Diario de Castilla y León

Pesquera, epicentro del vino

PESQUERA DE DUERO (Valladolid) Con treinta bodegas elaboradoras, Pesquera de Duero es uno de los pueblos con mayor concentración de etiquetas de vino emblemáticas 

19/04/2022. Pesquera de Duero (Valladolid). Panorámica de Pesquera de Duero. Photogenic/ Iván Tomé

19/04/2022. Pesquera de Duero (Valladolid). Panorámica de Pesquera de Duero. Photogenic/ Iván Tomé

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Henar Martín Puentes

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Las lluvias caídas en los últimos días han roto el guion de una primavera que se antojaba más calurosa de lo habitual en los pueblos de la Ribera del Duero. El camino que dirige desde Valbuena a Pesquera sigue el curso del río, columna vertebral que ha marcado con tinta la historia de estos pueblos privilegiados para la agricultura. A su paso serpentean bodegas emblemáticas que han escrito páginas de oro en la historia de la Ribera del Duero. Desde que se constituyera la denominación de origen hace ya la friolera de 40 años, mucho han cambiado las cosas en este cruce de caminos con abundancia de pastos y bosques. Aunque la expansión del viñedo ya trajo una época de prosperidad al Señorío de Pesquera durante el siglo XVI y XVII, el boom vivido en las últimas décadas ha cambiado la radiografía social y económica de Pesquera. «Alejandro Fernández fue el que puso el nombre del pueblo en el mapa mundial del vino», comenta José Luis Martínez Lubiano, alcalde de este municipio. Lleva 11 años dirigiendo los derroteros del consistorio y otros ocho como teniente de alcalde del municipio. Conoce como la palma de su mano cada una de las treinta bodegas emblemáticas que se asientan en el municipio pesquerano, siendo una de las localidades donde se vive y siente el vino de una manera especial, junto con Haro (La Rioja). UNA BODEGA POR CADA 16 HABITANTES

 Para que uno se haga una idea de la enorme repercusión que tiene la uva y la vid en este enclave hay que tener en cuenta los siguientes datos: El territorio de la Ribera del Duero está integrado por 118 localidades que, en su conjunto, superan los 60.000 habitantes. Son pueblos con una gran tradición vitivinícola que ni siquiera alcanzan los 1.000 habitantes. En el caso de Pesquera de Duero, donde el padrón apenas alcanza los 500 residentes (457 empadronados para ser exactos) cuenta con unas 30 bodegas elaboradoras ribereñas. Estamos hablando de un ratio aproximado de una bodega por cada 16 habitantes, una relación altísima teniendo en cuenta que la media en la Denominación de Origen es de una bodega por cada 200 habitantes. Este dato no solo convierte a Pesquera de Duero en uno de los pueblos de la Denominación de Origen Ribera del Duero con mayor número de bodegas inscritas, sino que es muy probable que también sea uno de los municipios con más bodegas elaboradoras de España, a pesar de su baja población. 

Se trata, en muchos casos de pequeñas bodegas familiares, algunas de ellas emblemáticas. Bodegas que van, por ejemplo, desde Emilio Moro hasta Tinto Pesquera, pasando por Dehesa de los Canónigos, Velvety Wines, Manchón & Mieres o Ascensión Repiso Bocos. 

Lo cierto es que Alejandro Fernández fue el gran embajador de Pesquera, un precursor que vio las bondades del terroir de este municipio. Ribera del Duero no se entendería sin la aportación de este visionario que puso los cimientos de lo que es hoy la denominación en la que están adheridas más de 300 bodegas con un total de 23.353 hectáreas de viñedo, algunos de ellos con más de 80 años. Un paraíso de historia, tradición que hunde sus raíces desde la época vaccea.  UNA MANERA DE VIVIR LA CULTURA DEL VINO

