Diario de Castilla y León

«Sánchez está quedando con su partes íntimas al aire y no merece la confianza de los españoles»

Javier Iglesias, presidente de la Diputación de Salamanca. En sintonía con el presidente de la Junta, asegura que la amnistía es una cuestión «medular» que no puede quedar fuera del debate político, pero defiende el papel de las instituciones provinciales para resolver los problemas diarios de los ciudadanos.

Javier Iglesias -DIPUTACIÓN DE SALAMANCA

Javier Iglesias -DIPUTACIÓN DE SALAMANCA

Publicado por
Ricardo García
Valladolid

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Con una dilatada experiencia en política a sus espaldas, Javier Iglesias (Peñaranda de Bracamonte, 1969) vuelve a ponerse una vez más a los mandos de la Diputación de Salamanca con una hoja de ruta bien definida en la que el desarrollo de la provincia a todos los niveles figura como meta. Fue presidente del PP salmantino durante el proceso judicial por el caso de las primarias, ahora archivado, pero opina que ese ha reforzado al partido. De hecho, hace gala de los buenos resultados cosechados en las últimas elecciones municipales.

Pregunta .- Tras las últimas elecciones municipales se ha visto que Salamanca sigue siendo un importante fortín para el Partido Popular, posiblemente el mayor de toda Castilla y León. ¿Cuáles cree usted, como presidente de la Diputación, que son los motivos de este éxito?

Respuesta .- En esta última contienda electoral en las municipales, fuimos los segundos mejores resultados de toda España detrás de Almería. Salamanca es un referente. Aquí en Salamanca se hacen las cosas bien, estamos al servicio de las personas. Escogemos a los políticos que están al frente de las instituciones. Son personas razonables, con sentido común, que tienen una vocación de servicio y eso se nota. Por lo menos durante los años en los que yo fui presidente del partido primaba el interés general de la sociedad a la que nos tocaba servir, por encima de los amiguismos y cualquier otro tipo de consideración. Aquí se trabaja bien, tenemos nuestras cosas como todo el mundo, pero se hace una labor de gestión formidable al servicio del interés de las personas.

P.- Su recorrido al frente de la Diputación viene ya de lejos. Sin embargo, imagino que como en cada legislatura usted se ha marcado unos objetivos. ¿Cuáles?

R.- En la Diputación Provincial de Salamanca vienen marcados de lejos, pero los queremos ir desarrollando poco a poco. Son el servir lo mejor posible a los intereses de las personas del medio rural a través de la delegación de Bienestar Social y todos los programas que tenemos, que hemos desarrollado muchos y buenos en estos últimos años. El ir de la mano de nuestros socios primordiales, que son los alcaldes y los concejales de los municipios, volcando una cantidad de presupuesto a histórica. Y en tercer lugar, ocuparnos de lo más importante de a través de las infraestructuras y sobre todo, políticas activas de empleo y de desarrollo de oportunidades.  Nadie de fuera va a venir a remediar la situación en los municipios, ni de Salamanca ni del resto de Castilla y León.

P.- Hablábamos de esos buenos resultados electorales, pero sí que es cierto que el Partido Popular de Salamanca ha tenido que hacer frente a momentos complicados con todo el proceso en torno a las primarias. ¿Cree que esto les ha pasado factura o bien les ha reforzado como formación política?

R.- Viéndolo con perspectiva, después de las contiendas electorales, podemos decir que el Partido Popular ha salido claramente reforzado después de estos años en los que ha habido ciertas cuestiones no deseadas ni por mí ni por la mayoría de los militantes del Partido Popular de Salamanca. El asunto ya se ha archivado de manera definitiva.  Todo lo que hicimos fue legal. Se hizo con un solo fin de que uno de los nuestros, Alfonso Fernández Mañueco, presidiera el Partido Popular de Castilla y León con el fin de que fuera el presidente de la Junta. Misión cumplida. Creo que es un buen presidente para Castilla y León y para los salmantinos. Y eso es lo que nosotros preferimos en ese momento. Desde el Partido Popular de Salamanca hemos dado una lección de cómo afrontar las cosas cuando las cosas no vienen bien dadas. 

