JUAN MOLAS, PRESIDENTE DE LA MESA DEL TURISMO DE ESPAÑA
"El turismo es la única alternativa para los pueblos vaciados de Castilla y León"
El máximo responsable de la Mesa del Turismo asegura que "el caos en Renfe este verano obliga a que pongan a alguien suficientemente cualificado para atender las necesidades del sector y que a Puente le busquen otro destino"
El presidente de la Mesa del Turismo de España, Juan Molas, reabre un debate que está muy presente en la sociedad española desde hace tiempo y que en el último año se ha convertido en un tsunami. Queremos turismo?, pero, como?. Pisos turísticos, legales e ilegales, turismofobia, las caravanas por doquier, la masificación de zonas protegidas, y un largo etcétera que amenaza a un sector con el que nos situamos entre los tres primeros del mundo. Molas da unos datos, que como mínimo tienen que hacer pensar. El turismo representa en 2024 un PIB general del 20%, y aún no nos hemos recuperado completamente de los tiempos de la pandemia, cuando se desplomaron 74 sectores, arrastrados por el gran bajón en la llegada de turistas. En 2023, el turismo aportó cerca de 50.000 millones de euros de saldo positivo a la balanza de pagos.
Los graves problemas en el transporte ferroviario en los últimos tiempos y la falta de soluciones a la inmigración descontrolada ponen en serias dificultades al sector, reconoce Molas. A esto se suma, los dos millones de plazas ilegales existentes, es un tema «muy preocupante, la lacra número uno», que generan además un problema de seguridad, sin control del turista, sin ficha policial, ni control fiscal, matiza. «Es un momento de buscar soluciones, la solución no es prohibir, ni poner trabas, ni cupos, tiene que haber una fórmula de convivencia entre el residente y el visitante, que no será fácil, pero que hay que intentarlo».
Las colas en las estaciones de tren, las averías, los incidentes, los retrasos....Molas es tajante: «Es una vergüenza que en el Siglo XXI los perjuicios a los usuarios, a los ciudadanos sean de este nivel, y que el Gobierno no tenga la capacidad de buscar una solución. El presidente Sánchez debería tomar cartas en el asunto, y lo primero, a ver que hace el ministro del ramo, Óscar Puente, que si no sirve para esto, que le busquen otro destino, pero que pongan a alguien suficientemente cualificado para atender las necesidades».
En cuanto a la inmigración descontrolada opina que es «una mala imagen». «También es lamentable que no haya capacidad y voluntad política para buscar una solución de una forma determinante y absoluta».
Molas estima que Europa no hizo los «deberes» con África en su momento y «la gente busca supervivencia, jugándose la vida, porque muchos mueren en el intento».
La Mesa del Turismo de España es un grupo apolítico, de encuentro, diálogo y creación de estados de opinión formado por las principales empresas y profesionales del sector en nuestro país. Molas, barcelonés de 72 años, sustituyó hace 4 años a Abel Matutes, un gran conocedor del sector. A los 20 años ya dirigía un gran hotel y parece que tiene las cosas muy claras.
El pasado año solo el turismo internacional alcanzó los 85 millones de visitantes. En el presente ejercicio podemos pasar de los 95 millones, y el gasto medio se incrementará entre un 10% y un 11%.
Las manifestaciones contra los turistas en algunos puntos de España nos tienen que hacer reflexionar, dice. «Cuidado con las cosas del comer, hay 3 millones de empleos en el sector, un sector muy sacrificado que empezó desde abajo, picando piedra. No hay que ir contra el turista en general, ha sido, es y será siempre bienvenido. Hemos observado que hay determinados grupos dirigidos por partidos políticos que no gobiernan en aquellas comunidades autónomas que se están manifestando. Seamos serios, no hagamos la crítica permanente por la crítica, veamos alternativas, busquemos soluciones».
Molas es pragmático y considera que España no está en ninguna competición de turismo; «Preferimos hablar de pernoctaciones, de gasto medio, de formación, de que el sector privado y el público tengan mayor coordinación y vayan de la mano en desarrollar productos turísticos nuevos, descentralizar las temporadas, poder conseguir que zonas de España, que turísticamente parece como si no contaran, cuenten, porque son muy importantes».
