Innovar hacia otro modelo energético

La combinación de proyectos que buscan alternativas innovadoras para cambiar los procesos tradicionales y avanzar hacia un modelo energético más sostenible es una tendencia cada vez más demandada por las empresas, las administraciones, Europa y, de manera indirecta, todos y cada uno de los ciudadanos. El planeta busca reducir la dependencia de los combustibles fósiles y mitigar los efectos perjudiciales del cambio climático, tan patentes en el día a día. 

Desde su origen, en 1994, el centro tecnológico CARTIF, con sede en el Parque Tecnológico de Boecillo (Valladolid), aúna esfuerzos para conseguir aplicar innovación y tecnología, su principal valor, al sistema energético, con el fin de conseguir una economía baja en carbono, reducir emisiones de gases de efecto invernadero y cerrar el ciclo de vida de los productos, y, en definitiva, trabajar hacia un futuro energético más limpio y sostenible, respetuoso con el entorno y que genere nuevas oportunidades de negocio que permitan obtener un beneficio económico.  COMBUSTIBLES ALTERNATIVOS AL USO DE COMBUSTIBLES FÓSILES

A lo largo de sus casi 30 años de historia, el centro tecnológico CARTIF ha estado muy vinculado a la sostenibilidad y al desarrollo de procesos con un perfil ambientalmente favorable. En este momento, en pleno proceso de transición de modelo energético basado en la descarbonización, CARTIF sigue apostando por esta filosofía a través de la puesta en marcha de distintos proyectos para el desarrollo de combustibles alternativos al de origen fósil.

El biohidrógeno y el biometano producidos a partir de residuos orgánicos se presentan como una alternativa prometedora en un nuevo modelo energético más sostenible. CARTIF está involucrado en varios proyectos de esta temática, como ECLOSION o ALL TO GAS, para investigar y desarrollar tecnologías que generen estos gases renovables a partir de biomasa y residuos orgánicos contribuyendo a la reducción de gases de efecto invernadero. Los procesos de purificación de estos gases son también relevantes, y en ese ámbito el proyecto CONTACT GAS emplea contactores de membrana para la purificación de los mismos en unas condiciones más eficientes que las que se logran con métodos convencionales.

El desarrollo de nuevos biocarburantes y carburantes avanzados de baja y/o nula huella de carbono es también clave para cumplir los objetivos de descarbonización del transporte que recoge la ley, y lograr los objetivos de reducción de emisiones de CO2.

El equipo investigador de CARTIF aplica una gran variedad de procesos, que van desde los termo-catalíticos, bioprocesos de hidrólisis y fermentaciones avanzadas para obtener precursores químicos y combustibles líquidos y/o gaseosos de baja huella de carbono.

Algunas de las actividades que se están desarrollando presentan un alto grado de novedad tecnológica, como los procesos de fermentación de CO2 y mezclas de CO2/CO/H2, en lo que se llaman los procesos de fermentación gas-líquido, y procesos de fermentación en cascada. Estos procesos permiten utilizar el CO2 como fuente de carbono para llevar a cabo la biosíntesis de productos de base como ácido acético, alcoholes C1-C4, y su posterior transformación en hidrocarburos de cadena larga, como lípidos/triglicéridos que se pueden utilizar para formulación de combustibles sostenibles. Proyectos como BIOSFERA o CO2SMOS despliegan estas tecnologías, mientras que los proyectos H2METAMO o CATCONVERS se centran en el empleo de catalizadores para favorecer estos procesos. IMPLICACIONES EN EL SECTOR DE LA MOVILIDAD

Además de la actividad relacionada con los combustibles alternativos de origen no fósil, CARTIF trabaja intensamente en el proceso de reciclado de baterías del sector automoción. En los últimos años, el reciclado de baterías ha adquirido gran importancia debido al aumento en el uso de vehículos eléctricos. Proyectos como REBELION, BATERURGIA y FREE4LIB se han enfocado en encontrar soluciones sostenibles para el tratamiento de baterías en desuso, aplicadas tanto a los materiales críticos (como Litio, Cobalto, Níquel o Manganeso), hasta a los propios plásticos que componen la carcasa, desarrollando un proceso de valorización integral. En estos procesos se aplican técnicas de ultrasonidos, tecnologías de reciclado directo e hidrometalúrgicos.  CALIDAD DEL AIRE

La actividad de CARTIF en relación a la mejora de la calidad del aire está ligada, entre otros, a la sostenibilidad en el sector de la movilidad, especialmente en entornos urbanos, trabajando tanto en soluciones como en sistemas de monitorización. La monitorización de los contaminantes más conocidos actualmente (partículas, dióxido de nitrógeno y ozono) presenta un doble reto: por un lado, disponer de información lo más amplia posible para detectar las zonas de la ciudad con una mayor necesidad de actuación y, por otro lado, localizar las fuentes de emisión de contaminantes más problemáticas y enfocar las actuaciones en ellas. En este sentido proyectos como LIFE GySTRA o el proyecto Horizonte 2020 NEMO han permitido a CARTIF situarse a la vanguardia de este tipo de monitorización. 

Por otro lado, es necesario apoyar con soluciones que ayuden a mejorar la calidad del aire, especialmente en entornos urbanos. En proyectos Horizonte 2020 coordinados por CARTIF, como NEMO o URBAN GreenUP, se han creado pilotos de una barrera multipropósito que reduce niveles de ruido y captura contaminantes del aire y un sistema de biofiltro incluido en un jardín urbano que captura los contaminantes emitidos por un aparcamiento público subterráneo.

Uno de los siguientes retos en los CARTIF está embarcado es el desarrollo de sistemas de biofiltros para chimeneas de calderas de biomasa de forma que su uso en entornos urbanos no presente problemas para la calidad del aire, especialmente pensando en las calderas comunitarias. 

CARTIF aborda la transición energética desde múltiples facetas, desde el uso de residuos para generación de combustibles sostenibles, la gestión y reciclado de baterías en un contexto enfocado al vehículo eléctrico, y la monitorización y mitigación de emisiones en entorno urbano vinculadas al consumo de combustibles.

Asimismo, CARTIF acaba de invertir en nuevo equipamiento que permite la determinación de compuestos orgánicos volátiles a niveles de trazas en aire. Dentro de la línea de investigación de calidad de aire, se buscará identificar marcadores de materiales y actividades contaminantes que nos permitan detectar de forma remota fuentes de emisión de contaminantes no controladas y que puedan estar afectando a la salud de las personas.