Diario de Castilla y León

GASÓLEO AGRARIO

El campo, ojo avizor por el precio del gasóleo agrícola

Las Opas le recuerdan al Gobierno central que subir los impuestos al combustible de los tractores incumpliría las ‘43 medidas’ / Castilla y León gastó un 6% más con 583.524 toneladas

Un remolque recoge la cosecha en una explotación agrícolaPXB / CCO

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Valladolid

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Corre la voz entre agricultores y ganaderos de que el Gobierno de Sánchez baraja subir los impuestos al gasóleo y las Organizaciones Profesionales Agrarias (Opas) comienzan a ponerse en guardia. Los costes del combustible para los tractores y cualquier tipo de maquinaria utilizada en el campo habían dejado de preocupar demasiado a los profesionales del campo, frente a otros costes que dispararon su precio como la semilla, los fertilizantes o los fitosanitarios. Reflejo de ello es que Castilla y León disparó un 6% el gasto de este tipo de combustible el pasado año con 33.000 toneladas más.

El gasóleo agrícola fue el pasado ejercicio uno de los pocos insumos que, incluso, había bajado de precio, en concreto 1,57 puntos en 2024, según los servicios técnicos de Asaja Castilla y León. Los servicios de UPA-Coag, por su parte, señalaron que el precio del gasóleo en la segunda semana de diciembre se encontraba en 0,999 euros el litro, una cantidad ligeramente inferior a la misma fecha de un año antes, cuando se encontraba a 1,059 euros por litro. Aun así, señaló la Alianza, «sigue en precios altos y sumido en la volatilidad inherente a la incertidumbre geopolítica mundial. Por ello sigue siendo necesaria la devolución del Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH)».

Ahora ha sido Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), a través de su organización estatal, Unión de Uniones, la que ha salido a la palestra para denunciar que se oyen voces de alarma en el sector sobre una posible subida de los impuestos al gasóleo agrícola, lo que violaría el acuerdo de las 43 medidas firmado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa) con las Opas, y que sirvió para frenar las movilizaciones del campo.

En concreto, Unión de Uniones puso sobre el tapete el pasado miércoles las «noticias que anuncian una subida de impuestos al diésel», lo que «manifiesta que el acuerdo suscrito en abril del pasado año con el Ministerio de Agricultura impide en todo caso que este incremento se aplique al gasóleo agrícola, y así se lo ha recordado al Ministro Planas».

«En los últimos días, algunos medios se habrían hecho eco de declaraciones atribuidas al Ministro de Economía en las que se anunciaba la intención del Gobierno de equiparar los impuestos del combustible diésel a la gasolina, así como su tramitación inmediata en forma de Real Decreto-Ley este mismo mes de marzo», señalan desde la organización. «Unión de Uniones recuerda que el gasóleo agrícola se beneficia de una devolución parcial del Impuesto Especial de Hidrocarburos que asciende a 63,71 euros por 1.000 litros y que en el acuerdo para la adopción y puesta en marcha de medidas de apoyo al sector agrario que firmó Unión de Uniones en abril del pasado año con el Ministerio de Agricultura, la medida 31 contemplaba, con el visto bueno de Hacienda, el mantenimiento de la fiscalidad del gasóleo agrícola».

Más allá de eso, la organización ha venido insistiendo en sus propuestas de mejora al acuerdo que dicha devolución debía subir hasta los 75,71 euros por cada 1.000 litros de combustible, para aplicar al gasóleo agrícola el tipo impositivo mínimo que permite la Directiva 2003/96/CE. Igualmente ha propuesto, en un comunicado, la aplicación del tipo reducido del IVA al combustible agrícola y al resto de bienes y servicios utilizados en la producción agraria, algo que también contempla como posible la regulación europea.

Unión de Uniones se dirigió el miércoles por escrito al ministro de Agricultura, Luis Planas, para solicitar confirmación acerca de las intenciones del Gobierno en relación a la fiscalidad del diésel «y para recordarle que, en todo caso, el gasóleo agrícola queda a salvo de cualquier subida de impuestos para dar cumplimiento al compromiso suscrito».

