Diario de Castilla y León

Los rostros de la plaza Mayor de Salamanca

Reyes, militares, nobles o escritores del pasado acaparan los medallones que recorren la plaza mayor de salamanca / El emblemático espacio salmantino cuenta con un nuevo rostro, el rey Alfonso IX de León, impulsor de la Universidad de Salamanca, a través de sus paredes se puede recorrer gran parte de la historia de España con sus reyes, escritores o filósofos más reconocibles

Publicado por
Raúl Ruano
Valladolid

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La plaza Mayor de Salamanca es uno de los lugares de los que más presumen los salmantinos, uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad y de Castilla y León, la plaza del siglo XVIII es conocida dentro y fuera de la Comunidad. Su estilo barroco es inigualable, así como sus decoraciones. Tal y como la definió Miguel de Unamuno, se trata de «un cuadrilátero. Irregular, pero asombrosamente armónico». Uno de los elementos que resaltan y contribuyen a la belleza de esta plaza son sus medallones, una serie de personajes históricos que ‘observan’ a todo aquel que pasea por la plaza o disfruta de la arquitectura desde sus terrazas.

Estos elementos circulares incrustados en las enjuntas de los arcos de la plaza representan a reyes del pasado, a nobles, escritores o filósofos, entre muchos otros. Personajes como Miguel de Cervantes, Cristóbal Colón o Juan Carlos I y doña Sofía, adornan la plaza Mayor de Salamanca, a los que se les unió en este mes de agosto el rey Alfonso IX de León. Una vista al pasado que sirve para recordar a nombres destacados de la historia de España y de Castilla y León o personajes con una vinculación especial con la ciudad charra. 

Una tradición que se remonta al siglo XVIII cuando se comenzó a decorar el ágora salmantina , en el mismo siglo en el que se comenzó a construir. Una práctica que ha llegado hasta nuestros días, una tradición que ha perdurado con el paso de los siglos y continúa intacta. Estas figuras históricas recorren  toda la plaza, aunque todavía hay huecos sin completar y la plaza podrá seguir sumando más medallones. 

Estos retratos han sido testigos de la historia de la ciudad en un entorno privilegiado como es la plaza Mayor de Salamanca ya que fue, ha sido y será el espacio público por excelencia de esta ciudad, donde, en épocas pasadas, se celebraron desde nacimientos o bodas, hasta juegos y festejos; aunque en nuestros días también es lugar para multitud de eventos y celebraciones.  

El 10 de mayo de 1729 , según señala una placa conmemorativa en el ágora salmantina, comenzaron las obras de este espacio que se inspiró en la plaza Mayor de Madrid, la del Cuadrado de Córdoba o la del Ochavo de Valladolid . Apenas dieron comienzo las obras, se empezaron a colocar estos medallones en los cuatro edificios que fijan los límites de la plaza. Una tradición que ha llegado hasta nuestros días, tres siglos después de que comenzase. 

Actualmente para que una figura descanse en el ágora salmantina debe nacer de una propuesta que normalmente se realiza desde el Ayuntamiento, una institución o, a veces, un particular. Este primer ofrecimiento debe pasar por la Comisión Territorial de Patrimonio, órgano dependiente de la Junta de Castilla y León, que la valora. En esta institución es cuando se decide si se acepta o no y, en el caso de que la respuesta sea afirmativa, se decide la ubicación del próximo medallón. El criterio por el que se guía la Comisión es que el personaje histórico sea una figura importante en la historia de España o que tenga algún nexo de unión con Salamanca. En el caso de Alfonso IX de León , el último medallón que se ha colocado en el ágora salmantina, la propuesta nace de la Universidad de Salamanca, institución que él mismo fundó allá por el 1218 (ahí se encuentra su vinculación con la ciudad). Posteriormente, el Ayuntamiento también se sumó a esta iniciativa universitaria. 

La iconografía de estos medallones se divide en cuatro partes: Pabellón Real, San Martín (como se llamó anteriormente a este espacio antes de que se construyera la plaza), Petrineros y Consistorial . El primero de ellos está dedicado a la realeza y a las distintas dinastías que se han sentado en el trono de España. El segundo está dedicado a militares, guerreros y conquistadores. El tercero es el lugar escogido para personas relacionadas con la cultura y el último de ellos es para personalidades relevantes y algunos reyes que no pudieron ubicarse en el Pabellón Real (el primero que comenzó a decorarse). Todos ellos tienen una estructura similar entre sí, pero sin duda el edificio de la Casa Consistorial es el que más sobresale por encima de todos, tiene una mayor altura y preside la plaza Mayor de Salamanca. 