P.- Menciona usted al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que como bien dice, también es salmantino. Imagino que ustedes se conocen bien y que las relaciones entre las dos administraciones son buenas, ¿no?

R.- Uno de nuestros socios fundamentales para desarrollar las políticas que desarrollamos en la provincia de Salamanca es la Junta de Castilla y León. Esta colaboración ha ido a más y se ha ido reforzando. Alfonso Fernández Mañueco es un presidente que conoce muy bien el territorio, que conoce la importancia de todos y cada uno de los municipios de Castilla y León, y eso facilita la labor con las diputaciones.

P.- No obstante, siempre hay algo más que se le pueda pedir a la Junta, ¿no?

R.- En el caso de la Diputación Provincial de Salamanca yo lo que le pediría a la Junta de Castilla y León es que la competencia delegada que está ejerciendo porque se lo ha ofrecido el Gobierno de España, la digitalización en el territorio, hay que acelerarlo. Nosotros no podemos hacerlo motu proprio desde la Diputación Provincial, precisamente por no ser una competencia. Sí le pediría al presidente de la Junta de Castilla y León que apretara al Gobierno de España para que fuéramos más allá. Creo que está siendo reivindicativo, pero le animo a que continúe esa reivindicación para el eje Atlántico. Tenemos a la yema de los dedos el culminar las obras del tren con Portugal, pasando por Ciudad Rodrigo. El Gobierno de España dejó las cosas prácticamente donde las dejó el Gobierno del Partido Popular y. Y parece ser que el Gobierno socialista no le interesa desarrollar la provincia de Salamanca.

P.- ¿Cree que la provincia de Salamanca está infradotada en lo que en lo que infraestructuras se refiere?

R. - En los últimos 20 o 25 años sí que hemos dado un salto cualitativo y cuantitativo con las autovías. Desde la Diputación, modestamente, también estamos hace más de diez años con un plan de carreteras con el que le estamos dando una vuelta a las pequeñas carreteras que conectan a los municipios, que todo es importante. Yo creo que tenemos por delante el desarrollo de infraestructuras ferroviarias claves para el futuro de la provincia de Salamanca y de Castilla y León. Una es a la que me he referido que se está desarrollando en este momento, y la otra es esa prioridad que ha sido aprobada en el Parlamento Europeo de la Línea Ferroviaria de La Plata, desde Asturias hasta Andalucía, que vertebra toda España, toda el oeste peninsular y todo el oeste de Castilla y León. Está en el tejado del Gobierno de España el incluirlo dentro de las prioridades de futuro para desarrollar en nuestro país. Lo que dice la Unión Europea es que a partir de 2030 puede cofinanciar de manera notable esta infraestructura. Ahora es el Gobierno de España el que tiene que decidir si desea coger esa oportunidad o si desea y rechazarla para invertir en otros lugares de España. A mí me parece muy bien el eje del Mediterráneo, pero no debemos olvidar que España es mucho más que el Mediterráneo y que Madrid. Hay muchas personas que deseamos quedarnos a vivir en nuestro territorio, en nuestros pueblos, en nuestras ciudades y que queremos las mejores oportunidades tanto o más que cualquier otro español.

P.- No podemos pasar por alto las negociaciones del Partido Socialista para la investidura de Pedro Sánchez. Por un lado le voy a preguntar qué opinión le merece la condonación de esos 15.000 millones de deuda a Cataluña.  

