Diario de Castilla y León

MUNDO AGRARIO

Europa alivia a los apicultores

El nuevo reglamento de etiquetado de la miel da un paso más con la luz verde del Comité Especial de Agricultura. Obligará a especificar el origen de un producto en el que Castilla y León es líder

Abejas obreras acondicionan las celdas en el interior de un panal.

Abejas obreras acondicionan las celdas en el interior de un panal.

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SANTIAGO G. DEL CAMPO | Valladolid

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El nuevo reglamento de la Unión Europea sobre el etiquetado de la miel ha dado un paso más, con la ratificación del texto el pasado lunes por el Comité Especial de Agricultura . La nueva norma permitirá que los consumidores tengan una información más precisa sobre el origen y composición del producto, del que Castilla y León es líder nacional de producción. En los próximos meses mejorará la transparencia de la cadena de este alimento y, de esta manera, podrá reducirse el fraude.

La tramitación arrancó el pasado mes de diciembre y en este tiempo ha contado con el acuerdo de la Comisión Europea, el Parlamento y el Consejo de la Unión Europea, los denominados ‘trílogos’, para «reforzar las obligaciones de información al consumidor sobre la miel, los zumos y néctares de frutas, las confituras de frutas y la leche deshidratada, a través de una serie de normas que conforman las denominadas ‘directivas de desayuno’», ha informado el Ministerio de Agricultura , Pesca y Alimentación (Mapa). Precisamente es ese acuerdo alcanzado en los ‘trílogos’ el que fue ratificado el pasado lunes en el Comité Especial de Agricultura. La nueva normativa pretende facilitar que los consumidores tengan una información más precisa sobre el origen y composición de la miel, lo que va a contribuir a mejorar la transparencia de la cadena de este alimento y reducir el fraude. Eso sí, nunca llueve a gusto de todos, y un buen número de productores echa en falta más medidas para controlar el fraude. 

Algunos como el responsable del sector apícola de Coag , Pedro Loscertales, echa en falta «cuestiones de gran calado» que se han dejado fuera y que no permiten atajar realmente «el problema estructural que está generando la crisis que enfrenta el sector». Y es que, señala, «el uso de jarabes de azúcar, el enmascaramiento del origen de la miel, la falsificación de la trazabilidad o la eliminación de polen son prácticas ya prohibidas, explícita o implícitamente, por la normativa europea desde hace años. Y, aun así, son realizadas masivamente por los operadores europeos», tal y como reconoce un informe de la Comisión Europea que analiza Loscertales, titulado ‘ De las colmenas’ . El responsable agrario se pregunta el porqué de que estas prácticas se sigan dando en el mercado pese a ser contrarias a las normas.

Aparte de estas y otras críticas, el sector toma el nuevo reglamento como un éxito, un paso en la dirección adecuada. Según manifestó el Mapa con motivo de la celebración del Comité Especial de Agricultura, beneficia el sector apícola, pues «responde a una de sus demandas históricas» y también responde a las demandas de información más precisa sobre el origen de los alimentos de los consumidores.

Entre otros aspectos, el acuerdo establece que los envases de miel deberán incluir, en el campo visual principal de la etiqueta, el nombre de los países de origen de las mezclas, en orden decreciente con el porcentaje de cada origen, con un margen de tolerancia del 5%. Los Estados miembros tendrán la facultad de establecer la indicación obligatoria solo de los cuatro países mayoritarios, en el caso de que éstos supongan al menos el 50% de la mezcla.

La Comisión podrá introducir métodos de análisis armonizados para detectar la a dulteración de la miel con azúcar, una metodología uniforme para rastrear el origen de la miel y criterios para determinar que la miel no esté sobrecalentada cuando se venda al consumidor final. Y se creará una plataforma de expertos para apoyar a la Comisión en la trazabilidad y el control del fraude, así como para estudiar la posible creación de un laboratorio de referencia europeo para la miel.

El sector apícola siempre ha reivindicado la calidad de la miel española frente a las importaciones de mieles procedentes de terceros países. La norma supone, así, « un importante respaldo para el mantenimiento de este sector , estratégico para muchas zonas rurales y fundamental para el desarrollo de la agricultura por la labor polinizadora de las abejas y para el mantenimiento de la biodiversidad», señala la misma fuente.

