Diario de Castilla y León

La segunda oportunidad del urogallo

Castilla y León y Asturias abordan con el Miteco un nuevo censo con la expectativa puesta en el centro de cría de Valsemana / En pocos días abrirá el voladero del Centro de Interpretación de Caboalles de Arriba, en León, la provincia que acapara el 80% de los ejemplares

Un macho de urogallo cantábrico canta para atraer a las hembras en la temporada de cría. D. P. / CCO

Un macho de urogallo cantábrico canta para atraer a las hembras en la temporada de cría. D. P. / CCO

Publicado por
Santiago G. del Campo
Valladolid

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Una nueva esperanza para el urogallo cantábrico , del que ocho de cada diez ejemplares viven en León . Es lo que significan para esta especie en peligro crítico de extinción los resultados obtenidos en 2023 acerca de dos estrategias para su conservación. Por un lado, la mejora de hábitats y el programa de seguimiento en el medio natural, que ha conseguido que el pasado año cada hembra libre de Urogallo consiguiera sacar adelante casi dos polluelos por puesta , cuando hace 20 años la tasa solo alcanzaba los 0,4. Por otro lado, el éxito de la cría en cautividad de la especie en el centro de cría de la finca leonesa de Valsemana, en la localidad de La Encina, con técnicas de reproducción asistida , que el pasado septiembre consiguió la primera ‘hornada’ de dos pollos logrados mediante inseminación artificial .

Todo sea por salvar esta especie de la extinción. Solo quedan unos 200 ejemplares , aunque el número exacto no se conocerá hasta dentro de unos meses. Precisamente el pasado jueves arrancó en León una nueva campaña de censo del urogallo cantábrico , después del último recuento realizado en 2019. Según las estimaciones, de esos 200 ejemplares que quedan en España, el 80% viven en la provincia de León, y el 20% restante en Asturias.

Así, son Castilla y León y Asturias , junto con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (Irec-Csic), los que establecieron la pasada semana durante una reunión en León las bases del nuevo censo nacional . El objetivo del encuentro fue concretar la metodología, sistema de muestreos y plazos de ejecución del trabajo, que se espera esté concluido a fines de 2024 . Se espera que el número de urogallos en el nuevo censo no varíe demasiado del obtenido hace cinco años. En todo caso, los sistemas de control y mejora del hábitat podrían haber propiciado un repunte, precisamente por esa mejora en el número de éxitos de cada puesta que el pasado año registró su récord.

Pero aparte del incremento en el medio natural, cuyo alcance en el censo sigue siendo una incógnita, la esperanza está puesta en el centro de cría . Un centro que, como todo lo que tiene que ver con los ciclos naturales, no puede estar a pleno funcionamiento de la noche a la mañana. Poco a poco, se espera alcanzar en cinco años una población idónea para la reproducción de esta especie, de 70 ejemplares, 20 machos y 50 hembras. Y a partir del sexto año, el plan es dejar en libertad medio centenar de pollos de urogallo. Si esa intervención, a la que llaman ‘Programa de conservación ex situ’ , llega a buen puerto, y nada parece indicar lo contrario, significará un incremento de población del urogallo cantábrico del 25% en cinco años, toda una revolución. Una verdadera ‘segunda oportunidad’ para esta especie amenazada.

La concienciación por la conservación de especies protegidas ha llevado a la Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, a invertir una partida de 600.000 euros al año en actuaciones de conservación tanto del urogallo como del oso pardo. La consignación se destina, entre otras cosas –por ejemplo gastos veterinarios–, al mantenimiento de un equipo de seguimiento en toda Castilla y León con 8 personas en Riaño, Montaña Palentina y Alto Sil.

Y a esa concienciación contribuyen también las acciones de divulgación de la especie, con un aula de interpretación específica, el Centro del Urogallo Cantábrico , en la entidad local de Caboalles de Arriba, del municipio leonés de Villablino. Se trata de una instalación en funcionamiento desde el pasado 2006, pero que en los tres últimos años ha recibido una importante inversión para ampliar sus instalaciones

Voladero

Precisamente está prevista la inauguración de un nuevo voladero para urogallos en las instalaciones del centro en los próximos días, tras unas obras que acumularon retrasos por la renuncia de la primera adjudicataria tras la crisis del Covid. La intervención, con una inversión de 174.000 euros, se está ultimando, después de dos años desde la terminación de un nuevo edificio en 2021, por otros 430.000 euros , que añadió 280 metros cuadrados para ampliar las actividades educativas, culturales y talleres, entre otras.

El voladero, dentro del recinto del Centro del Urogallo, se emplaza en una parcela en la que la orografía y vegetación ayudan a recrear el hábitat del urogallo cantábrico. El edificio cuenta con un mirador, con «cristales espía» para que los ejemplares no se percaten de que los están observando, en un edificio totalmente insonorizado, donde los visitantes podrán observar las aves, que contarán con una superficie superior a los 500 metros cuadrados. El objetivo es abrirlo al público esta primavera.