La organización considera que el sector agrario no puede asumir otra decisión, que implicaría un nuevo aumento de sus costes productivos y, además, «en un capítulo tan extremadamente sensible para los agricultores como el combustible». Antes al contrario reclama, y así lo plasma en sus propuestas, presentadas tanto al Gobierno a través del Mapa, como a los grupos parlamentarios a través de enmiendas presentadas en varios procesos legislativos, que «se debería avanzar hacia un verdadero gasóleo profesional agrario, aplicando la menor fiscalidad posible y estableciendo un mecanismo que no haga necesario solicitar devoluciones, sino que se aplique en el precio, directamente en poste».

DEVOLUCIÓN

La minoración del coste del combustible para agricultores y ganaderos se efectúa a través de una devolución parcial del IEH por las adquisiciones de gasóleo que utilizan como carburante en la agricultura, ganadería y silvicultura.

En concreto, generan derecho a devolución los consumos de gasóleo realizados en los motores de tractores y maquinaria agrícola autorizados o no para circular por vías y terrenos públicos, empleados en la agricultura, incluida la horticultura, ganadería y silvicultura, y los motores de los aparatos y artefactos empleados en igual destino. El importe de la devolución asciende a la cantidad que resulte de aplicar el tipo de 63,71 euros por 1.000 litros «sobre una base constituida por el volumen de gasóleo efectivamente empleado en la agricultura, incluida la horticultura, ganadería, y silvicultura durante el periodo indicado, expresado en miles de litros», explica el Ministerio de Hacienda.

La contención del precio del gasóleo agrícola es especialmente relevante en Castilla yLeón, una Comunidad en la que se queda uno de cada diez tractores vendidos, tal y como manifestó Asaja Castilla y León con ocasión de la celebración de la feria de maquinaria agrícola ‘Agraria’ en Valladolid el pasado mes de enero.

«Tras la caída de ventas experimentada en 2023, un año de pésima cosecha, la venta de tractores nuevos subió en Castilla y León casi un 15% en 2024 en comparación con el mismo periodo del año anterior», manifestó la Opa. «A fecha de diciembre, en Castilla y León, se habían inscrito 1.121 tractores, de las 9.146 unidades vendidas en España; es decir, uno de cada diez tractores que se venden en nuestro país se quedan en Castilla y León».

Asaja apunta que era esperable que, en un año como 2024, de cosechas razonables, aunque los precios hayan sido bajos, los agricultores renovaran la maquinaria que precisan, cosa que en 2023 muchos tuvieron que retrasar por la catastrófica cosecha.

Según los datos de inscripción de maquinaria del Mapa, en 2024, se vendieron en Castilla y León 4.667 máquinas agrarias, lo que significa un 7,21% más que en el mismo periodo del año anterior.

El epígrafe más numeroso es el de maquinaria remolcada o suspendida (2.734 unidades, un 5,68% más que en 2023), seguido por remolques (569, un 1,22% menos que el año anterior) y detrás maquinaria automotriz (243, un 14% más que en el periodo 2023).

También demuestra la relevancia del precio del gasóleo agrícola en las nueve provincias el hecho de que el consumo de gasóleo B por parte del sector agrario de Castilla y León se situó en 2024 en las 583.524 toneladas, lo que supone un aumento del 6%, en comparación al dato de 2023, con un impulso en el repostaje de carburante para su maquinaria en 33.139 toneladas.

El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, explicó recientemente, en declaraciones a la agencia Ical, que ese aumento se puede explicar porque en 2024, «en regadío, se sembró todo, con una mayor cantidad de cultivos, sobre todo en remolacha, con más consumo para la siembra». Asimismo, achacó el alza a que tras dos años con «grandes sequías» y menos gasto para cosechar, el 2024 fue un «buen año de forrajes y grano» y su recolección «lleva perfectamente a esa subida del 6%».

«Durante las grandes sequías de 2022 y 2023, las tareas de recolección requirieron mucho menos consumo de gasóleo y para el empacado, pero 2024 fue un buen año de forrajes y de grano y su recolección como la de la paja justifican ese crecimiento», aseguró, para apostillar que no se trata de una modificación del consumo tan grande como para poder «hacer una análisis exacto de las causas».