Castilla y León es una de las comunidades líderes de la apicultura en España. Es la que acoge un mayor número de explotaciones apícolas, con 6.409, según la última estadística del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación referidos al último ejercicio con datos cerrados, 2022. Supone el 17,6% del total de España, que asciende a 36.494 explotaciones apícolas tanto profesionales como de autoconsumo. La Comunidad también es una de las que tiene más explotaciones profesionales, en torno a 700. Produce más de 4.000 toneladas de miel al año, en torno al 13,5% del total nacional.

Incremento

El número de colmenas de Castilla y León se ha incrementado casi un 18% en la última década, de las 377.780 censadas en 2012 a las 444.026 registradas en 2022. Supone 66.246 unidades más. La cuota de colmenas sobre el total nacional se ha reducido ligeramente, sin embargo, del 14,92% de hace diez años al 14,33% del ejercicio 2022. Es consecuencia de que el total en España se ha incrementado casi cinco puntos más en el mismo periodo, un 22,36%, desde las 2.531.517 unidades de 2012 a las 3.097.647.

Castilla y León empieza a recorrer ahora el camino de las marcas de calidad, un camino que ya están recorriendo otras autonomías. De hecho, España se sitúa a la cabeza de las mieles europeas reconocidas con calidad diferenciada con Denominación de Origen Protegida (DOP) e  Indicación Geográfica Protegida (IGP). «El país cuenta con una gran variedad de mieles multiflorales y monoflorales certificadas con calidad diferenciada, como las producidas en Granada, La Alcarria, Liébana, Tenerife, Villuercas-Ibores y Galicia», apuntan desde la Asociación de Comerciantes y Envasadores de Miel (Asemiel-Animpa).

En cuanto a la última campaña con datos, según un análisis realizado por Asaja respecto a 2022, el sistema de producción en Castilla y León se llevó a cabo en un 86% mediante colmenas estantes , y el 14% restante mediante colmenas trashumantes. En la campaña 2023 hubo una reducción de la cosecha debido a la falta de lluvias y el calor extremo del verano, y también de la muerte de hasta un tercio de las colmenas en algunas zonas como consecuencia de la varroa, o de los ataques de depredadores. En marzo del pasado año, los apicultores de toda España se concentraron en Madrid, frente al Mapa, para solicitar un conjunto de medidas «ante la grave crisis coyuntural y estructural que atraviesa la apicultura», explican en Asaja Castilla y León. Los apicultores achacaron parte de la responsabilidad de esta situación a la norma de etiquetado para frenar adulteraciones e importaciones, precisamente la norma que ahora está en trámite. 

Durante el año 2023 se convocaron las ayudas destinadas a la mejora de la producción y comercialización de la miel en Castilla y León, incluyendo la línea ‘H’ de mejora de la calidad de los productos apícolas e inversiones en materia de comercialización, y también las ayudas de la Intervención Sectorial Apícola. 

«Del mismo modo fueron convocadas ayudas directas para el sector apícola por parte del Ministerio, mediante las cuales, los titulares de explotaciones apícolas trashumantes y profesionales que tuviesen explotaciones inscritas en Rega en 2023 y un censo igual o superior a 150 colmenas, podrían percibir entre 825 y 2.200 euros de ayuda, que en ningún caso han llegado a cubrir las pérdidas ocasionadas. Estas ayudas fueron convocadas en el último trimestre desde la Consejería», relata la misma fuente. 

Actualización

En este marco, el cambio de norma en el etiquetado de la miel es más conveniente si cabe. Con esta nueva normativa «se busca actualizar determinadas normas de comercialización de la UE, que cuentan con más de diez años de antigüedad, para adaptarse a los cambios y avances tecnológicos de los distintos sectores, así como a las nuevas demandas de la sociedad sobre información, composición y calidad de dichos productos», apunta el Mapa.

