Diario de Castilla y León

VIÑA DAMMIS

El secreto de los nietos de Ito

90 hectáreas de la variedad verdejo y unas pocas botellas de vino blanco con DO Rueda, una aventura protagonizada por dos jóvenes viticultores de La Seca

Marga Vidal y Miguel Ángel Vidal con sus hijos Daniel y Sergio en la zanja donde se crió bajo tierra el vino de la uva de la propia viña.

Marga Vidal y Miguel Ángel Vidal con sus hijos Daniel y Sergio en la zanja donde se crió bajo tierra el vino de la uva de la propia viña.E.M.

Javier Pérez Andrés
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La historia no puede ser más interesante. Está protagonizada por dos jóvenes viticultores de La Seca. Una aventura secreta que verá la luz en unos días. Hablamos de una familia lasecana con mucho viñedo, unas 90 hectáreas de la variedad verdejo y unas pocas botellas de vino blanco con DO Rueda. Apenas unas 10.000. Y una sobredosis de pasión por la viticultura con un horizonte lleno de proyectos. El titular ‘El secreto de los nietos de Ito’ no es mío. Me lo regaló Marga, la madre de los dos jóvenes viticultores, ante la sonrisa cómplice de Miguel Ángel, el padre, también lasecano y viticultor. Precisamente hijo del abuelo de los chicos, Mariano Vidal, ‘Marianito’, de ahí el apodo cariñoso del diminutivo ‘Ito’ muy conocido en La Seca.

Esta es la clave de esta historia que por primera vez devuelve a las entrañas de la tierra de arcilla, arena y canto rodado, a la propia viña, las botellas con vino elaborado con las uvas que un día enveraron en la misma parcela. Resulta que los dos hermanos, Daniel y Sergio, que están al frente de las viñas y de la empresa de servicios en viticultura, tenían un secreto que solo conocían sus padres, la joven enóloga Paula Gómez y para de contar. Ellos se sienten orgullosos de ser la cuarta generación de viticultores en su pueblo, La Seca. Sin acabar de desvelar del todo este relato, resulta que las uvas de esos vinos enterrados proceden, en gran medida, de los majuelos que un día cultivó su abuelo “Ito”, están por los pagos de Fuente Elvira, El Tomillar, Poza la Veguilla, Valdegúndez y Las Lagunillas. Hasta dentro de unos días no se hará público el secreto de los nietos de Ito. Será todo un acontecimiento el descorche de las primeras botellas recién desenterradas. Han guardado silencio.

Nadie imaginaba donde estaba el tesoro enterrado y eso que las prácticas culturales, la vendimia y la poda han trascurrido sin que nadie se percatase de que bajo tierra descansaban botellas de vino. Todos guardaban silencio sepulcral. En uno de los líneos de la viña en espadera de 25 años edad media, doscientas botellas a dos metros de profundidad reposaban en las entrañas de la viña cubiertas de tierra durante ocho meses. Eso sí; vinos de uva verdejo de la añada del 2023 después de envejecer en barricas de roble francés más de un año. Toda una paradoja: la uva vuelve a su seno rozando las raíces de las cepas en jaulas de cristal. El resultado, un vino con todos los atributos de un verdejo, con abundantes notas frutales, buena acidez, volumen en boca y sensaciones táctiles del tiempo en duela y el afinado que el silencio del zulo artificial fue domeñando. La idea no es nueva.

Existen ejemplos en estancias bajo tierra, en un pozo, en el lecho de un rio, en el mar … pero, como dice Daniel, “somos pioneros en realizar una crianza en botella de un vino blanco de uva verdejo enterrado en la misma viña.” No tardarán en construir la bodega en la propia viña, donde tienen las naves de sus máquinas de vendimiar. Por ahora utilizan el espacio de una bodega de la DO Rueda en donde elaboran por separado su producción de uvas y envejecen en sus propias barricas. Por el momento comercializan vinos con la marca Dammis, un joven con DO Rueda y un Dammis selección especial, con precios que oscilan entre los 12 y los 20 euros por botella, a los que pronto se unirá el vino “desenterrado”: un verdejo de “tierra profunda” que dejará de ser anónimo y escondido para darse a conocer entre los consumidores, los paisanos y los profesionales. Suerte Dani y Sergio. Os la merecéis. Por saber guardar un secreto ‘confidencial’ y cultivar vuestras viñas en ecológico a 740 metros de altitud entre La Seca y Medina del Campo dentro de la DO Rueda.

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