El detenido por encadenar a una mujer en Burgos estuvo en la cárcel por violar una niña de 9 años
La Policía Nacional confirma que el sujeto estuvo implicado en la retención de la menor en 2015, lo que le llevó seis años a prisión
Pasó seis años entre rejas por retener a una niña de 9 años, de la que abusó sexualmente, durante 15 horas en su domicilio. Sin embargo, J.M.G. (57 años) decidió volver a las andadas el lunes 20 de noviembre al secuestrar, golpear y encadenar a una mujer en Miranda de Ebro . En principio, ni el agresor ni la víctima se conocían, aunque a la Policía Nacional aún le quedan «diligencias por practicar». Principalmente, testigos a los que todavía hay que «tomar declaración».
Fue la propia mujer quien se presentó en el hospital Santiago Apóstol , con evidentes signos de violencia en su rostro y aún maniatada con una cadena de manos a cuello, quien dio la voz de alarma tras conseguir escapar de la vivienda de J.M.G. y pedir auxilio a unos familiares. Una vez personada la Policía, relató que este hombre se había ofrecido a acompañarla al centro de la ciudad, precisamente desde el complejo hospitalario, ganándose así su confianza.
La víctima prestó declaración a los agentes y aportó los rasgos físicos y la dirección de su secuestrador. Según detallan fuentes policiales a este periódico, J.M.G. «no opuso resistencia» en el momento de su detención.
Mientras la mujer era atendida por la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Comisaría de Miranda, el detenido pasaba a disposición judicial en el Juzgado de Instrucción de Guardia . No obstante, ni sus antecedentes ni las pruebas que recaían en su contra fueron suficientes para decretar su ingreso en prisión. Todo lo contrario, ya que quedó en libertad a la espera de juicio por un presunto delito de retención ilegal y lesiones. Además, tampoco se han fijado medidas cautelares de protección hacia la víctima .
Miranda en jaque
La desaparición de la pequeña Alicia P.B. a primera hora de la tarde del 6 de diciembre de 2015 puso en jaque a toda la ciudad. Afortunadamente, la menor apareció sana y salva en torno a las 7 y media de la mañana del día siguiente. Horas más tarde, el Grupo de Operaciones Especiales (GOES) de la Policía Nacional detendría al principal sospechoso, J.M.G., posteriormente juzgado y encarcelado por estos hechos.
El hecho de que un testigo viese a la niña por última vez acompañada de una mujer en las inmediaciones de su domicilio levantó las sospechas de los investigadores. Hasta el punto de que se acabó arrestando a dos mujeres por su presunta colaboración con el secuestrador. Entretanto, la tensión entre la familia de la menor y la de J.M.G. iba in crescendo , por lo que fue necesaria la mediación del pastor evangélico de la ciudad para evitar que el conflicto estallase definitivamente.