Diario de Castilla y León

Las provincias con más ingresos hospitalarios de Castilla y León

León, Valladolid, Palencia y Burgos figuran dentro de los diez primeros puestos de la tabla nacional de hospitalizaciones por cada cien mil habitantes / La Comunidad, quinta y por encima de la media

Ambulancia en la entrada de Urgencias del hospital Virgen de la Concha de Zamora.

Ambulancia en la entrada de Urgencias del hospital Virgen de la Concha de Zamora.ICAL

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Hasta cuatro provincias de Castilla y León son las que figuran en el ‘top 10’ nacional de las que arrojan una mayor tasa de morbilidad, es decir, una mayor cifra de hospitalizaciones por cada cien mil habitantes. Un indicador que refleja, entre otras cosas, en qué medida se ha puesto a prueba al sistema sanitario y cómo ha respondido a la hora de absorber esa cifra de ingresos que, además, se ha venido incrementando a lo largo de los años.

Según los datos publicados recientemente por el INE (Instituto Nacional de Estadística) dentro de su encuesta de morbilidad hospitalaria, en lo correspondiente al año 2022 la Comunidad adquirió gran protagonismo en este sentido. No en vano, y dentro de esas cuatro provincias entre las diez con los datos más altos, León pasó a liderar la morbilidad en España con 12.230 hospitalizaciones por cada cien mil habitantes. Un dato que solo superó Barcelona y por un margen discreto, hasta situarse con 12.322 ingresos.

No obstante, también hay otros territorios castellanos y leoneses que presentan algunas de la cifras más altas del país, como son Valladolid, Palencia y Burgos y que ocupan los puestos séptimo, octavo y noveno de la tabla nacional. Su tasa oscila entre las 11.274 hospitalizaciones por cada cien mil habitantes de la circunscripción vallisoletana y las 10.764 de la burgalesa.

Conviene señalar, además, que la posición tan elevada de León dentro de esta clasificación ya no es solo significativa por sí misma, sino que además supone que duplica la tasa de la provincia de Guadalajara, que cierra la clasificación con 6.525 casos por cada cien mil habitantes.

En cuanto al resto de provincias de la Comunidad, y a pesar de que escapan de esos primeros diez puestos de la tabla, hay dos que todavía aparecen en la mitad superior de la misma. Se trata de Zamora, que ocupa el vigesimoséptimo lugar con una tasa de morbilidad de 10.252; y de Salamanca, que desde el puesto 23 arroja 9.880 ingresos hospitalarios por cada cien mil habitantes.

La siguiente provincia en aparecer es Soria, que lo hace en el puesto 28 de la lista con una tasa de morbilidad de 9.683. Finalmente, y ya por debajo de la barrera de los 9.000 ingresos, la trigesimoséptima posición es para Ávila con 8.451 por cada cien mil habitantes y la trigesimoctava para Segovia, con 8.105.

Dentro de la tasa de morbilidad que arrojan las nueve provincias de Castilla y León, conviene señalar que todas las cifras se incrementaron a lo largo de los dos últimos años. El mejor ejemplo es que según los datos del INE correspondientes a 2020, tan solo León superaba las 10.000 hospitalizaciones por cada cien mil habitantes hasta situarse en 10.624. Valladolid, Palencia, Burgos, Zamora y Salamanca no llegaban a las cinco cifras aunque superaban una tasa de 9.000, mientras que Soria y Ávila aparecían por debajo de ese dato y solo Segovia se desmarcaba con 7.021 ingresos.

Más allá de los datos provinciales, en lo que respecta a las comunidades autónomas Castilla y León también se sitúa en la parte más alta de la tabla, ya que ocupa la quinta posición con 10.652 hospitalizaciones por cada cien mil habitantes. Por delante de ella figuran Cataluña (11.511), Asturias (1.472), País Vasco (11.009) y Aragón (10.982). Asimismo, la comunidad castellana y leonesa también supera holgadamente la media nacional, de 9.944 pacientes ingresados por cada cien mil habitantes, y que a su vez se mantiene lejos de Canarias, que cierra la lista con una tasa de morbilidad de 7.886.

Todas las cifras anteriores parten de las cifras de población de cada uno de los territorios, pero especialmente de su comparativa con el número de ingresos hospitalarios contabilizados. El informe del INE también arroja cifras absolutas en este sentido, y revela que a lo largo del año 2022, últimos datos disponibles, en Castilla y León se produjeron 253.480 hospitalizaciones. Este dato supone un sensible aumento con respecto al del año 2021, cuando se anotaron 236.171, y que a su vez superó los 224.013 de 2020.

La mayor parte de estos ingresos se repartieron entre los hospitales de Valladolid y León. La provincia vallisoletana contabilizó un total de 58.597, mientras que en la leonesa ascendieron hasta los 54.901. Esto supone que entre ambas acapararon el 44,78% de las hospitalizaciones totales del periodo analizado.

Con cifras notablemente inferiores se situó Burgos, con 38.333, mientras que Salamanca alcanzó los 32.277. Se constata así, por tanto, que las provincias más pobladas de la Comunidad son también las que más hospitalizaciones anotan, algo que por otra parte resulta razonable. Ahora bien, no se puede pasar por alto que un mayor envejecimiento de la población también afecta a estos datos incrementándolos, algo que se hace especialmente patente en León.

El siguiente dato más alto le corresponde a Palencia, donde tuvieron lugar 17.600 ingresos hospitalarios. Se trata de una cifra muy similar a la que arroja Zamora, en sexta posición de la tabla provincial con 17.162 hospitalizaciones en 2022. Finalmente, los datos más bajos recaen en Ávila (13.474), Segovia (12.525) y Soria (8.611).

Conviene destacar, en este mismo sentido, que estas cifras corresponden a los ingresos y no a la duración de los mismos, es decir, atienden a pacientes hospitalizados y no a la duración de sus estancias, las cuales además están muy condicionadas por la patología a la que respondan.

Junto con las tasas de morbilidad y las cifras de hospitalizaciones, el INE también ahonda en cuáles fueron las causas que provocaron dichos ingresos. Si bien es una lista amplia en la que se incluyen enfermedades, trastornos y lesiones de todo tipo, hay dos categorías que destacan por encima del resto en Castilla y León como son las enfermedades del aparato digestivo, que motivaron 36.035 ingresos; y las enfermedades del sistema circulatorio, causa de 33.762 hospitalizaciones.

Otra cifra elevada de hospitalizaciones en Castilla y León la arrojan las neoplasias, crecimiento anormal de células en un tejido del organismo que en muchas ocasiones se vincula al cáncer. Estas patologías obligaron a ingresar a 25.449 pacientes, casi tantos como los 29.130 que padecían enfermedades del sistema respiratorio.

Elevada es también la cifra que arrojan las lesiones y los envenenamientos, con 22.707 ingresos, así como la de las enfermedades del sistema genitourinario, con 18.990.

Por el contrario, entre las causas menos frecuentes que provocaron ingresos hospitalarios están las enfermedades del ojo y sus anexos (1.044), las anomalías congénitas (1.053) y las enfermedades del oído y de la apófisis mastoides (1.097).

A la vista de todos estos datos, queda patente que el sistema sanitario de Castilla y León debe ser capaz de asumir un volumen creciente de hospitalizaciones. Lo ha hecho en los últimos años, puesto que ese incremento ya se ha venido produciendo, pero el reto parece estar a medio y largo plazo cuando, tal y como anticipa la tendencia, las cifras se disparen.

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