R.- Me parece un ejercicio de cinismo nunca visto en el conjunto de España. Lo que está diciendo el Gobierno de España es que ya no lo van a pagar. Se han hecho hospitales en Cataluña que lo tenían que pagar los catalanes, como estamos pagando los castellanos y leoneses el hospital que se ha hecho en Salamanca, y lo que dice el Gobierno de España es que a partir de ahora el hospital que se ha hecho en Cataluña lo vamos a pagar todos los españoles. Tiene que haber una mesa de diálogo entre todas las comunidades autónomas y que se tiene que decidir por parte de todos, no entre dos partidos políticos. Y menos por una situación tan prosaica como es «simplemente te doy esto a cambio de que me votes para que vuelva a ser presidente en los próximos cuatro años». A mí me parece absolutamente inverosímil. Estamos llegando demasiado lejos con una situación demasiado arriesgada en la que pone en riesgo la igualdad que pregona la Constitución entre españoles.

P.- Sobre la amnistía a los líderes independentistas la pregunta es exactamente la misma. ¿Qué opinión le merece?

R.- Hay una encuesta que dice que casi el 50% de los votantes socialistas no estaban de acuerdo con la amnistía. El propio presidente de Gobierno dijo que no lo iba a hacer, que eso era inasumible. Pero tenemos un presidente del Gobierno que parece que cambia de opinión en función de sus propios intereses. Es sencillamente lamentable. Está quedando pues con sus partes íntimas al aire y creo que es un presidente de Gobierno que no merece ni el reconocimiento ni la confianza de los españoles. Y además, ¿para qué? Para tener el gobierno más quebradizo, más débil y con las manos atadas de toda la democracia. Nos preguntamos muchos españoles de bien si merece la pena el llegar a estos extremos de poner en tela de juicio el Estado de derecho, hacer una política dirigida simplemente a que me voten la investidura para obtener el gobierno, que esté en peores condiciones en manos de los socialistas y de Bildu, de todas estas personas que no confiaron ni en España ni en el Estado de Derecho. Yo creo que sería el momento de darle nuevamente la voz a los españoles para que pudieran elegir. Y le digo más, si Sánchez fuera una persona de Estado que mirara por los intereses de España, miraría al Partido Popular para llegar a un pacto de Estado y blindar el Estado de Derecho y la igualdad de españoles.

P.- ¿Cómo interpreta usted todo este debate tan grande que hay en torno a la amnistía, a la condonación de la deuda y que aleja el foco de los problemas del día a día de los ciudadanos?

R.- Al tema de la amnistía no hay que quitarle importancia. Tiene usted razón en que con demasiada frecuencia la política española a nivel nacional se ha convertido en un galimatías que poco tiene que ver con el interés general. Pero la cuestión de la amnistía es una cuestión medular para la convivencia entre los españoles. Yo no estoy de acuerdo en que este asunto de la amnistía sea una cuestión alejada de la vida de los españoles. Se lo voy a a a concretar. En términos económicos nos va a costar un pellizco del bolsillo a todos los españoles y nos va a procurar menos oportunidades, menos desarrollo y menos oportunidades en el futuro para nuestros hijos. Ahora bien, ¿me dice usted que el Gobierno de España se está ocupando siempre de asuntos que tienen poco o nada que ver con el interés general de las personas? Mi respuesta es que sí, que es un gobierno que tradicionalmente lo que ha hecho es impulsar leyes y cuestiones que poco tienen que ver con el interés general de todos los españoles y sí con cuestiones de carácter más ideológico que otra que otra cosa y que eso, poco a poco, la sociedad española lo va a pagar. Hay que hacer más para la gestión diaria de las personas y ocuparnos de los problemas de las personas, pero el asunto medular en este momento, que va a pasar factura a la sociedad española con toda seguridad y podrá ser medido una vez que pase todo esto dentro de unos años, es esta situación de quebranto del Estado de derecho y sobre todo la razón por la que se está haciendo que la conocemos todos los españoles. A mi juicio, Sánchez ha vendido el alma al diablo y el diablo vendrá en algún momento a cobrarse su parte.