En el último censo de 2019 se contabilizaron oficialmente 292 ejemplares, pero la estimación actual de 200 no quiere decir que se hayan perdido 92: «La nueva estima completa de la población se realizará este año y evaluaremos el estado de conservación de la especie, si las medidas de actuación desarrolladas van manteniendo o han mejorado  el número de ejemplares de la población», explica, en respuesta a este periódico, el jefe del Servicio de Espacios Naturales, Flora y Fauna de la Junta de Castilla y León, David Cubero . Pero el último censo de 2019 «fue corregido en los modelos estadísticos, y se llegó a la conclusión de que no eran 292, sino en torno a 200 los ejemplares que quedaban, de los que el 80% están en León y el 20% en el Principado de Asturias. Fue una cuestión de metodología en la fase de revisión».

Son muchos los medios que actúan para conservar la especie. En cuanto a las actuaciones de conservación ‘in situ’, es decir, en el medio natural, el programa cuenta con estrategias como los programas de seguimiento y monitorización de la especie, y también trabajos de mejora de hábitats, de la diversidad estructural –sobre todo en cuanto al arbolado maduro–, de recuperación de cantaderos, actuaciones preventivas de incendios en zonas de urogallo, programas de control de predadores que afectan a la productividad del urogallo, «y también tenemos una acción preventiva que llevamos haciéndola ya dos o tres años, que es, en época de celo, en época del canto, limitar los accesos a los cantaderos, para eliminar molestias en un periodo crítico como es  el periodo de la reproducción», relata Cubero.

Para hacer el censo se pondrán en marcha «los agentes medioambientales y las patrullas oso y urogallo que tenemos en Castilla y León, un equipo específico de cuatro personas en Alto Sil, junto a un técnico coordinador para el seguimiento del urogallo en el trabajo de campo». Los fondos necesarios los aporta la Junta de Castilla y León y en algunos casos el Feader.

«Nuestro primer objetivo es detener el descenso que se venía registrando en las cuatro últimas décadas en la población del urogallo e intentar conseguir que empiece a mejorar el estado de conservación de la especie», apunta Cubero. «Respecto a ese objetivo, 2023 ha sido el año con mayor productividad de pollos por hembra volada desde que existen datos, con cerca de dos pollos, cuando hace 20 años eran 0,4 o 0,5».

«Estamos viendo que la tendencia, en los últimos cinco años, es que esa productividad esté por encima de uno» , celebra el jefe del Servicio de Espacios Naturales, Flora y Fauna. «Creemos que las medidas de gestión del hábitat y control de predadores están funcionando, al menos para detener el declive de la especie, y esperamos, confiamos, que toda esta batería de medidas, incluidas las medidas preventivas, contribuyan a mejorar el número de ejemplares».

En cuanto al  centro de cría, en el que también se realiza cría natural, advierte de que «necesitamos años hasta que empiece a dar sus resultados», pero «los avances que está habiendo son muy interesantes, sobre todo con el desarrollo de conocimiento científico . El año 2023 fue la primera vez que en España se han producido, se han criado urogallos por inseminación artificial . Se habían producido en Europa, en Polonia, pero en España es la primera vez que lo conseguimos».

Una miembro del equipo del centro de cría vigila el estado de los ejemplares reproductores. ICAL

Una miembro del equipo del centro de cría vigila el estado de los ejemplares reproductores. ICAL

Así, la Administración autonómica prevé continuar con la inseminación artificial, con varios proyectos puestos en marcha con centros e investigación, tanto españoles como europeos, para seguir avanzando y poniendo a punto todas las técnicas de reproducción artificial del urogallo. Eso sí, para soltar los primeros polluelos aún quedan cuatro o cinco años. «Ahora el primer objetivo, como en cualquier programa de cría, es alcanzar el stock reproductor, es decir, nutrir de ejemplares reproductores nuestro centro de cría. Para eso nuestro objetivo son 70 ejemplares, 20 machos y 50 hembras, y ahora estamos en torno a 28 ejemplares. A medida que vamos incorporando ejemplares, vamos mejorando toda la investigación asociada a la reproducción artificial y sus protocolos», añade.

Cubero pone como ejemplo los programas de cría del lince que se han desarrollado en otras comunidades autónomas como Andalucía y Extremadura, con participación de Portugal: «Tardaron casi diez años en alcanzar las primeras liberaciones y alcanzar el éxito en la cría en cautividad». Por eso, el programa de cría artificial de urogallo «es un proyecto a medio plazo, que acabamos de empezar, llevamos dos años de trabajo».