El dirigente agrario dejó claro que los meses finales del año, con la sementera, «pueden hacer variar el consumo de todo el ejercicio», y este año, en octubre las lluvias no permitieron mucho laboreo, pero en noviembre y diciembre se pudo trabajar con normalidad. Al respecto, lamentó que, según sus estimaciones, esta campaña «se ha sembrado lo mismo o menos que el pasado año en cereales» y se ha reducido el abonado entre un 20 y un 25%, porque «la rentabilidad es muy escasa o vamos a pérdidas». «No nos salen las cuentas», dijo, para remarcar que cobran poco más de 200 euros por tonelada, mientras que el abono sale a 600, motivo por el que están protagonizando movilizaciones.

«Se ha sembrado igual o menos que la campaña anterior, que ya es un 20% menos que el histórico, ese es el panorama», dijo, lo que supone entre 400.000 y 500.000 hectáreas menos. El ligero crecimiento del consumo de gasóleo B por parte de los profesionales del sector primario de la Comunidad, no oculta el profundo descenso que ha experimentado el repostaje durante los últimos años en el campo, impulsada esa reducción por las mejoras técnicas y el dimensionamiento de las explotaciones, analizó Ical.

Cabe destacar que según los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), hace dos décadas, en 2004, el campo de Castilla y León alcanzó un consumo de 861.011 toneladas, lo que supone 277.486 menos más que el año pasado, con un desplome porcentual del 32,2%. Sin alejarse tanto en el tiempo, el consumo en 2024, se situó muy por debajo del dato de hace un lustro, ya que en 2019, llegó a consumir 640.434 toneladas, es decir, durante esos cinco años el sector rebajó su demanda de combustible un 8,9%, lo que equivale a casi 57.000 toneladas menos.

Donaciano Dujo constató unos datos que responden a la reducción del número de hectáreas de cereal sembradas; a la mayor apuesta por el girasol, que requiere mucho menos laboreo; a la mayor superficie en barbecho, o a la siembra de forrajes, junto a que «cada vez es mayor la superficie en siembra directa, que no necesita la manipulación tradicional de la tierra, con menos consumo». Asimismo, dejó claro el impacto de las mejoras técnicas, con maquinaria cada vez más eficiente, y explotaciones cada vez mayores, que «lleva implícito el ahorro de gasóleo».

PROVINCIAS

Por territorios, las cifras de Cores reflejan que el consumo de gasóleo B se elevó el año pasado en relación a 2023, en todas las provincias de la Comunidad, excepto en la burgalesa, donde mermó un 7,8%.

Ávila

Los agricultores y ganaderos abulenses consumieron 383 toneladas más de gasóleo en sus tractores y elementos de maquinaria agrícola hasta sumar 36.962 en 2024. Supone una subida del 1%.

Burgos

Es la única provincia de la Comunidad Autónoma en la que bajó el consumo de gasóleo de automoción en el ejercicio 2024, con 6.489 toneladas menos hasta un total de 76.907. Supone una merma del 7,8% respecto al año anterior.

León

Es la segunda provincia de la Comunidad donde más se disparó el consumo de gasóleo agrícola, con 12.783 toneladas más hasta las 108.881, un repunte del 13,3%. Es también la que más gasóleo B consumió en el ejercicio.

Palencia

Es el territorio donde más repuntó el consumo de gasóleo agrícola por parte de agricultores y ganaderos, con 17.036 toneladas más hasta un total de 72.293, un 30,8% más que el ejercicio anterior.

Salamanca

La provincia charra mantuvo su consumo prácticamente igual, con el incremento más leve de todos, de solo 133 toneladas de gasóleo agrícola hasta sumar 60.475, lo que se traduce en un 0,2% más.

Segovia

Registra el segundo incremento más leve con 210 toneladas de gasóleo agrícola más hasta las 48.335, un repunte del 0,4% en términos porcentuales.

Soria

Los agricultores y ganaderos sorianos consumieron 2.417 toneladas más de gasóleo agrícola en el ejercicio 2024 hasta registrar un total de 32.697 toneladas, un 8% más que el año anterior.

Valladolid

Es la tercera provincia con un incremento más leve en el consumo de gasóleo agrícola en 2024, con 709 toneladas más que el año anterior hasta sumar 79.815, lo que se traduce en un 0,9% más.

Zamora

Es el tercer territorio de la Comunidad con mayor repunte en términos relativos en consumo de gasóleo agrícola en 2024, un 9,7% más que el año anterior. En números absolutos supone haber gastado 5.958 toneladas más hasta un total de 67.160 en los 12 meses.

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