 El vino ha formado parte del carácter de las gentes de Pesquera de Duero y eso se nota en la forma de hablar. Lo han mamado desde la cuna, han sido testigos del nacimiento y eclosión de las bodegas más legendarias. Unos son viticultores, otros trabajan para bodegas y hay quienes simplemente viven de ello de forma indirecta, pero todos están relacionados de una u otra manera con el elixir de la tempranillo. Los recuerdos de la infancia están empapados en la tinto fino. «Cuando éramos pequeños nos daban para merendar pan con vino y azúcar», comenta José Luis mientras vislumbra una sonrisa. Su infancia la ha pasado en este pueblo con aroma a tempranillo. Conoció a José Moro durante su infancia en la escuela del pueblo y años más tarde le llamó para acompañarle en la bodega; trabaja desde el inicio en Bodegas Emilio Moro, una de las más consolidadas y con mayor proyección en el panorama vitivinícola actual. 

El santuario de la Virgen de Rubialejos es una joya barroca a la que los habitantes de Pesquera profesan devoción. Cada año, durante las fiestas patronales, su Virgen es sacada en carroza en romería hasta la iglesia de San Juan Bautista. / PHOTOGENIC / IVÁN TOMÉ

El santuario de la Virgen de Rubialejos es una joya barroca a la que los habitantes de Pesquera profesan devoción. Cada año, durante las fiestas patronales, su Virgen es sacada en carroza en romería hasta la iglesia de San Juan Bautista. / PHOTOGENIC / IVÁN TOMÉ

Cada fin de semana acuden a este municipio que se enclava en la comarca del Campo de Peñafiel numerosos turistas atraídos por la fama de sus vinos. «Tras la vuelta a la normalidad de la pandemia es impresionante. Vienen personas de todos los rincones. La mayoría son visitas a bodegas concertadas», comenta José Luis. 

El perfil del visitante es tanto nacional como internacional, tiene poder adquisitivo, valora el turismo enológico y muestra especial interés por el patrimonio cultural y artístico. En los últimos tiempos ha ido cobrando especial protagonismo los llegados de Latinoamérica. «México, Puerto Rico o Argentina se están posicionando como una gran potencia en el tema del enoturismo. Llegan desde Madrid con una agenda organizada de visitas a bodegas que incluye catas y en algunos casos, comida», comenta. 

La mayoría de los que se acercan lo hacen a través de distribuidores e intermediarios que se ponen en contacto con bodegas, encargadas de organizar la visita guiada, a la medida de cada visitante, que suele constar de paseo por el viñedo, en algunos casos el tour se realiza en 4x4, recorrido por la sala de barricas, cata y comida que incluye maridades gastronómicos. La época de mayor afluencia es la que comprende de navidades hasta el verano  aunque la época de vendimia es otro de los momentos álgidos donde se nota un ritmo frenético de personas en el municipio. 

La incorporación al consorcio de enorurismo de la Ruta del Vino de la Ribera del Duero ha servido para dar publicidad a los muchos encantos que guarda la zona. «Fuimos de los primeros municipios que nos acogimos a la Ruta del Vino, ha sido un gran escaparate, estamos muy contentos, pagamos una cuota al año y asistimos a una serie de reuniones; nos está  promocionando a niveles nacionales e internacionales», asegura. La celebración de Aranda de Duero como Ciudad Europea del Vino en 2022 o su proximidad a otras localidad históricas como Peñafiel o Valbuena de Duero han contribuido a favorecer ese impacto en el turismo

Durante la visita es imprescindible hacer parada en la plaza mayor porticada donde se encuentra el Ayuntamiento donde destaca su arco de de piedra del siglo XVII que la bodega de Alejandro Fernández convirtió en icono en sus etiquetas de vinos. Merece la pena fijarse en las casonas señoriales, en las que podemos encontrar escudos blasonados y fechas esculpidas en piedra que dan testimonio de la bonanza de estas tierras en época medieval. Entre sus monumentos encontraremos la Iglesia de San Juan Bautista, del siglo XVI, de puerta adintelada,  epicentro de la vida solcial de sus habitantes. Para conocer el interior del templo hay que concertar la visita con el párroco que custodia las llaves.  

