Diario de Castilla y León

Récord del ahorro bancario: Castilla y León supera los 81.000 millones en depósitos

Los ciudadanos inyectan en un año 1.746,58 millones de euros en las entidades financieras

La inversión crediticia sigue bajo mínimos, con 43.530,5 millones a finales del año pasado

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Dinero en una imagen de archivo.E.M.

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Diario de Castilla y León | El Mundo
Valladolid

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Los castellanos y leoneses intensificaron su ahorro bancario durante 2024 y lograron un nuevo récord de depósitos, con 81.022 millones de euros durante el último trimestre de 2024. El dato supone que los ciudadanos inyectaron en las entidades financieras 1.746,58 millones de euros, respecto al dato de cierre de 2023 (79.275,5 millones), con un crecimiento porcentual del 2,2 por ciento. El anterior máximo se registró en 2022, con 80.435,9 millones.

Las cifras que facilita la Junta, recogidas por Ical, ponen de relieve también que la inversión crediticia sigue bajo mínimos, con 43.530,5 millones a finales del año pasado, con un leve aumento del 0,2 por ciento respecto a 2023. Lejos quedan los 75.602,14 millones de créditos financieros con los que se cerró 2009, cuando se marcó un punto de inflexión con la grave crisis financiera y del ladrillo.

Cabe destacar además, que los depósitos del sector privado se elevaron un 2,3 por ciento, hasta los 76.869,4 millones de euros, mientras que los públicos apenas subieron un 0,4 por ciento, con 4.152,6 millones.

En cuanto a la inversión crediticia, creció un uno por ciento en el sector privado, con 38.826 millones de euros, frente a una bajada de la pública del seis por ciento, hasta los 4.704,4 millones, siempre según las cifras estadísticas que proporciona el Gobierno regional.

La diferencia entre créditos y depósitos ya alcanza en la Comunidad, los 37.491,6 millones de euros, a favor del ahorro, con los que se financian otras economías, frente a los 35.817,99 del cuarto trimestre de 2023.

Provincias

Un análisis territorial evidencia que los depósitos, frente a la tendencia global, descendieron en Salamanca (10.319,55 millones), un 2,3 por ciento; Palencia (5.369), un 0,8 por ciento; y Soria (3.838,4), un 0,2 por ciento. Por el contrario, se incrementó el ahorro en Valladolid (17.891,31 millones de euros), un 3,6 por ciento; en Burgos (13.052,29 millones), un 3,5 por ciento; en León (14.525,1), un 3,4 por ciento; en Ávila (4.957,5), un 3,3 por ciento; en Zamora (6.075), un 3,2 por ciento; y en Segovia (4.993,7), un 3,1 por ciento.

Por lo que se refiere a los créditos, sólo mermaron en Salamanca (5.123,33 millones de euros), un cuatro por ciento, y aumentaron en Palencia (1.939,3 millones), un 3,7 por ciento; en León (6.548,96) y Zamora (2.404,82), un 1,3 por ciento, en ambos casos; en Soria (1.697,62), un uno por ciento; en Segovia (2.630,87), un 0,9 por ciento; en Ávila (1.958,2), un 0,6 por ciento; en Burgos (7.218,6), un 0,3 por ciento, y en Valladolid (14.008,7), un 0,2 por ciento.

La provincia con mayor ahorro sobre créditos es León, con 7.976,19 millones de euros más en depósitos que en inversión crediticia, seguida por Burgos, con 5.833,64 millones; Salamanca, 5.196,22; Valladolid, 3.882,6; Zamora, 3.670,17; Palencia, 3.429,69; Ávila, 2.999,35; Segovia, 2.362,9; y Soria, 2.140,83.

Para entender el contexto en el que se produce este incremento del ahorro bancario por parte de los ciudadanos de Castilla y León, el presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora, Juan Carlos de Margarida, destaca que «todo aumento del ahorro supone que el consumidor ve un escenario de incertidumbre» que le lleva a conservar el dinero en lugar de gastarlo o invertirlo. «Guarda para gastar en momento más oportunos», añade.