Pabellón real

El primer medallón que se colocó en la plaza fue en 1729 , obra del arquitecto y escultor gallego Andrés García de Quiñones, encargado de rematar el diseño arquitectónico de la plaza que dejó Alberto Churriguera. Las primeras figuras fueron Felipe V (nieto de Luis XIV de Francia, el Rey Sol) e Isabel de Farnesio, pareja reinante por aquel entonces. Debajo de este dibujo se colocó el de los Príncipes de Asturias Fernando y Bárbara de Braganza, que se habían unido en matrimonio en ese mismo año. 

De hecho, el retrato de Felipe V, primer rey Borbón en la historia de España, aparece dos veces ya que tomó dos veces el mando sobre el Gobierno de la nación. La primera de ellas cuando fue nombrado rey en el Palacio de Versalles en el año 1700 y la segunda cuando volvió al trono después de su sucesor, su hijo Luis I, falleciera a pronta edad. 

En el Pabellón Real también se puede disfrutar de los bustos de los Reyes Católicos y de Felipe el Hermoso y Juana la Loca ; las dos parejas se encuentran emparejadas en sendos medallones. Una vez finalizada la plaza se incluyó a Carlos III, aunque sin seguir el orden cronológico vigente hasta entonces. 

Anteriormente se mencionaba que el retrato de Felipe V se encontraba dos veces en esta parte de la plaza Mayor, pues bien, lo hace una tercera vez. En esta ocasión también se encuentra junto a su esposa, Isabel de Farnesio. Ambos bustos se encuentran en las enjuntas del mayor arco central de esta parte de la plaza. Esta localización se debe a un homenaje a los monarcas en cuyo reinado se comenzó a construir el ya mítico ágora salmantino. 

Es decir, este personaje aparece representado hasta en tres ocasiones, dos de ellas por cada comienzo de sus dos etapas de reinado y una tercera por autorizar la construcción de este emblemático espacio. El único personaje que está representado más de una vez en la plaza Mayor de Salamanca.   

En este enclave se encuentra de izquierda a derecha la serie completa los reyes castellanos desde Alfonso XI hasta Fernando VI: Alfonso XI, Pedro I, Enrique II, Juan I, Enrique III, Juan II, Enrique IV. Todos ellos reyes del Reino de Castilla hasta que están los rostros de los Reyes Católicos, de Juana La Loca y Felipe el Hermoso. 

A continuación la serie histórica prosigue con los Austrias: Carlos I, Felipe II, Felipe III, Felipe IV, Carlos II. Una vez finalizada esta dinastía comienzan los Borbones: Felipe V, Luis I, Felipe V y Fernando VI.

Hay que saltar tres siglos de historia, hasta 1936 , una vez comenzada la Guerra Civil, se trasladó el Cuartel General de las tropas nacionales a de Salamanca, con este pretexto, la ciudad sintió que debía dedicar un medallón en su plaza Mayor al nuevo Jefe del Estado: Francisco Franco. Medallón que fue quitado, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, en 2017.

Pabellón de San Martín

Una vez que se concluyó el Pabellón Real se continuó con las decoraciones del de San Martín. La cuestión es que ya no había más monarcas de la época para completar los medallones. Por ello se optó por decorar la plaza Mayor de Salamanca con héroes de España, militares o conquistadores. De esta forma se encuentran en esta parte del ágora, decorada por el escultor Alejandro Carnicero, Bernardo del Carpio, Fernán González, García Fernández, el Cid Campeador, Pelayo Pérez Correa, Guzmán el Bueno, Juan Pacheco, Rodrigo Ponce de León, Rodrigo Téllez Girón, el Gran Capitán (Gonzalo Fernández de Córdoba), Cristóbal Colón , Hernán Cortés, Francisco Pizarro, el duque de Alba (Fernando Álvarez de Toledo), Rodrigo Dávalos, Sancho Dávila, Antonio de Leyva, Diego López de Haro, Alonso de Aguilar y Alonso de Aragón.