Castilla y León es una de estas zonas de las que habla Molas donde el turismo no acaba de arrancar, en la que «hay mucho que hacer y mucho por delante».
Eso suena a crítica. «Tanto el Gobierno de la la Junta de Castilla y León como el Gobierno central, diputaciones y municipios tienen que poner de su parte, más recursos, y sobre todo voluntad e inteligencia, que es lo que hace falta para que una región y un destino como este, tan diversificado y tan profundo en productos alternativos que acompañan al turismo como es la cultura, la gastronomía, el paisaje, el deporte, etc, se desarrolle de una manera inteligente y trabajada y no pensando en el año 25, si no pensando en 5 a 20 años», puntualiza Molas.
«Si se inventa, mejor, pero hay mucho inventado, y copiar?, de quien o quienes?. Hay regiones de interior en el mundo que han dado en la diana, si no, como un producto como La Toscana en Italia, aparte de la climatología, que es benigna, triunfa?. Tiene arte y cultura. Es que no tiene arte y cultura Castilla y León para mostrar al mundo?, vaya por Dios.....».
y «las alternativas económicas de Castilla y León, lamentablemente, fuera del turismo, cada vez son menos. La agricultura y la ganadería están atravesando una crisis importante, y la industria no es el fuerte de la región....», lamenta.
«Con lo cual, el turismo es la gran alternativa de esta España vacía, y hay unas características importantes, hay buenas comunicaciones, una red de autovías magníficas, el AVE llega prácticamente a todas las capitales, aunque hay escasez de vuelos».
Para Molas, la Comunidad autónoma tiene que ser más ambiciosa, «no solo pensar en el turismo de fin de semana, de proximidad, Madrid, País Vasco, Asturias, del que se nutre Castilla y León, si no pensar en el turismo internacional, y hay que copiar a aquellos que lo han hecho bien, y hay países que han desarrollado muy bien productos turísticos de interior».
Sobre todo, lo que le falta a Castilla y León, según Molas es «un gran debate, donde se lancen ideas, una gran planificación de comunicación, de marketing y en particular de diseño de producto».
Para Molas, Castilla y León puede ser el complemento al turismo de sol y playas, facilitar un turismo de negocios, el denominado business travel, reuniones de empresas que se alejen de Madrid, Barcelona, Málaga, Valencia o Bilbao, «porque hay producto, y calidad suficiente en las ciudades de la Comunidad».
Hay recetas y hay que ponerlas en práctica, recomienda.
«Hay que ver alternativas, qué productos se pueden potenciar y darlos a conocer a los ciudadanos».
«El turismo puede ser una fuente de ingresos importante, incluso para retener población, para que no se marchen, pero para ello hay que hacer formación, lo primero comunicación y apostolado, hay que dignificar la profesión del sector turístico, para que se vea que es una gran oportunidad, que lo ha sido los últimos 60 años en España, que lo es y lo será».
España está entre el primer y segundo país más competitivo del mundo en turismo, según el World Economic Forum (Foro Económico Mundial).
«Los fondos Next Generation no se van a repetir, todavía queda una partida o dos y los que se han dado no sabemos a donde han ido, que el sector privado no ha visto ni 5 céntimos, y ha sido una gran oportunidad para desarrollar programas, industrias, sectores...».
Molas pone el ejemplo de Galicia, donde el Camino de Santiago es un clúster turístico, pero a pesar de que Castilla y León cuenta con más tramos, la ciudadanía lo asocia a Galicia...
Todo ha cambiado. En los años 90, el 80% del turismo vacacional que llegaba a España lo hacía a través de agencias de viajes. Hoy, no alcanzará el 25%.
Las nuevas tecnologías acercan al viajero al lugar donde va a ir y a lo que va a hacer en vacaciones.
A través de internet el viajero encuentra el sistema de transporte, de alojamientos, de visitas, de gastronomía, de todo lo que es la oferta altenativa de ocio en la zona que quiere visitar.
«El turismo se suma ahora a las 5 prerrogativas del hombre, de comer, tener un techo, vestirse, educación y sanidad, no solo es una experiencia, sino, ya una necesidad también».