Diario de Castilla y León

Hidratos de carbono a la carta

El colectivo ADIVA impulsa una iniciativa pionera para que los restaurantes midan los carbohidratos de los platos para añadir este dato a los menús, ofreciendo esta información a las personas con diabetes.

Publicado por
Estibaliz Lera

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Comer fuera no siempre es fácil para las personas que padecen diabetes, ya que tienen que solicitar la composición nutricional de cada uno de los platos que van a disfrutar o preguntar qué llevan, de qué están hechos, cuál es el principal ingrediente, si las salsas llevan azúcar… ¿Por qué? Es clave recoger toda esta información para no llevarse un buen susto. De esta manera, podrán controlar lo que comen y disfrutar de los alimentos con moderación. 

Para facilitar este camino la Asociación de Diabetes de Valladolid (ADIVA) trabaja en el impulso de una iniciativa pionera para que los restaurantes midan los carbohidratos de los platos y añadan estos datos a la carta. «Con diabetes es imprescindible llevar una alimentación saludable y equilibrada, pero a diferencia de otras patologías, aunque hay alimentos más recomendables que otros, no supone intolerancias ni limitaciones alimenticias. En cambio, si es necesario llevar un conteo de los hidratos de carbono de cada comida del día, para poder calcular la dosis de insulina que necesitamos para cubrir esa comida», explica Javier García Iglesias, presidente de la Asociación de Diabetes de Valladolid.

En esta línea, comenta que las personas que sufren esta dolencia siempre cocinan utilizando la báscula para pesar y contar los hidratos tanto al cocinar platos elaborados como a la hora de comer si son carbohidratos no cocinados, como puede ser el pan y la fruta. «En las comidas fuera del hogar, la dificultad reside en que, aunque se conozca la lista de ingredientes, algo que no siempre es así, se desconocen las cantidades usadas y que finalmente forman parte de un plato o de una ración individual de comida, así como la cantidad de hidratos de carbono que, en definitiva, son ingeridos», expone. 

Añadir el dato de los carbohidratos a los menús es, a su juicio, fundamental para que las personas con diabetes tomen las medidas necesarias cada vez que coman fuera de casa, como decidir la cantidad de insulina que deben suministrarse para cubrir esa comida y anticipar, si fuera necesario, esta inyección antes de que llegue el plato a la mesa.

Con Diabetes a la Carta –así se llama el proyecto– aquellos establecimientos hosteleros que quieran formar parte de la iniciativa, recibirán el asesoramiento directo por nutricionistas del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Castilla y León que, a partir de la información proporcionada por los hosteleros (menú, listado de ingredientes y cantidades), determinará las raciones de hidratos de carbono que se deberán señalar en la carta para cada uno de los platos analizados. De esta forma, asegura García Iglesias, comer fuera de casa dejará de ser un juego de azar para las personas con diabetes.

En este sentido, el presidente de la Asociación de Diabetes de Valladolid comenta que las personas con diabetes tipo I, sobre todo aquellas que han comenzado en los últimos años a convivir con esta patología, reciben formación diabetológica, con mayor o menor nivel de detalle, para un mejor control de la enfermedad. Esta formación incluye el contaje de raciones de hidratos de carbono según cada alimento, el conocimiento sobre el índice glucémico, el nivel de rapidez de absorción de los alimentos por parte del cuerpo, la combinación más equilibrada de alimentos de cara a mantener los valores de glucosa en sangre en rangos óptimos para la salud... Este conocimiento se aplica en los hogares, en todas las ingestas que se hacen al cabo del día, puesto que la insulina que es necesario administrar, depende, entre otras cosas, de estos factores. 

Las cartas de los restaurantes adheridos, además de la información nutricional, irán acompañadas de un código QR con enlace a la web de Diabetes a la Carta, que facilitará la información completa del proyecto, todos los establecimientos que forman parte de la iniciativa, así como diferentes vídeos y consejos nutricionales relacionados con la diabetes.

Una idea que, según relata García Iglesias, surge de una necesidad y no de un capricho. «Llevamos años viendo como la hostelería se adapta a otras patologías e intolerancias y, en cambio, no lo hacía para la diabetes, a pesar de que solo había que llevar a cabo unos sencillos pasos que no requieren modificar alimentos ni su forma de cocinarlos. Cada vez que salimos a comer fuera de casa, que nos invitan a eventos o celebraciones tenemos que estar muy pendientes para elegir los platos y calcular al azar la cantidad de hidratos de carbono. Un pequeño error de cálculo de la dosis de insulina supone un desajuste en el control glucémico que costará unas horas volver a estabilizar. Un error mayor en la dosis de insulina puede suponer un episodio de hipoglucemia o hiperglucemia mayor», detalla para, a renglón seguido, añadir que esta condición no solo afecta a la persona con diabetes sino también a su entorno, por lo que esta iniciativa facilitará la vida de muchas personas.

De cara al futuro quieren ampliar este proyecto más allá de la hostelería y conseguir cubrir esta necesidad en otros espacios tan necesarios como son los comedores escolares, hospitales y residencias de personas mayores. La misión de ADIVA es, incide su presidente, apoyar, ayudar y asesorar a las personas con diabetes de la provincia de Valladolid en todos los aspectos relacionados con la enfermedad. Además, son los interlocutores principales con la Administración pública y con todas aquellas entidades que puedan jugar un papel clave tanto a nivel local como regional para lograr una mayor visibilidad y reconocimiento de esta dolencia, así como una mejora de la calidad de vida de pacientes y familiares. 

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