La iniciativa sobre las ‘directivas de desayuno’ pretende fomentar un cambio a dietas más saludables y permitir a los consumidores tener una información más detallada sobre la composición, nombres de venta, etiquetado y la presentación de estos productos, con el objetivo de garantizar su libre circulación en el mercado interior y ayudar a los ciudadanos a una mejor elección de compra Así, la nueva normativa no solo incluirá a la miel, sino también tres nuevas categorías de zumo: zumo de frutas con azúcar reducido, zumo de frutas con azúcar reducido a partir de concentrado y zumo concentrado de frutas con azúcar reducido. Los consumidores podrán elegir un zumo con, al menos, un 30 % menos de azúcares. 

También se permitirá una declaración voluntaria en el etiquetado para indicar que los zumos contienen solo los azúcares naturalmente presentes en la fruta, y se incrementará el contenido mínimo de fruta en las confituras (de 350 a 450 gramos por kilo) y en las confituras extra (de 450 a 500 gramos por kilo), lo que mejorará la calidad mínima y reducirá el contenido de azúcar en estos productos.

La Organización Profesional Agraria (Opa) mayoritaria en Castilla y León, Asaja, ya celebró el pasado 12 de diciembre la postura del Parlamento Europeo al votar el dictamen sobre la revisión de las ‘Directivas del desayuno’. Un dictamen que «mejora la propuesta de la Comisión y fija puntos cruciales del informe de la Comisión de Medio Ambiente y Salud Pública del Parlamento Europeo (Comenvi) relativos a la miel, en términos de trazabilidad, calidad y transparencia hacia los consumidores», valoró Asaja.

«Los apicultores europeos se congratulan de la voluntad del Parlamento Europeo de ir aún más lejos que la posición del Consejo adoptada el lunes», apuntó la Opa. «Era una votación muy esperada por todos los apicultores europeos, que se han visto terriblemente afectados por el aumento de las importaciones de miel y el fraude en los últimos años. Así pues, el Parlamento Europeo ha apoyado la posición de los apicultores europeos, marcando un hito importante para la preservación de la apicultura en la UE».

Mezclas

Entre las principales propuestas votadas, «los apicultores europeos acogen favorablemente la indicación obligatoria de los porcentajes de cada origen y en orden descendente en las mezclas de miel, con un margen de tolerancia del 5%». La indicación en la etiqueta del porcentaje de cada país «aumentará la transparencia de cara a los consumidores, al tiempo que contribuirá significativamente a combatir la competencia desleal derivada de la adulteración de los productos de miel importados».

La supresión de la excepción que excluye a los apicultores con menos de 150 colmenas de la aplicación obligatoria del sistema de trazabilidad es otro cambio bien acogido, señala Asaja. Esta supresión «hará que la aplicación del sistema de trazabilidad sea operativa y eficaz para proporcionar a los consumidores una información más transparente y para apoyar el objetivo del 0% de adulteración en 2030, tal como promueven el Copa y el Grupo de Trabajo sobre la Miel de la Cogeca».

La Opa también valoró positivamente el apoyo del Parlamento Europeo a la idea de un Laboratorio Europeo de Referencia que ayudaría a la Comisión Europea a mejorar los controles y detectar la adulteración de la miel mediante la actualización de las pruebas sistemáticas y el uso de los últimos métodos analíticos para demostrar la autenticidad y la calidad de la miel. «Sin embargo, por el momento no se ha acordado ninguna referencia específica a su puesta en marcha y establecimiento», apuntaban al inicio de la negociación.

Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) también aplaudió el «paso importantísimo» dado por el Parlamento Europeo en diciembre con la aprobación de su posición para la ‘Directiva desayuno’, que modificará la normativa de comercialización y etiquetado de la miel, zumos de frutas y mermeladas. «Esta modificación de la normativa del etiquetado de la miel es una reivindicación histórica de UPA para evitar el fraude en la comercialización y la adulteración de la miel, que la propia Comisión Europea calificó de masivo», explicó la Opa.

El sector apícola español supone alrededor del 0,44% de la Producción Final Ganadera y el 0,17% de la Producción de la Rama Agraria, con un valor anual de su producción (miel, cera y polen) estimado en unos 62 millones de euros, según el Mapa. No obstante, el valor este sector va más allá de lo puramente económico, ya que la apicultura «juega un papel fundamental en la conservación del medio natural, la polinización de los cultivos y el mantenimiento de la biodiversidad».

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