Arranca la actividad resinera del laboratorio experimental soriano

Ya han comenzado a resinar los pinos de la parcela experimental soriana del grupo operativo Go Resinlab que coordina la Fundación Cesefor, 400 árboles de esta superficie comprendida en los términos municipales de Quintana Redonda, Tardelcuende y Almazán. Desde ahora, cada 21 días hasta finales de octubre, los resineros efectuarán una pica en el pino según el método tradicional y otra, con el mecánico. 

Así, a principios de noviembre los datos recabados serán analizados por la Universidad de Castilla-La Mancha, que se presentarán a final de año, un proyecto que pretende impulsar el sector resinero mejorando la producción y profesionalizando la actividad con los ‘laboratorios experimentales’ que ha puesto en marcha en Castilla y León: en Segovia (Coca, Cuéllar y Nieva), Soria (Tardelcuende, Almazán y Quintana Redonda) y León (Brañuelas-Villagatón, Llamas de la Rivera y Luyego de Somoza). Además, de Extremadura participan Garbayuela (Badajoz) y Gata (Cáceres), y de Castilla-La Mancha, Huerta del Marquesado y Casillas de Ranera, ambos de Cuenca. 

En Castilla y León se están analizando 1.200 árboles, 400 en cada una de las tres parcelas. Ahí se verá si realmente funciona la técnica de extracción mecanizada. Se probarán 200 pinos donde se realizará la pica tradicional y otros 200, la mecánica. «Se trata de una técnica con un taladro para realizar un agujero en la superficie de la corteza y en vez de caer el producto a un bote se coloca un aplique del que cuelga una bolsa cerrada, de tal forma que no entra agua ni impurezas, pero hay que confirmar si se obtiene la misma cantidad y si es de calidad, y sobre todo si no afecta a la salud de la planta», explica la coordinadora del proyecto, Aída Rodríguez. 

Una de estas parcelas la gestiona Javier Marina, que además es el presidente de la recién conformada Asociación de Resineros de Soria, la primera de Castilla y León. Y en proyecto está la de León. «La idea es que cada provincia mantenga su identidad y luego nos unamos en torno a una agrupación regional, de cara a tener más voz ante las administraciones y las empresas».

Con los cargos de presidente, secretario y tesorero ya nombrados ahora toca finalizar los estatutos y presentarlos con el apoyo de los socios del Go Resinlab. Por el momento hay una veintena de resineros para conformar la asociación, pero la idea es que se vayan sumando el resto. Este grupo de resineros procede de los municipios de Tardelcuende, Bayubas de Abajo y Almazán. Destaca de esta composición inicial de la asociación la presencia de distintos municipios en los que se realiza la actividad resinera en Soria que asegura una representación plural de los intereses de esta provincia y se aspira a que esta diversidad siga incrementándose con la entrada de nuevos socios, planteó Aida Rodríguez. Cree que en cuanto vean el tirón de la agrupación, y las posibilidades que se les van a ir ofreciendo a los socios no querrán quedarse atrás.

De hecho, Javier calcula que hay más de un centenar en la provincia entre todos los municipios resineros. Él lleva 10 años dedicado al sector de la resina, un oficio que le viene de familia, con su padre y su abuelo como ‘referentes’. Estaba de empleado en una fábrica de Tardelcuende, y cuando ésta cerró primero estuvo en la construcción y después ya se planteó seguir la estela de su progenitor. Reconoce que es un trabajo «duro» porque hay que estar en el monte, pero asegura que se puede vivir de ello y además «vivir bien». Además, la resina es un producto que cada vez está más valorado. De hecho, ha experimentado un incremento de su precio de más de un 50%, y las perspectivas es de que siga creciendo.

Javier asume la presidencia de la asociación «con muchas ganas» porque cree que la unión del sector permitirá sacar todo su potencial. El hecho de que exista una Asociación en la provincia de Soria es una ventaja y un referente para las personas que quieren empezar a resinar y no lo han hecho nunca. Y permite también optar a ayudas específicas para resineros, como las planteadas en el borrador de la Junta de Castilla y León para hacer trabajos silvícolas en invierno. Le ‘acompañan’ en la directiva Jesús Esteban (resinero de Bayubas de abajo) para el cargo de secretario y Bouchaib Bouzgarene (resinero de Almazán) de tesorero. 

trabajo en conjunto

En las parcelas (Living Labs) seleccionadas para la experimentación (cuatro en castilla y León, uno en Castilla-La Mancha y otro en Extremadura) participan todos los actores de la cadena de valor de este producto, desde los propios resineros hasta las empresas transformadoras, pasando por los propietarios de los montes y las localidades donde se ubican. «Se trata de garantizar una innovación centrada en los usuarios y con un claro retorno sociocultural, ambiental y económico de la inversión realizada basado en la bioeconomía y el mantenimiento de los servicios ecosistémicos y de desarrollo rural», sostiene la coordinadora del proyecto. 

Así, en estos Living Labs propietarios, gestores, investigadores, resineros y la industria de transformación trabajan conjuntamente para innovar en los procesos de obtención de la resina; en los modelos profesionales que permitan una mayor rentabilidad a resineros y propietarios; y en la mejora de la trazabilidad en la cadena de valor de la resina que contribuya a ganar en transparencia del sector facilitando la toma de decisiones y la cooperación técnico-científica. El grupo operativo sobre todo incide en el trabajo colaborativo de todos los actores de la cadena de valor de la resina natural con un objetivo común: garantizar el mantenimiento y la sostenibilidad de la actividad.