Diario de Castilla y León

ALLÓ PARÍS

Tarta y bollería Très Chic

Esmeralda Atienza y David Authier abrieron en 2024 este obrador de repostería fina, aires coquetos y refinados

David y Esmeralda, un matrimonio de origen francés y raíces palentinas

David y Esmeralda, un matrimonio de origen francés y raíces palentinasLP

Publicado por
H. Martín 
Valladolid

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En la calle Mayor de Palencia se respiran nuevos aires afrancesados. El responsable es Allò París, un local coqueto, con ambiente très chic que abrió sus puertas en 2024 con recetas de repostería y alta pastelería de la capital parisina. “Mis padres son de Palencia, emigraron a Burdeos, he nacido y vivido toda mi vida allí, pero pasaba los veranos junto a mis abuelos y mi familia en Palencia. Me gustaba mucho la vida de aquí”, señala Esmeralda Atienza, la mitad de este dulce proyecto. Lleva 11 años junto a su pareja, David Authier, y decidieron emprender una nueva vida en la ciudad castellana a kilómetros de distancia de su país, pero cerca de la familia. “Mi pareja tuvo la oportunidad de montar un negocio en el extranjero de joven, en América del Sur, y no lo hizo por la edad; no queríamos perder la oportunidad de crear nuestra propia empresa. Decidimos abrir en Palencia porque era más fácil, teníamos casa, familia, conocíamos el ambiente, solo teníamos que concentrarnos en el proyecto”, explica.

El lugar elegido no pudo ser mejor, en la calle Mayor, en pleno casco histórico y centro comercial de la localidad palentina. Su idea era crear un ambiente acogedor, donde ofrecer pasteles franceses con la calidad de la materia prima de España. “Apostamos mucho por el producto de cercanía, recurrimos a las frutas frescas de calidad de cada temporada, empleamos huevos de campo, leche fresca y hasta la harina nos la provee una persona de aquí, de Palencia. Todo es producto de proximidad”.

UN DULCE ATELIER

En sus postres, tartas y bollería recurren a recetas parisiennes. “La pastelería francesa lleva menos dulce; no nos gusta que esté cargado de azúcar. Nos gusta, cuando pruebas una tartaleta de frutas, que el primer sabor sea el de la fruta fresca antes que nada. Cuando es temporada de higos, hacemos pastel de higos; en septiembre es época de disfrutar de las frambuesas”, matiza Esmeralda, que se encarga de las tareas administrativas mientras David es el responsable del obrador. Él se formó en escuelas de repostería en el país galo. Una formación que completó en distintas pastelerías.

El éxito de sus productos ha llegado enseguida entre la clientela. “El producto estrella son sin duda los croissants y tartaleta de frambuesa. También elaboramos un Saint Honoré de tres chocolates, con crema pastelera y chantilly. Tenemos clientes fieles que reconocen el trabajo que hacemos y les gusta probar cosas diferentes que no conocían, como los macarons”, comenta. El boca a boca ha calado hondo entre el público palentino y recientemente (en agosto, durante las fiestas de San Antolín) han abierto un nuevo establecimiento en el Paseo del Salón de la ciudad. “La gente nos demandaba un nuevo espacio donde tomar un té o un café de calidad. Decidimos abrir este segundo local y la verdad es que estamos muy contentos. La estética simula una joyería. Mi padre era joyero y de ahí la inspiración. La lámpara de cristal y el escaparate simulan los de una joyería en todo momento”, afirma. Su obrador y su salón de té han traído frescura, con aire de sofisticación y elegancia. Tanto es así que hasta reciben grupos de conversación en francés un día por semana. “Vienen profesores de francés con grupos de 10-20 personas y aprenden el idioma mientras disfrutan de un café y bollería. También hay clientes de mediana edad que estudiaron francés en su generación y les gusta saludarnos en francés”. No es extraño escuchar ¡Salut¡ , Bonjour o ¿Comment allez-vous? Un pequeño reducto francés en la meseta castellana. ¡Oh là là!

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