P.- Son ya varios los miembros del Partido Socialista que se han pronunciado públicamente en contra de estas negociaciones. ¿Cree que deberían hacer algo más o deberían trasladar ese mensaje en contra de la amnistía de otra manera, más allá de unas declaraciones?

R.- Yo no suelo hacer declaraciones sobre los responsables de otras comunidades autónomas o de otro partido, pero yo creo que es importante, digan lo que digan y lleguen hasta donde lleguen, que haya voces tanto de líderes actuales como Page, como de líderes pasados, el propio presidente de Gobierno de España, Felipe González, el vicepresidente Alfonso Guerra, que han levantado la voz.  La socialdemocracia no la vemos por ningún lado con Sánchez. Es un es un es un invento absolutamente distinto. No es el socialismo clásico de la socialdemocracia, sino es un superviviente, que es lo que le gusta a él. Además, poner énfasis sí que lo es. Es un superviviente que está a su servicio particular, personal y de su partido y no el de los españoles y las voces socialistas. Lo que están diciendo que por ese camino no se puede ir. Estamos en una sociedad en la que entendemos que lo que está haciendo Sánchez es tapar con un escándalo el escándalo anterior. Es como una huida hacia adelante permanente. Tapa con un escándalo el escándalo anterior. Ha pasado tantas veces la línea roja que ya no se acuerda ni él. Y, por supuesto, el resto de los españoles tenemos dificultad para recordarlo. Pero es que es una política continuada de escándalos, de la simple supervivencia en el poder. Y eso nos va a pasar factura. Es malo para España y es malo para los españoles.

P.- Supongo que el domingo acudirá a una de esas concentraciones convocadas por Feijóo.

R.- Evidentemente ahí estaremos representados como miembros del Partido Popular en esa concentración y representando a la institución en la que me honro presidir. Claro que sí, ahí estaremos.

P.- No sé si ha llegado a asistir a las concentraciones frente a las sedes del PSOE.

R.- Yo no asistí y por lo que he visto las fotos no había ningún alto representante del Partido Popular, por lo menos de mi provincia. No sé qué habrá sucedido en otros lugares. Lo que sí le digo es que la política es el arte del pensamiento, de la palabra. Tenemos la obligación de contestar, de ser firmes en nuestras declaraciones, pero sin faltar el respeto a nadie. A mí no me gusta hacer lo que a mí no me gustaría que me hicieran o que nos han hecho ya. Y creo que desde el Partido Popular tenemos que ser respetuosos absolutamente con todos, pero firmes y determinantes en las convicciones que defendemos. En estos momentos la sociedad española tiene que ser firme. Podemos decir lo que sea defendiendo nuestros principios y nuestros postulados, siendo respetuosos con el conjunto de la sociedad. Yo entiendo que hay otros que piensan diferente de mí y lo respeto y lo debo respetar, pero eso no significa que yo no defienda con toda la fuerza, con todo el arrojo, con todo lo que pueda yo poner la carne en el asador, mis principios, mis convicciones, incluso intentando convencer a otras personas.

P.- Apela usted al respeto. ¿Es porque entiende que desde otras formaciones políticas, a la hora de expresar su rechazo a todas estas cuestiones, no se está haciendo gala de ese respeto que usted defiende?

R.- Mire, llevo muchos años en política y me ratifico en lo que le he dicho.

P.- No quiero dejar pasar la oportunidad de preguntarle también acerca del pacto que sostiene la Junta de Castilla y León entre el Partido Popular y VOX. Al fin y al cabo hemos hablado de la importancia que tiene el trabajo conjunto con la Diputación y de otros pactos que también están cristalizando.