En este sentido, de Margarida ahonda en el escenario de incertidumbre y señala como causa fundamental la «inestabilidad política» derivada de «la falta de Presupuestos Generales del Estado y de presupuestos autonómicos», lo que hace que los ciudadanos tengan algunas reservas a la hora de afrontar gastos y, por tanto, opten por aplazarlos hasta entender que el contexto económico les es más favorable.

No obstante, el presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora también ahonda en otro factor que, a su juicio, influye en ese incremento del ahorro bancario que ha vivido Castilla y León. Apunta, en este contexto, que el empleo resulta determinante en estos casos, dado que actualmente y a pesar de las buenas cifras de las que hace gala Castilla y León, «no es un empleo de calidad». «No es recurrente», apostilla, con lo que argumenta que los ciudadanos de la Comunidad frenen de algún modo el gasto en favor del ahorro.

«La realidad es que si los ahorros van creciendo es porque la gente quiere asegurarse el presente y el futuro», reflexiona de Margarida.

En cuanto a la circunstancia de que la inversión crediticia se mantenga en valores mínimos, el economista hace una apreciación y diferencia, por un lado, los créditos hipotecarios, los cuales han crecido como consecuencia de un mercado inmobiliario al alza, especialmente en las grandes ciudades que están «desproporcionadas», y que después de estar protaganizado por las operaciones de compra-venta de viviendas de segunda mano, ahora ha dado paso progresivamente a una mayor adquisición de vivienda nueva.

No obstante, en este punto Juan Carlos de Margarida descarta que pueda producirse una situación similar a la que tuvo lugar en 2007 como antesala de la crisis económica.

Frente a los créditos hipotecarios, de Margarida se detiene en el crédito al consumo, cuyo estancamiento también vincula a ese incremento del ahorro ya que en momentos en los que más dinero se guarda las operaciones que implican gastar más de lo que se tiene mediante compras financiadas también pasa a un segundo plano.

En todo caso, y con estos argumentos, de Margarida aclara que esta situación de aumento del ahorro no tiene por qué afectar negativamente al consumo «de forma alarmante». «No tiene por qué disminuir en valores absolutos», destaca.

En todo caso, el presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora pone también en valor que «el castellano y leonés es una persona muy prudente y muy ahorradora», de manera que siempre opta por llevar a cabo un consumo responsable y por guardar su dinero para gastarlo tras una reflexión y el los momentos en los que lo considera más oportuno.

Es por ello que de Margarida destaca que al ciudadano de la Comunidad «no le cuesta ahorrar más porque va en su ADN», a lo que se añade que «gasta con mucho criterio». Por tanto, el aumento del ahorro, más allá de las circunstancias de incertidumbre, no es algo disonante cuando se trata de Castilla y León y, por tanto, tampoco refleja un cambio de comportamiento.

En todo caso, los datos publicados por el Banco de España hacen referencia al cierre del año 2024, de manera que no reflejan el comportamiento de los ciudadanos al hilo del nuevo escenario macroeconómico que está dibujando en las últimas semanas la guerra arancelaria impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

En este sentido, son ya varias las administraciones, entre ellas la Junta de Castilla y León, las que están poniendo en marcha medidas para tratar de mitigar los efectos de estos aranceles en los principales sectores productivos cuyos productos se exportan a Estados Unidos. No obstante, recientemente la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya advertía de que toda esta guerra comercial, la cual Europa afronta como una de las partes más golpeadas, podría tener su efecto en las economías domésticas a través de la cesta de la compra, que podría encarecerse.

En todo caso, si este escenario termina por cristalizar, cabe esperar una disminución del ahorro. Por un lado, porque el aumento de los gastos cotidianos repercute negativamente en la capacidad de ahorro de las familias y, por otro, porque a la hora de afrontar gastos puntuales en muchos casos las personas recurren a sus ahorros.

No obstante, todas estas posibilidades pasan ahora a formar parte de ese escenario de incertidumbre que señala Juan Carlos de Margarida. Por el momento, ya se ha podido comprobar como la política arancelaria de Trump ha sacudido los principales mercados bursátiles, especialmente el estadounidense, al tiempo que los expertos ya señalan al mercado inmobiliario como próxima ‘víctima’.

Es por ello que, ineludiblemente, todas estas circunstancias acabarán llegan al bolsillo del ciudadano que de un modo u otro acabará por sufrir las consecuencias del turbulento momento macroeconómico actual.

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