Las nuevas huestes del campeador

La inconfundible silueta de Rodrigo Díaz de Vivar se percibe ya , nítida, en el horizonte. Resuenan incluso los cascos de Babieca. El Cid cabalga, una vez más, y se dirige al galope a la que es su penúltima batalla triunfal: el más que consolidado Festival Burgos Cidiano, que celebra una nueva edición entre el 4 y el 8 de octubre. Un evento masivo en el que sus huestes, cidianos de todo el mundo rendidos a la leyenda, tomarán las calles de la capital burgalesa para celebrar al héroe. Porque en eso consiste, de hecho, esta cita «pensada para público familiar» que ha sido designada «de especial interés cultural por la Junta de Castilla y León». 

Así, la ciudad calienta ya motores para regresar al medievo, convertida en una suerte de plató, y abarrotar la agenda de locales y visitantes de actividades que bien pudo acoger allá por el siglo XI, en tiempos del Campeador.

En esta ocasión la figura del protagonista se funde con la del otro emblema burgalés, la Catedral, en un cartel que bajo el eslogan ‘La conquista’ busca evocar la recuperación de la absoluta normalidad postpandemia y llama a retomar de forma multitudinaria los espacios públicos. En ellos, grandes y pequeños podrán toparse con más de cien excusas para entregarse a la fiesta. Si es ataviado con sus mejores galas de época, pues mejor que mejor. No en vano dejarse llevar tiene premio. Y es que el festival incluye varios concursos -fotografía, decoración de establecimientos...- entre los que destaca el de vestimenta. Las mejores caracterizaciones individuales y de grupo, las más fieles y originales, optarán a sendos premios de 150 y 300 euros. Las bases de todos los certámenes pueden consultarse en la web burgoscidiano.com, donde también luce ya el programa completo.

La iniciativa crece cada año, alimentada por el interés al alza que la ha convertido en importante foco de atracción de visitantes, con el consiguiente notable impacto económico para la ciudad que ello supone.

En esta edición, como novedad, incorpora acción a raudales. Porque qué mejor que añadir combates medievales para elevar el realismo de tan particular viaje en el tiempo. 180 peleas tendrán lugar, ahí es nada, en el marco del I Torneo Internacional de un ‘arte’ que, bajo el título Las justas del Cid, reunirá a medio centenar de luchadores de clubes de toda Europa que competirán en cinco modalidades deportivas históricas. Los combates tendrán lugar en el campamento que se levantará junto al Teatro Principal en varios turnos (sábado 7, uno de 10 a 15 horas y otro de 17 a 20 horas, y domingo 8, uno de 9 a 15 horas). La entrada costará cuatro euros por turno y ya puede adquirirse en las taquillas de Cultural Cordón, el Teatro Principal o el servicio de Teleentradas.

No será la única innovación. Destaca también la que tendrá lugar en el paseo Sierra de Atapuerca, otro tradicional enclave de los campamentos cidianos a orillas del Arlanzón. Allí se ha reforzado la programación con dos espectáculos de recreación de dos batallas libradas por el Cid: Graus y el Castillo de Pazuengos. Se sumarán a las tres horas de competición de torneos a caballo y talleres de deportes medievales abiertos a la participación de niños que quieran probar sus habilidades con la azcona, la espada y el kubb.

El listado de atractivos que brinda este festival es larguísimo. Un nuevo mural -firmado por Sergare- lucirá para la ocasión en la calle Álvar Fáñez, el segundo impulsado por esta cita que ya el año pasado, de la mano del Gremio de Artistas Plásticos, plasmaba en la calle La Puebla el regreso del Cid.

Enriquecen ambos a modo de itinerario especial la habitual decoración medieval en las calles del centro, marco de excepción para actividades tradicionales como el afianzado espacio gastronómico a los pies del Complejo de la Evolución y el infalible mercado que tomará el Espolón, la plaza del Rey San Fernando y la plaza San Juan, refugio también de los más pequeños. Junto a ella, en el monasterio de idéntico nombre, dos exposiciones ahondarán en la medicina -y brujería- y la construcción en la Edad Media.

La parte académica, eje fundamental del festival, corre a cargo del congreso ‘Traspasando fronteras. Los límites del Cid en el imaginario colectivo ’. Con más de 150 inscritos, reunirá en el Fórum a los mejores especialistas cidianos del mundo durante los días 5 y 6 de octubre. 

Desfiles, talleres diversos, espectáculos itinerantes, pasacalles, teatro abarrotan el horario. El Club Grupo Ureta Tizona se encargará del pregón y la Fundación Menéndez Pidal recibirá el ‘Campeador de honor’ tras el desfile nocturno previsto el sábado. Uno de los más prestigiosos juglares del país, Crispín D’Olot, inundará de sentimiento cidiano las calles con sus interpretaciones e instrumentos. 

Y como la idea es que toda la ciudad se vuelque en la propuesta, comerciantes y hosteleros también se suman. Así, una decena de establecimientos del centro han puesto sus escaparates a disposición de 13 artistas locales para dar lugar a una singular exposición urbana al aire libre, inspirada, claro está, en el Cid. Por su parte, la Federación de Hostelería de Burgos participa en esta edición con una serie de catas temáticas denominadas ‘La conquista del Cid’ en las que se degustarán cuatro vinos de Ribera del Duero y Arlanza, que se vincularán con los mensajes e historias al hilo de la figura del héroe de leyenda.