R.- Primero, ese pacto entre el Partido Popular y VOX en la Junta de Castilla y León es lo que decidieron los ciudadanos de Castilla y León en las pasadas elecciones. Punto segundo, es un pacto que hasta el momento está dando estabilidad, tranquilidad, sosiego y gestión a la Junta de Castilla y León. Y punto tercero, la relación que yo pueda tener con los distintos consejeros, sean de un partido o de otro, es extraordinaria y se está basando en el interés general de las personas, que es lo que yo deseo. Por lo tanto, nada que decir. VOX es un partido diferente al Partido Popular, es un partido constitucionalista que es mucho decir en este momento y otros son lo que son. Corresponde a los ciudadanos valorar a unos y a otros. Pero VOX es un partido constitucionalista que cree en el Estado de Derecho, que aprueba y defiende la Constitución. Y a mí me gustaría ver esa valentía defendiendo la Constitución en otros estamentos de la vida política española, que es lo que echamos de menos.

P.- Como usted bien ha dicho, Salamanca es una, es una con oportunidades y con opciones de desarrollo. ¿Hacia dónde va o cuál es el futuro de la provincia de Salamanca en esa línea del desarrollo que se pretende conseguir? ¿Qué papel se pretende que tenga la Diputación?

R.- Desde la Diputación Provincial de Salamanca somos una administración pública que nos ocupamos de la gestión diaria y de proveer servicios al conjunto de los ciudadanos. Pero también tenemos una idea estratégica de futuro. Y para mí la estrategia, el futuro de la provincia de Salamanca pasa por unir el talento de las personas con el conocimiento y la creación del conocimiento, y que eso se sustancia en uno de los proyectos estrella que estamos impulsando muchas administraciones de la provincia Salamanca como la Universidad Salamanca, el CSIC, la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de Salamanca y la propia Diputación, que es protagonista en este proyecto.  Se trata del campus ambiental, que es unir el sector primario, el los productores del sector primario, agricultores y ganaderos con la creación de conocimiento. Es un proyecto único en España, un modelo de desarrollo único que estoy convencido que en los próximos años nos va a dar muchas alegrías a los salmantinos. Hablar de sector primario, hablar de mundo rural tiene que ser absolutamente compatible con hablar del conocimiento y del talento. Y desde la Diputación de Salamanca no solamente nos ocupamos del día a día, de las cuestiones de comer todos los días, sino que tenemos un sentido estratégico de futuro para ofrecer las mejores oportunidades de futuro. Ya me gustaría a mí que otras administraciones públicas y que el Gobierno de España tuvieran ese sentido estratégico para nuestro país y que el presidente del Gobierno tuviera ideas de futuro como tenemos en una administración tan modesta y tan pequeña como es la Diputación Provincial.

P.- A favor de Salamanca también juega el ser una provincia limítrofe con Portugal. Al fin y al cabo, más allá de las infraestructuras que hemos hablado antes, no va a dejar nunca de tener un papel protagonista a la hora de las conexiones entre España y Portugal. Supongo que en ese apartado también existirá respaldo por parte de la Diputación. 

R.- Yo soy de Ciudad Rodrigo, fui alcalde muchos años y, tradicionalmente, el estar al lado de Portugal no era una ventaja. Era una desventaja más bien hasta el año 1986, en que ambos países se incluyen en la Unión Europea y forman parte de la Unión Europea. Ahora mismo somos dos países que funcionamos bien. Somos socios a la hora de conseguir fondos europeos, que aprendemos los unos de los otros y que tenemos relaciones institucionales que van más allá de un simple abrazo o un simple saludo y que son socios prioritarios para desarrollar políticas de creación de oportunidades. Yo creo que efectivamente en estos momentos el estar limítrofes con un país como Portugal es una oportunidad. Portugal es un país que en los últimos 6 u 8 años está apostando y está pisando muy fuerte y que está teniendo y adquiriendo un gran desarrollo, un gran protagonismo en la Unión Europea y que está de moda además. Y Castilla y León y Salamanca en particular, estamos cerca de ellos. Yo creo que será bueno de cara al futuro seguir estando cerca de ellos. De hecho, nosotros tenemos experiencia, contamos con las relaciones con la experiencia y con el conocimiento del país vecino que yo me honro en haber visitado y el tener unas relaciones privilegiadas con ellos.

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