Una de las personas que más empeño puso en esta serie de retratos fue Rodrigo Caballero, intendente del Reino de Castilla en la época de Felipe V (posteriormente su cara fue añadida en un medallón de la plaza). Quiso que los retratos de los retratos de los capitanes fueran lo más veraces posibles. Para ello solicitó a la ciudad de Burgos un retrato del Cid Campeador y de Fernán González para que los escultores pudieran recrear sus rostros. También hizo lo propio con varios de estos personajes históricos. 

Pabellón de  Petrineros

El Pabellón de Petrineros, junto con el Consistorial fueron los últimos en decorarse, y todavía cuentan con espacios vacíos para futuras incorporaciones. No fue hasta el siglo XX cuando se volvieron a implantar nuevos medallones en la plaza, 200 años después de que se decorara el Pabellón de San Martín. Tuvo que pasar la Guerra Civil , la posguerra y ya entrados en el último tercio del siglo, se recuperó el proyecto para ir completando los huecos vacíos en esta parte de l a plaza. Desde entonces, la intención era que los personajes representados tuvieran un estrecho vínculo con la ciudad, ya fuera por su nacimiento, su paso destacado por la villa o porque Salamanca sirvió de inspiración en su obra literaria.

Hubo que esperar hasta 1973 para que los rostros de Santa Teresa de Jesús y Miguel de Cervantes estuvieran en las paredes del ágora, un año después se añadió el de Francisco de Vitoria. En 1975 fue el turno del Intendente Corregidor don Rodrigo Caballero y Llanes, uno de los impulsores de la plaza Mayor. Debido a su papel en la construcción de este espacio, se colocó su medallón en un lugar especial: en uno de los entrearcos del soportal del Ayuntamiento, el edificio que preside el conjunto. 

Posteriormente también se añadieron en este espacio los medallones del Duque de Wellington y Juan Sánchez el Charro; ambos relacionados con la Guerra de la Independencia en Salamanca. En 1986, cuando se cumplían 50 años de la muerta de Miguel de Unamuno, se decidió que su rostro ocuparía un lugar en esta plaza; así como el del músico Tomás Bretón. En 2005 se realizaron más medallones y el de Juan de Borbón se ubicó en esta parte de la plaza. Completan esta parte de la plaza Antonio de Nebrija, Juan de Sahagún, Fray Luis de León , Julián Sánchez y , desde agosto, el rey Alfonso IX de León.

Pabellón Consistorial

Tras finalizar las decoraciones, primero del Pabellón Real y después del Pabellón de San Martín, la intención fue decorar un ala con sabios españoles, tal y como se hizo en el Pabellón de Petrineros, y dedicar el cuarto espacio a los santos de la nación. De hecho, se llegó a plantear que hubiera un gran medallón de Santiago Apóstol , patrón de España, en el edificio del Ayuntamiento. Una de las previsiones era representar al santo en la batalla de Clavijo y en la parte superior las estatuas de San Pedro y San Pablo. Finalmente no fue así y se dedicó este espacio a nobles, reyes y personalidades significativas en la historia de España.

La primera figura que se colocó después de 31 años fue el del conquistador salmantino Juan Vázquez Coronado en 1967. La anterior que se implantó fue la de Franco en 1936 . En este mismo año también se inauguró el del militar Juan Maldonado y Ordóñez de Villaquirán. 

En esta parte de la plaza, la más importante y la que preside el conjunto, se encuentran los rostros de Rodrigo Caballero y Alberto de Churriguera. El primero fue uno de los personajes que impulsó la creación de este emblemático espacio y el segundo fue el arquitecto que ideó la forma y estructura de la plaza Mayor. 

La situación política del país también tuvo su reflejo en los medallones salmantinos y durante varios años la inestabilidad fue una de las situaciones comunes. En el Pabellón Consistorial hay un medallón dedicado a la Primera República Española y otro a la Segunda. A su vez, también hay otra figura dedicada a Amadeo I de Saboya . Este no es el único rey con representación en esta parte del ágora, también están los rostros de Carlos III , Carlos IV, Fernando VII, Isabel II, Alfonso XII, Alfonso XIII; Juan Carlos I y Doña Sofía, los dos rostros se funden en el mismo medallón. 

En el año 2005 fue cuando se produjo la mayor ampliación en esta pared, con nueve nuevos medallones, con motivo del 250 aniversario de la construcción de la plaza. 

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