LA BODEGA | PUENTE DE LA VID (BURGOS)
Quinientos años viendo pasar el río
Bajo la imponente mirada del Monasterio de Santa María, el puente de La Vid se alza estratégicamente para sortear el Duero y unir las poblaciones de Langa y Vadocondes. De estructura sólida cuenta con once arcos de distinto tamaño y solo los dos centrales son más altos. Los dos arcos de los extremos están cegados, los tajamares son angulares y los espolones cuadrados.
Su construcción se remonta al primer tercio del siglo XVI y se relaciona con un encargo del cardenal López de Mendoza, quien quería facilitar la comunicación de los condes mecenas de Peñaranda con la comunidad premonstratense y a su vez tender más lazos de comunicación por el camino real a Soria (hoy en día la carretera N-122). Sin embargo, su construcción fue todo un reto. De hecho, tuvieron que pasar noventa largos años para que el ansiado puente viera la luz. Fue en 1622 con el abad de La Vid, Fray Federico Ramírez Velázquez.
Tampoco duró mucho la alegría. Las graves y persistentes riadas de los años 1657 y 1658 destruyeron buena parte de la infraestructura. Aunque como primera solución se acondicionó con maderas, la remodelación completa no se desarrolló hasta 1741, bajo el gobierno en la Abadía de Fray Francisco Pérez Vallines. Las obras finalizaron, según recuerda el bibliotecario del Monasterio, el padre Serafín de la Hoz, en 1780.
LAGAR
A pocos metros de este tesoro histórico se localiza uno de los recursos enoturísticos de la comarca, el Lagar de Isilla; una bodega elaboradora con 45 hectáreas de viñedo y una producción aproximada de 300.000 botellas. El proyecto se completa en La Vid con un hotel- restaurante que pronto dará la bienvenida a un spa del vino. En su carta, la carne ocupa, junto al vino, un papel protagonista y merece la pena estar atentos a sus jornadas del chuletón que celebrará el mes de marzo.
El origen de esta bodega se sitúa en Aranda de Duero, en plena calle Isilla, donde en 1995 la familia Zapatero-Pinto acondicionó la bodega subterránea del siglo XV. Allí, a doce metros de profundidad, elaboró las primeras 50.000 botellas. Hoy ya consolidados en La Vid, la bodega histórica sirve de reclamo para su restaurante arandino, el Lagar de Isilla. Sus pinchos son una auténtica delicia.
La Casona de La Vid tiene como chef a lberto García, el chef que borda el equilibrio entre el lechazo asado, las carnes rojas, la morcilla y otras preparaciones tradicionales con una versión más moderna en menús degustación por una franja de precios cercana a los 40 o 50 euros que, en ocasiones, incluyen maridaje con los vinos de la propia casa. El menu diario cuesta 15 euros y según Pilar Zapatero, hija del fundador, es la clave para dar servicio a todos los públicos.
Si continuamos el recorrido por la Ribera del Duero burgalesa, la comarca conserva otros puentes de interés como el puente del ferrocarril de Vadocondes, diseñado en 1892 por Theóphile Seyrig (socio de Gustave Eiffel, que ganó el concurso para ejecutar todos los puentes metálicos sobre el Duero de esta línea férrea). A pesar del evidente deterioro, todavía es posible pasear por los pasillos laterales de las vías, protegidos por barandillas.
En Langa de Duero se encuentra un puente de piedra de unos cien metros; una obra encargada, dicen, por el Conde de Miranda aunque algunos historiadores hablan de un origen romano. Consta de doce arcos y grandes sillares de piedra caliza. Es el único que cruza el Duero entre San Esteban de Gormaz y la localidad burgalesa de La Vid.
Más puentes. Esta vez en San Esteban de Gormaz. Allí aguarda un importante puente medieval de piedra con 16 ojos. Su dimensión alcanza los 200 metros y al estar en una zona bifurcada da paso a dos cauces del río Duero. En la actualidad es un puente muy transitado ya que, es el único que une las dos orillas de San Esteban de Gormaz.
La última parada de este particular viaje se sitúa en Aranda de Duero, la próxima Capital Europea del Vino 2020. Allí esperan con paciencia dos puentes: el viejo, cuyo origen se remonta al siglo XII y el nuevo, inaugurado en 1987, con el fin de aligerar el tráfico del primero. Para terminar la visita de la mejor forma, nada mejor que un lechazo asado en horno de leña, un vino de la denominación de Origen Ribera del Duero y la famosa torta de Aranda. Eso sí tengan cuidado no vayan a revivir la jota castellana: «por el puente de Aranda, se tiró, se tiró…».
DIRECCIÓN : C/Camino Real 1, 09471, La Vid, Burgos
TFNO : 947.530.434
WEB: www.lagarisilla.es - hotel@lagarisilla.es
EMPRESA: Bodega Lagar de Isilla . La Casona de la Vid.
RESTAURANTE : Menú desgustación desde 40E. Menú del día: 15E
ELABORACIÓN : Producción 250.000 botellas. Viñedo propio 40 hectáreas
MERCADO : Nacional 20%, Exportación 80% (a más de 20 países)
MARCAS: LAGAR DE ISILLA. Albillo, Verdejo, rosado, Joven, Roble, Gestación, Crianza, Reserva, Vendimia Selección. PARAJE PEÑALOBOS. PARAJE VALDELACUEVA. COLECCIÓN ESPECIAL RESERVA DE LA FAMILIA.