La mejora de hábitats y el refuerzo al programa de conservación ‘ex situ’ supondrán una inversión total de más de 5,1 millones de euros para el periodo 2019-2026 . Para la construcción del centro de cría, entre 2019 y 2022, la inversión realizada ascendió a 2.200.365 euros , financiados por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) y por la Junta de Castilla y León. El centro es de titularidad de la Junta y está gestionado por personal público de la Administración autonómica. Adicionalmente la Junta mantiene el equipo de campo, con una inversión anual de más de 150.000 euros, financiado con cargo al instrumento financiero europeo Feader. Durante 2022, con cargo a la Conferencia Sectorial, se financiaron 773.804 euros para nuevas actuaciones de mejora en el centro de cría, así como los gastos de funcionamiento. Finalmente, la Junta invierte otros 2 millones de euros en actuaciones en el período 2022-2026 para la mejora del hábitat del urogallo.

Valsemana, referencia en investigación sobre la cría artificial del urogallo

El Centro de Cría del Urogallo , construido por la Junta de Castilla y León en la finca de Valsemana, en el término municipal leonés de La Ercina y puesto en marcha en 2022, se ha convertido ya en un referente internacional en el ámbito de la investigación en la reproducción tanto de forma natural como asistida del urogallo . El centro, ubicado en una zona forestal mixta de pinos y robles, avanza en la mejora del conocimiento, investigación y tecnologías aplicadas a la conservación y reproducción de esta especie 

Se trata de un enclave aislado, alejado de zonas urbanas, y únicamente accesible a través de una pista forestal. «Este emplazamiento permite mantener una atmósfera tranquila y sin sobresaltos tanto dentro del centro como en sus inmediaciones, indispensable para el bienestar de los ejemplares», explican fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio.

Las instalaciones del centro están diseñadas teniendo en cuenta la experiencia y las recomendaciones de criadores públicos y privados de urogallos de España y otros países de Europa. También se han considerado los resultados y la información adquiridos a lo largo de los años en los centros de cría de Polonia, Pirineos y Sobrescobio (Asturias).

Polluelos de urogallo cantábrico en un centro de cría. ICAL

Polluelos de urogallo cantábrico en un centro de cría. ICAL

En el centro se desarrollan dos programas distintos de cría: cría natural y cría artificial. El fin último del Centro de Cría del Urogallo de Valsemana es servir de apoyo en la recuperación de la población silvestre de urogallo mediante la liberación de individuos criados en cautividad, reforzando así el programa de conservación ex situ de la especie. La puesta en funcionamiento del centro de cría permitió en 2022 la creación de siete nuevos puestos de trabajo, de los cuales seis son a tiempo completo y uno a tiempo parcial: un veterinario director del centro, dos biólogos técnicos de apoyo, una investigadora postdoctoral y tres peones especialistas de apoyo al mantenimiento, manejo y estudio del comportamiento animal. El personal del centro ha recibido formación especializada .

El centro es un ejemplo de colaboración interinstitucional entre la Junta de Castilla y León y el Gobierno de España. Además, trabaja con las principales sociedades científicas en Europa para avanzar en la investigación de técnicas reproductivas con el urogallo, principalmente relacionadas con la reproducción artificial,

Entre estas colaboraciones, destaca la mantenida con el Grupo de Investigación en Fisiología y Tecnologías de la Reproducción en Especies Silvestres, del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC), que trabaja en el refuerzo de las poblaciones silvestres con ejemplares nacidos en cautividad; y el convenio con el Instituto de Biología Evolutiva del CSIC para el estudio genómico de las poblaciones silvestres de urogallo y de los ejemplares en cautividad, para analizar las relaciones de parentesco, conectividad y endogamia en los ejemplares.

El primer Programa de Conservación ex situ del Urogallo Cantábrico pretende establecer una población cautiva, viable desde el punto de vista sanitario, genético y demográfico; produciendo urogallos adecuados desde un punto de vista etológico, sanitario, reproductivo y genético para su liberación futura, y reforzando o reintroduciendo poblaciones de urogallo estableciendo zonas óptimas para su liberación.

En peligro crítico de extinción

Solo 200 ejemplares. Es todo lo que queda del urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus) , una especie en peligro crítico de extinción . El 80% de ellos, unos 160, tienen su hábitat en León, sobre todo en las comarcas de Omaña, Laciana y Alto Sil . En Asturias habitan en los concejos de Ibias, Degaña y Cangas de Narcea.

Hembra de urogallo, un ejemplo claro de dimorfismo sexual. ICAL

Hembra de urogallo, un ejemplo claro de dimorfismo sexual. ICAL

La subespecie cantábrica fue declarada en peligro crítico de extinción en 2018, lo que supuso la creación de un grupo de trabajo formado por representantes del Miteco, del Principado de Asturias y de la Junta de Castilla y León, junto a expertos. Este órgano se reúne periódicamente para exponer y valorar los resultados obtenidos y decidir la priorización de actuaciones, en base a las recomendaciones científicas y experiencias llevadas a cabo en países donde el urogallo requiere medidas urgentes de conservación.

Existe en España otra subespecie, el urogallo pirenaico (Tetrao urogallus aquitanicus) , que también está en peligro de extinción, pero no en la categoría más crítica, con 655 ejemplares en Cataluña (90%), Aragón (9%) y Navarra (1%).

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