Colegio Lourdes: priorizando la salud mental

La batalla por la salud mental entre los adolescentes se halla en pleno auge, y los colegios deben estar en la primera línea de defensa. Más que nunca, es imperativo no sólo reconocer sino también abordar de forma activa los desafíos emocionales a los que se enfrentan los alumnos. En esta cruzada, la escuela debería de ser un aliado indispensable. La adolescencia es la etapa de los cambios, no solo físicos y biológicos, sino también emocionales y sociales. Y, sin duda alguna, son estos últimos los más importantes. En esta etapa crucial es donde se producen los cambios y transformaciones más significativas de la vida, pues los jóvenes y adolescentes están moldeando su identidad y tomando decisiones que afectarán a su futuro. 

La salud mental durante esta etapa de crecimiento es fundamental para el bienestar integral en los años venideros. Los ‘trastornos mentales’ entre nuestros adolescentes y jóvenes han ido en aumento en los últimos años. Factores como la presión académica, la búsqueda de aceptación social y el uso de las Redes Sociales han contribuido a desafíos emocionales significativos. No se exagera si se dice que forman un cóctel explosivo para la salud mental de los adolescentes de hoy. Tratar estos problemas desde la raíz ayudará a garantizar el desarrollo saludable de los alumnos. Por ese motivo, consideran importante ofrecer desde la escuela un enfoque educativo integral que no sólo desarrolle la mente, sino también la escucha del cuerpo y de las emociones, cultivando la actitud de resiliencia y la búsqueda de sentido vital desde una mirada transpersonal.

El Colegio Lourdes lleva mucho tiempo siendo testigo de estos problemas de salud mental y han tratado de atenderlos de una manera integral y coordinada con otros profesionales. Por ese motivo, desde hace más de quince años incluyen en su Proyecto Educativo el tema del acompañamiento personal de los alumnos. La salud mental se ha convertido en una prioridad para los profesionales de este centro, de tal modo que este Colegio no es solo un lugar para adquirir conocimientos académicos, obtener unos estudios de alto nivel o alcanzar unos buenos resultados para ir a la universidad, sino que fundamentalmente es un lugar donde ofrecen una formación integral cuidando el acompañamiento y el crecimiento personal de los alumnos. «Creemos que dar prioridad a la salud mental en el entorno educativo, no solo es un beneficio para los alumnos sino también una contribución a la sociedad para tejer redes de ayuda y solidaridad». 

¿En qué consiste el proyecto del Cuidado de la salud mental en el Colegio Lourdes?

En primer lugar, desde hace ya más de quince años, tienen establecido programas de concienciación sobre salud mental en el horario escolar. Realizan sesiones regulares donde abordan temas como el estrés, la ansiedad y la gestión emocional y, con ellas, proporcionan a los alumnos las herramientas necesarias para afrontar los desafíos a los que se enfrentan a diario. Desarrollan sesiones prácticas de autoconciencia y relajación (mindfulness y yoga) con la intención de ayudar a los estudiantes a reducir el estrés y mejorar su bienestar emocional. 

En segundo lugar, han creado la figura del acompañante personal, que lleva en el Colegio más de una quincena de años. “Se trata de una persona adulta cercana al alumno, normalmente profesor de la etapa educativa, dispuesta a escuchar a los alumnos que se le confían, en las horas que ambos acuerden. Esta persona es elegida por el alumno, ya que se trata de que sea alguien de su confianza, con quien se sienta a gusto para dialogar sobre aquello que le preocupa en un ambiente relajado y de seguridad», explican desde el centro. 

En tercer lugar, han creado el ‘Espacio de Escucha’. Este es un proyecto desarrollado durante este último curso como respuesta a los problemas mencionados al comienzo. «Se trata de un espacio seguro y de confidencialidad donde los alumnos pueden expresar sus preocupaciones en cualquier momento, acudiendo a este lugar en el instante que lo necesiten. Es como un refugio en medio de la tormenta. Es un espacio para la prevención e intervención en situaciones en las que se requiera una atención prioritaria, tales como estrés o ansiedad, distintos estados de ánimo, abuso, adicciones… En definitiva, lo que se quiere es que el alumno se sienta escuchado y atendido. Este espacio está gestionado por una persona competente y preparada para tal fin, coordinada con la orientadora y enfermera, para posibles derivaciones a otros profesionales de la salud». 

Y, en cuarto lugar, piensan que la implicación y la participación de los padres en este tema es fundamental. Para ello, han creado talleres educativos para padres y profesores con el fin de proporcionar a los mismos las herramientas necesarias para identificar signos de problemas emocionales en los alumnos. La colaboración familia-colegio es la clave del éxito. «Trabajar en equipo es una garantía de éxito o, al menos, ofrecernos un apoyo mutuo para sacar adelante a quienes están en el centro de nuestras preocupaciones: nuestras generaciones más jóvenes», subrayan desde el Colegio Lourdes. 

En resumen, la salud mental en la adolescencia no puede ser subestimada, no solo es una conversación necesaria, sino una acción imperativa y la educación desempeña un papel clave en su promoción. Con el hecho de haber implementado proyectos específicos en este centro educativo, creen que están contribuyendo significativamente a la formación mental de sus alumnos, preparándolos para que enfrenten los desafíos de la vida con resiliencia y fortaleza emocional.