesas y hechos no caminan de la mano
No hay nada más lamentable y vergonzante en política, y más común en la política actual, que comprobar que las palabras y los hechos no sólo no caminan de la mano, sino que disienten de los caminos que recorren. Eso está pasando con los compromisos del gobierno central con Castilla y León. En concreto uno que había desatado muchas expectativas en la lucha contra la despoblación, especialmente en Zamora, una de las provincias más sacudidas por el creciente mal de la desertización de Castilla y León. Es Monte La Reina, donde el ejecutivo central había comprometido resucitar el viejo acuartelamiento con un millar de militares como elemento repoblador y dinamizador. De momento no se ha visto por la zona ni un sargento de tropa. Un reguero de palabras y promesas, pero nada más. Y 700.000 míseros euros en los presupuestos generales del Estado que seguramente no llegarán ni a ejecutarse este año.
Pero mientras las promesas del ejecutivo central aseguran que trasladarán militares a Castilla y León, la realidad es que se están desmontando estructuras y disolviendo los empleos que acogen. Se trata de tres talleres militares, dos en Valladolid y uno en Segovia, que se evaporan con sus 800 empleos. Y quien lo denuncia, con datos y pruebas, es UGT Castilla y León, la siempre certera Federación de Servicios Públicos. Es decir, no es ninguna organización ultraderechista quien advierte de este nuevo revés, precisamente contra la población y el empleo en la comunidad, con ánimo de desgastar y derrocar al gobierno de Pedro Sánchez. Es la UGT, a la que desde el PSOE regional de Luis Tudanca piden escuchar al gobierno de Mañueco a través del Diálogo Social. Pues esto también debe formar parte del Diálogo Social. Porque la supresión de unidades militares en Castilla y León atenta contra el empleo, contra la población y contra la economía de la comunidad. Y es la UGT, fundada por el mismo fundador del PSOE, la que advierte con angustia de los planes del Ministerio de Defensa, más preocupado por otros territorios a la vista de sus movimientos.
Es hora de que Defensa, con una ministra leonesa al frente, Margarita Robles, aparezca por Castilla y León para dar explicaciones de los planes de su departamento. Y si no aparece, y a la mayor brevedad posible, la única interpretación es que no tiene intención alguna de desarrollar Monte La Reina, después de dos años mareando el asunto, y que además sus pretensión es arrebatar a Castilla y León instalaciones y empleos para llevárselos a otros lugares, seguramente más rentables en votos, porque ese ha sido hasta ahora el principal acicate político que ha propiciado la despoblación, pensar en votos, no en territorios ni en gentes. Pronto debe desfilar Robles por Castilla y León. Desfilar y dar el parte, no pasear como hacen sus compañeros de gabinete en las últimas semanas, al margen de Reyes Maroto.