El recorte de la UE en la PAC deja a Castilla y León con mil millones menos para el campo

Malestar entre los agricultores y ganaderos de Castilla y León por la última propuesta de la Comisión Europea ante el próximo periodo de la Política Agraria Común 2028/2034, cuya negociación da sus primeros pasos. El órgano de la UE se plantea recortar 10.000 millones de euros para toda España en esos seis años, lo que se traduciría en una pérdida de alrededor de 1.000 millones de euros para los profesionales del campo de las nueve provincias de la Comunidad autónoma.

Se trata de un recorte que, en un principio, perjudicaría enormemente al sector agrario, y en un segundo escalón pronto terminarían pagando todos los ciudadanos, que encontrarían los alimentos más caros en todos los supermercados. Y es que a menudo parece se les olvida a los políticos de Bruselas la razón primigenia por la que nació la PAC: que los europeos dispusieran de alimentos suficientes y a precios asequibles, y se alejara el fantasma de las crisis alimentarias.

Todas las Organizaciones Profesionales Agrarias (Opas), sin excepción, han salido al paso de los anuncios para rechazar los recortes de la PAC, cuyas primeras propuestas para el nuevo marco financiero plurianual y reforma presentó oficialmente la Comisión Europea el pasado 16 de julio. Esta misma semana fue UPA Castilla y León la que salió primero a la palestra para calificar de «inaceptable» el sobre nacional de la PAC que asigna la Comisión Europea a España, conocido el pasado jueves, puesto que «supone un recorte de 10.000 millones de euros para España en el próximo periodo 2028/2034».

La propuesta de la Comisión Europea para España es de 37.235 millones de euros, informó la Opa, por lo que esto supone «perder» la friolera de 10.000 millones de euros respecto al actual periodo más la inflación, lo que representa un «tijeretazo cruel que traería gravísimas consecuencias al sistema alimentario de España y del resto el continente», asegura UPA Castilla y León. Ante esta «nefasta noticia», UPA exige al Gobierno español que intensifique sus presiones ante la Comisión Europea para corregir esta propuesta y fortalecer la PAC.

UPA considera «un despropósito» la propuesta de Europa, y recuerda que esta reducción, de llevarse a cabo, «sería un paso más en un proceso de adelgazamiento del presupuesto de ayudas al campo que comenzó en los años 80 del pasado siglo. En los últimos 40 años, la PAC ha pasado de suponer el 73,2% en 1980 a cerca del 24,6% en 2023, y con este nuevo varapalo el porcentaje se quedaría en torno al 20%», lamenta la Opa.

Por su parte, la Opa mayoritaria en Castilla y León, Asaja, también rechaza de plano el presupuesto del nuevo marco de la PAC. El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, asegura que existe «un riesgo cierto de desmantelamiento de la PAC como política común y que sean los Estados o incluso las comunidades autónomas las que orienten la política y las ayudas, y eso significa que las regiones más ricas tendrán más apoyos que el resto», apuntó en el arranque de las negociaciones. «Parece que Bruselas está diseñando una PAC que no es ni agraria, ni común, solo le queda ya la ‘P’ de política, y eso es muy grave, porque desplaza a los agricultores y ganaderos y además no garantiza la soberanía alimentaria de todos los europeos. ¿Qué relevo generacional puede favorecerse en estas condiciones?», se preguntó Dujo.

Asaja Castilla y León manifiesta su «rechazo absoluto» al marco 2028/2034 de la PAC propuesto por la Comisión Europea, que plantea reducir el presupuesto global de la PAC de 387.000 a 302.000 millones de euros para toda la UE, lo que supone un recorte superior al 22%. Rechaza también que «se elimine su estructura autónoma para integrarla en un fondo multisectorial junto a otras políticas como defensa, migración y empleo».

Ámbitos

Castilla y León recibe actualmente alrededor de 1.200 millones de euros anuales, de los que 950 millones pertenecen al primer pilar (ayudas directas) y 250 millones al segundo (desarrollo rural). Con este nuevo modelo, esta dotación «está seriamente amenazada y podría verse reducida o incluso desviada a otros ámbitos políticos», lo que afecta de forma directa a los fondos de la Comunidad autónoma.

«Desde que asumió la presidencia de la Comisión Europea, la representante del Partido Popular Europeo, Úrsula von der Leyen, ha mostrado un total desprecio por el mundo rural. No ha mantenido ni una sola reunión con agricultores ni ganaderos y ha tomado decisiones clave desde despachos ajenos al campo», lamentan en la organización. «Con esta propuesta, pretende enterrar la PAC y poner en riesgo la soberanía alimentaria de Europa», remarca Asaja.

No es menos crítica Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) a través de su organización estatal, Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, que, ante el anuncio del nuevo marco financiero plurianual, hizo una primera valoración «muy negativa». A juicio de la organización, esta propuesta representa «un retroceso inaceptable en el respaldo político y financiero al sector agrario, antesala de su desmantelamiento».

Según analiza Unión de Uniones, «se constata que el volumen de gasto comprometido para la Política Agraria Común (que incluye igualmente la política de pesca) para el período de programación 2028-2034 sería de 295.699 millones de euros; lo que representa 90.067 millones de euros menos, esto es un recorte del 23,4%, en relación a los compromisos del vigente marco financiero que suponen 385.766 millones de euros».

«Hablan de modernizar, de integrar, de simplificar, pero lo que hacen es meter la tijera al medio rural y a la agricultura», denuncian desde la organización. Uno de los cambios estructurales más preocupantes es «la pérdida de personalidad política y financiera de la PAC, que quedaría integrada en un gran fondo común junto a otras políticas (cohesión, empleo, migraciones, desarrollo territorial…). Esta integración supone, de hecho, una vulneración del Tratado de Funcionamiento de la UE, que establece que la PAC debe ser una política común con identidad propia y común a todos los estados miembros», subrayan desde Unión de Uniones.

También deplora la cuestión el coordinador de Coag Castilla y León, Lorenzo Rivera: «Aunque no deja de ser una propuesta que tendrá que debatirse y negociarse entre los 27 países miembros de la UE y en el Parlamento Europeo, deja claro por dónde van las líneas maestras para los presupuestos de la Unión Europea en un futuro próximo. Aunque todos sospechábamos que la inversión en defensa podría afectar a otras partidas de este marco financiero, no imaginábamos que afectara tan directamente a los fondos de la agricultura».

Coag Castilla y León alerta de que la nueva propuesta presupuestaria de la Comisión Europea supone «un ataque frontal al campo europeo» y «un punto de inflexión histórico en el modelo de integración comunitaria». «La UE ha decidido sacrificar la PAC en el altar de la geopolítica y el pago de la deuda de los fondos Next Generation. Los hechos marcan prioridades: entre tractores y tanques, entre futuro para los jóvenes agricultores y misiles para blindar fronteras, entre alimentación y defensa, Von der Leyen ha elegido recortar un 22% los fondos agrarios y multiplicar por 5 el gasto militar. Es inaceptable», denunció Rivera.