Diario de Castilla y León

Los desafíos que esperan a Óscar Puente con Castilla y León

El nuevo ministro de Transportes y Movilidad Sostenible tendrá que acabar los empantanados tramos de la Autovía del Duero en Valladolid, impulsar la Valladolid-León, el resto de la A-11, la U de Olmedo, la Ponferrada-Ourense y la recuperación de los soterramiento de Valladolid y Palencia

Obras en un tramo de la Autovía del Duero en Soria. MARIO TEJEDOR

Obras en un tramo de la Autovía del Duero en Soria. MARIO TEJEDOR

Publicado por
Felipe Ramos
Valladolid

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Muchos e importantes son los desafíos en Valladolid y Castilla y León que deberá afrontar el ex alcalde de Valladolid, Óscar Puente, como nuevo ministro de Transportes y Movilidad Sostenible , sin duda una de las carteras clave de nuevo Gobierno de Pedro Sánchez , que resulta esencial para Castilla y León por las muchas infraestructuras que siguen pendientes, cuando no empantanadas en la Comunidad y están en la cabeza de todos, Autovías del Duero, Valladolid-León y la Ponferrada-Ourense, la U de Olmedo y, por supuesto, los soterramientos de Valladolid y Palencia. Desafíos de Puente con Castilla y León como nuevo ministro de Transportes y Movilidad Sostenible que pasan por acabar los empantanados tramos de la Autovía del Duero en Valladolid, impulsar la Valladolid-León, el resto de la A-11, la U de Olmedo, la Ponferrada-Ourense y la recuperación de los soterramiento de Valladolid y Palencia, como exigen los alcaldes Jesús Julio Carnero y Miriam Andrés , respectivamente.

En ambos casos,  en Valladolid y Palencia, al nuevo titular de la cartera de Transportes y Movilidad Sostenible se le presenta la patata caliente de decidir si mantiene las actuales integraciones ferroviarias o si, por el contrario, da un giro al actual convenio de integración y recupera los soterramientos de Valladolid, como reclama el actual equipo de gobierno municipal de PP y VOX, con su alcalde Jesús Julio Carnero a la cabeza, quien ya ha dejado claro que rechaza la integración , algo que ya le había expresado por carta a la entonces ministra de Transportes, Raquel Sánchez .

Y lo mismo sucede en el caso de la capital palentina, donde Miriam Andrés ya ha llegado a reunirse con el ministerio, eso sí sin lograr la vuelta al proyecto de soterrar las vías. Habrá que ver qué decide ahora Puente, quien como alcalde ha sido un firme defensor de la integración, ante la inviabilidad del soterramiento, según sus palabras, por la deuda de 400 millones de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad.

Otro de los proyectos esenciales para Castilla y León y, más concretamente, para Valladolid es la famosa U de Olmedo, la conexión de Valladolid con el AVE a Galicia, que ahora no tiene. Un proyecto que, precisamente, Puente recuperaba del cajón del olvido del Ministerio entonces de José Luis Ábalos y que, ahora, deberá relanzar como ministro. La construcción del bypass ferroviario de Olmedo, una ramal de 8 kilómetros que conectará las líneas de alta velocidad Madrid-Valladolid y Madrid-Olmedo-Zamora-Galicia para evitar que el tráfico del AVE entre el noroeste y el norte-noreste del país tengan que pasar por la capital de España, se lanzaba  tras un largo proceso que se remonta a 2005, con la adjudicación de la redacción del proyecto. 

El ya nuevo ministro de Transportes y Movilidad Sostenible tendrá, además, cuatro años de Legislatura para dar ese impulso definitivo de la A-11 y A-60. Dos autovías que son esenciales para la vertebración de Castilla y León y que suman años y años de incumplimientos y de promesas de plazos que se van al limbo. Lo primero que deberá llevar a cabo Puente como ministro será el concluir los empantanado tramos en marcha de la Autovía del Duero en Valladolid, el Quitanilla de Arriba a Olivares de Duero y de Olivares a Tudela de Duero .

Dos recorridos que deberían estar ya finalizados y que apenas alcanzan el 44% de ejecución en el de Olivares-Tudela y no llega al 40%, en el que transcurre entre Quitanilla y Olivares. Y, lo que es peor, desde el Ministerio de Transportes hasta ahora se limitan a decir sólo el porcentaje de ejecución de las obras, sin dar una fecha ni siquiera aproximada para su finalización. 

A estos dos tramos, que afectan directamente a la provincia vallisoletana, Puente deberá sumar ese impulso al resto de trayectos en marcha, en la provincia de Zamora, Ronda Norte-Ricobayo y Ricobayo-Fonfría; el de Castrillo de la Vega en Burgos y el límite de Valladolid, y entre Burgos y Quintanilla de Arriba; el trayecto soriano, el de la Variante de El Burgo de Osma y San Esteban de Gormaz, Venta Nueva a Santiuste y la Variante de Aranda (Burgos) y la de Langa de Duero (Soria).

En el caso de la Autovía Valladolid-León. Una paralizada y olvidada autovía A-60 entre Valladolid y León que salía cuatro años después del cajón del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para una reactivación que vuelve a poner en marcha los procedimientos para esta importante infraestructura de la Comunidad y que apenas cuenta con unos pocos kilómetros construidos y relegados a un papel puramente testimonial. Recientemente, se daba a conocer la aprobación por parte del departamento que dirgía en funciones Raquel Sánchez del expediente de información pública de los dos tramos que unen Villanubla, La Mudarra y Medina de Rioseco, en Valladolid. Una autovía en la que se dejaba caducar el impacto ambiental, que ahora se reactiva.

Y lo mismo puede decirse de la autovía Ponferrada-Ourense, la sempiterna A-76 , que no termina de salir de los archivos del Ministerio que ahora asume Puente, en los que las más de las veces duermen el sueño de los justos sin que nadie los relance. Ese será el reto de Puente, relanzar una infraestructura que lleva varias décadas de retraso y cuyos anuncios no pasan ahora de anuncios de trazado de sus tramos, en concreto el de Villamartín de la Abadía y Requejo, entre las provincias ourensana y leonesa.

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