Diario de Castilla y León

El proyecto de la profe de Burgos en el top nacional

Sonrieducando, refuerzo educativo que prima la educación emocional, es la apuesta de la profesora Cristina Juárez

Cristina Juárez, finalista al Premio Educa Abanca al mejor docente de España. -ICAL

Cristina Juárez, finalista al Premio Educa Abanca al mejor docente de España. -ICAL

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Redacción
Valladolid

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La profesora burgalesa Cristina Juárez opta el próximo 24 de febrero a convertirse en la Mejor Docente de España 2023 , en la categoría de educación no formal, un reconocimiento que otorga la plataforma Educa y Obra Social Abanca , por el cual se pone en valor la figura del buen docente y su implicación en el proceso de enseñanza de su alumnado, y su importancia para la sociedad. Fueron los padres de sus alumnos los que presentaron su candidatura a estos premios, y para ella supone un “orgullo” y una gran “ilusión” que sus propios pupilos y las familias de estos, reconozcan así su trabajo y esfuerzo. 

Juárez puso en marcha en 2017 Sonrieducando , un centro de innovación educativa que nació con el objetivo de “integrar y conectar las dimensiones cognitivas y formativas del niño”, y de esta forma “romper con el paradigma de las aulas convencionales”. La docente explica que su intención con este centro era “dar apoyo” a aquellos alumnos que lo necesitasen a través de un refuerzo educativo “un poco diferente al que conocemos solo con libros o recursos más típicos”. Para llevar a cabo este apoyo educativo, Sonrieducando plantea una metodología propia , que ha ido surgiendo con el paso de los años, y a base de “probar diferentes metodologías y pedagogías”. “Al final me di cuenta que lo importante es tratar a cada niño de forma diferente, teniendo en cuenta el ritmo de cada uno, sobre todo la parte emocional, y a partir de ahí poder cubrir esas necesidades que tienen dependiendo de sus ritmos y lo que necesitan”, explica Juárez, que destaca la importancia que tiene la inteligencia emocional en el aprendizaje, explica ICAL.

El centro integra así todas las asignaturas que las familias demandan y a partir de las observación que hacen ellos mismos del alumno, programan las clases de una forma u otra. Su creadora explica así que, en un mismo aula puede haber cinco niños y cada uno trabajando con una pedagogía diferente . “Uno puede estar en el suelo trabajando tablas de multiplicar, otro haciendo una comprensión lectora en la mesa, otro de pie en la pizarra…”, ejemplifica. “Cada uno trabaja bajo esa libertad, pero con unos recursos y unas herramientas que vayan guiadas hacia lo que realmente necesita en ese momento”, completa. 

Sonrieducando inició sus primeros pasos en la casa de Juárez , con unos pocos alumnos, pero con el tiempo fue creciendo, y hoy cuenta con cuatro docentes y más de un centenar de alumnos. Además de ofrecer clases en Burgos capital, una docente del centro se desplaza hasta el municipio de Sotopalacios, donde cuentan con un pequeño grupo de alumnos.  A las clases de apoyo escolar se suman otros servicios como formación en robótica y steam, inteligencia emocional o talleres de todo tipo, e incluso campamentos urbanos en verano que giran en torno a diferentes temáticas. 

Comunicación directa con las familias

Juárez recuerda que hace siete años, cuando puso en marcha Sonrieducando “costaba un poco más que la gente creyese que se podía aprender jugando, con recursos diferentes”. Sin embargo, poco a poco, y viendo que el método que utilizaba “cumple con los objetivos y los niños aprenden”, no hubo ningún problema.  Destaca así que una de las premisas de Sonrieducando es la “comunicación directa” con las familias. “Hablamos casi todas las semanas con ellos y eso también hace que tengan esa confianza y vean cómo se está trabajando”, afirma la profesora. “Siempre hablo de un triángulo que tiene que estar compuesto de la familia del alumno, el colegio y nosotros. Si todos vamos en una misma línea y trabajamos juntos, podemos conseguir que ese niño aprenda bien y esté contento, y será mucho más fácil que si cada uno vamos por un camino totalmente diferente”, agrega. 

Juárez explica también que en el centro tratan de “romper” con aquellas barreras que bloquean al alumno , como el bloqueo con alguna asignatura o la falta de motivación, porque cuando logran romper con esto, “el aprendizaje es muy fluido”.  En materia de educación, otro de los temas más comentados es el uso de las nuevas tecnologías. La profesora burgalesa explica que su uso es “positivo siempre y cuando se enseña a los niños a utilizarlas desde pequeños, y hacerlo bien”. Explica así que en Sonrieducando también se sirven de las nuevas tecnologías para el apoyo a la enseñanza, y enseñan a los alumnos a utilizar estos dispositivos.

“No podemos darles una tablet o un ordenador a día de hoy, que está abierto a todas las posibilidades, y dejarles solos utilizándolos. Tienen que ir guiados, y los profes y adultos tenemos que tener esa formación para saber cómo implementarlo, porque si nosotros no sabemos utilizarlo, es imposible que queramos que ellos lo utilicen bien”, apunta. Por ello, en el centro recurren a todas las herramientas disponibles para el aprendizaje pero “con un orden y un tiempo determinado”. “De esa forma hemos visto que no hay ningún problema, pero tenemos que tener muy claro el cómo debemos utilizarlas, en los tiempos, la forma y en los lugares que hay que hacerlo”, concluye.

La gala de entrega de los Premios Educa Abanca 2023 tendrá lugar el próximo 24 de febrero , en A Coruña, conjuntamente con la celebración del Congreso Mundial de Educación Educa 2024. Durante la misma, se darán a conocer las puntuaciones que han obtenido cada uno de los finalistas. Cristina Juárez es la única docente de Burgos que es finalista a este reconocimiento, al que también optan otros profesores de Castilla y León: tres de Valladolid y una de Segovia.

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