 Si continuamos el paseo hacia las afueras del pueblo encontraremos la Ermita del Cristo del Humilladero, con un curioso bajorrelieve del Descendimiento en la fachada, y la Ermita de la Virgen de los Rubialejos, del siglo XVIII, cuyas fiestas se convocan en septiembre, con verbenas, juegos tradicionales y campeonatos deportivos. No podemos olvidarnos de mencionar el Cotarro de San Pedro donde se concentran las bodegas subterráneas, apiñadas en círculo y esparcidas por las laderas. Hoy es lugar de meriendas de amigos y pura arquitectura popular, pero no hay que olvidar que es el embrión de la poderosa industria vinícola que hoy se asienta en esta localidad.

GR14, UN SENDERO ENTRE NATURALEZA 

Uno de los grandes atractivos que ofrece Pesquera se encuentra en el itinerario que comunica la localidad con Peñafiel a través del GR 14. Un paseo de 8 kilómetros por las orillas del río Duero entre sotos, bodegas y pinares.

En las dos imágenes superiores se muestra el puente pasarela que se ha levantado en Pesquera, se trata de  uno de los mayores puentes de madera fabricados en España (el mayor de su categoría), con una longitud total de 106 metros, 3 metros de ancho, una luz máxima que supera los 50 metros y pesa unas 50 toneladas. Las barandillas dobladas en forma de barrica hacen un guiño a una de las principales actividades que riega el Duero: la producción del vino. Un desvío señalizado en el camino nos conduce hasta la zona arqueológica de Pintia, un yacimiento con gran riqueza patrimonial, con presencia de restos de las culturas vaccea, romana y visigoda.

PARA DORMIR

 HOTEL RURAL ENVERO:

C/ Cazo, 16 47315, Pesquera de Duero, Valladolid.

Tel.: 618 37 73 37

LA POSADA DE PESQUERA: 

C/ Arrabal Eras, 1. 47315 Pesquera de Duero (Valladolid)

Tel.: 983 870 175 / 650 939 559

fernando.rural@hotmail.com

www.posadapesquera.com

Cuenta con 13 amplias habitaciones, sala polivalente y zonas de descanso. 

CASA RURAL LOS BOTEROS:

C/ Real, 56. 47315. Pesquera de Duero (Valladolid)

Información y reservas: 

Fernando Diez Roman

Tel.: 650 939 559

 rubi.rural@gmail.com

HOTEL RURAL CANTAMORA: 

Ctra. De Valbuena, 12

47315 Pesquera de Duero (Valladolid)

Tel.: 652 875 790 / 637 469 508

reservas@lacantamora.com

www.lacantamora.com

PARA COMER

EL AMBIGÚ: C/ Arrabal Eras, 14, Pesquera de Duero.

EMILIO MORO: Ctra. Peñafiel- Valoria S/N. 47315- Pesquera de Duero de Duero, Valladolid

R-47-1213 

QUÉ VER

IGLESIA SAN JUAN BAUTISTA: Del siglo XVI, en piedra y de una sola nave. En el exterior destaca la puerta adintelada y las dos torres que se levantan al cielo, aunque una de ellas no se llegó a completar. 

PLAZA MAYOR PORTICADA: Centro neurálgico del pueblo, allí se encuentra el Ayuntamiento. Sirve como punto de partida para recorrer las calles del pueblo. Destaca el arco de entrada, símbolo de la localidad. 

CRISTO DEL HUMILLADERO: Del siglo XVII con una nave con cúpula y con un relieve del Descendimiento en la fachada, se encuentra justo en el cruce de la carretera que se dirige a Valbuena. 

VIRGEN DE RUBIALEJOS: Del siglo XVIII en estilo barroco, de piedra y mampostería. Se ubica a casi 2 kilómetros y discurre entre cruces que componen un fabuloso Vía Crucis. 

PINTIA: En la margen izquierda del Duero, Pesquera comparte con el municipio de Padilla de Duero, el gran complejo arqueológico de Pintia, uno de los más relevantes de Castilla y León. 

FIESTAS PATRONALES: Pesquera de Duero celebra sus fiestas por San Juan Bautista (24 de junio) y tiene como patrona a la Virgen de Rubialejos (7 de septiembre).

 

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