El COVID-19 obliga a reinventar el Programa Intergeneracional de Alzheimer León
Una veintena de menores participan de las actividades programadas para este verano
La crisis sanitaria del COVID-19 ha impactado directamente en el Programa Intergeneracional de Alzheimer León , uno de los puntales de su filosofía de trabajo y uno de los proyectos más demandados por los ciudadanos. El coronavirus impide ahora la convivencia y los juegos entre niños y mayores, por lo que la asociación ha tenido que reinventado para dar respuesta a este verano “tan diferente” , señalan en un comunicado.
Los responsables de la Ludoteca Actívate Junior de Alzheimer León han variado la dinámica de trabajo habitual para cumplir con las exigencias sanitarias sin olvidar que niños y mayores se echan de menos. “Están acostumbrados a jugar juntos, a realizar talleres… Otros años iban cada semana juntos al mercado, disfrutaban en los huertos de la Candamia… Este año no puede ser”, recuerda Marina Diez Lagartos , responsable de la ludoteca de Alzheimer León.
Por eso, se han puesto en marcha videollamadas entre los niños de la ludoteca y los mayores y también se hacen encuentros, pero siempre a través de los cristales. “Los mayores nos preguntan mucho por los niños y les ha encantado verlos aunque sea al otro lado de la galería de cristal. Es muy estimulante para ellos. Los niños también nos demandan ese contacto. Por eso decidimos organizar videollamadas de forma habitual para que compartan su tiempo”, añade Diez.
En estos momentos una veintena de menores (aforo máximo), divididos en dos grupos de diez, disfrutan de las actividades programadas por Alzheimer León. Este verano, en vez de desarrollar la actividad en el Centro, lo hacen en las instalaciones municipales del Parque de los Reyes , junto a la asociación. También se utilizan numerosos espacios al aire libre: juegos de agua en el Parque de los Reyes, búsqueda del tesoro y rastreos en la Candamia, talleres de superhéroes y papiroflexia. En agosto se espera colgar nuevamente el cartel de ‘Completo’, siempre a la espera de que el COVID-19 “se convierta en un mal recuerdo y permita el próximo verano recuperar los abrazos entre niños y mayores”.