Diario de Castilla y León

DÍA MUNDIAL CONTRA EL CÁNCER DE MAMA

«Te para la vida, no he podido hacer vida normal»

La vallisoletana Laura Rodríguez, que ha superado un cáncer de mama, relata su experiencia con una enfermedad curable en fase inicial en nueve de cada 10 casos

Laura Rodríguez, afectada de cáncer de mama en su domicilio. / PHOTOGENIC

Laura Rodríguez, afectada de cáncer de mama en su domicilio. / PHOTOGENIC

Publicado por
Daniel M. Arranz

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El lema ‘El rosa más que un color’ visibiliza no solo este jueves 19 de octubre, Día Mundial contra el cáncer de mama, sino el resto de días la lucha contra el cáncer de mama, el tumor más frecuente en la mujer en todo el mundo. En Castilla y León cada día se diagnosticaron cinco casos de esta enfermedad el pasado 2022, siendo 1.938 los casos, de los cuáles uno de cada cuatro se detectó a mujeres de más de 75 años. Valladolid fue la provincia con mayor número de casos, 414 en el pasado año. La prevalencia en la franja de edad entre 15 y 39 años es baja, solo 89 casos, uno de ellos el de Laura Rodríguez, una joven vallisoletana residente en Arroyo de la Encomienda, a la que detectaron cáncer de mama en noviembre de 2022. 

Han pasado más de 300 días de ese día, esa fecha del 23 de noviembre . «No se me va a olvidar nunca, es un impacto brutal en tu vida», remarca Rodríguez que ha pasado durante estos meses por tratamiento de quimioterapia, la intervención quirúrgica y la radioterapia, en los Hospitales Río Hortega y Clínico Universitario de Valladolid. Trabajadora del campo, Laura tuvo que darse «de baja literalmente pronto. Requiere mucho esfuerzo físico y cuando empecé era inviable». Se le detectó un bulto a raíz de un accidente de tráfico, y en la rehabilitación notó dolores fuertes en el esternón donde llevaba el cinturón, y al realizar unos masajes en la zona central «entre los dos pechos, una de las veces me noté un bulto», explica. 

Tras ser citada por el ginecólogo y al realizarle las pruebas le dieron la noticia. «Se me pasó por la cabeza mucho miedo, incertidumbre, lo has oído en la tele, a la vecina, o a la primera de alguien, pero no te imaginas que vaya a ser a ti y sobre todo tan joven», explica. Una edad, 29 años, con poca prevalencia, de ahí que al inicio casi descartasen el cáncer mamario. «Me decían que era raro, que no sabían si pedir una mamografía porque era muy joven, pero mi ginecóloga pecó de precavida, me hicieron la biopsia y salió positivo».

Una etapa nueva en su vida que afrontó con mucho optimismo, aunque el shock fue importante: «Te para la vida, yo no he podido hacer vida relativamente normal. Ahora no tengo aún mi antigua normalidad», explica Rodríguez que observa un «camino que no ha sido fácil» en el que contó «con el apoyo de las personas más cercanas, mi psicóloga particular, mis padres, mi pareja, la Asociación Española contra el Cáncer me ofreció una psicóloga especializada también». Además destaca el papel de los profesionales médicos, «muy seguros, te dan toda la información y lo tienen todo muy cuadrado, a pesar de que la palabra cáncer da miedo», reconoce. Un triunfo de vida para ella, en la fase final del proceso tras «haber terminado la lucha contra el tumor porque ya no lo tengo. Me han analizado las células que me quitaron de la operación y no salió nada, y ahora tengo que ir durante un año a que me pongan anticuerpos, es cada tres semanas y para mí comparado con antes que a lo mejor estaba seis o siete horas con la quimioterapia en el Hospital de Día, con las inyecciones ahora es una hora y cada tres semanas, que antes era todas las semanas». Ahora nota cansancio «aunque no tanto como con la quimio. Antes era constante de dolores, apatía, falta de apetito y cansancio». 

Eso terminó el 10 de mayo pasado, aunque un mes después todavía tenía efectos. Laura Rodríguez, que ha superado un cáncer de mama, tiene claro que aquellas que estén pasando por lo mismo que pasó ella hace unos meses deben «apoyarse en su familia, y también en la AECC, todos los recursos que tengan a su disposición». Una Asociación que particularmente le asesoró «en la caída del pelo porque te cambia la imagen, te ofrecen pañuelos o pelucas para que te sientas más cómoda. También recibí mucha ayuda de la psicóloga, trabajan a diario con pacientes oncológicos y saben ponerte en su lugar». Una ayuda que muchas compañeras suyas de batalla en el Hospital de Día ven con «cierta reticencia, está bien tenerlo por si lo necesitas. Yo me quedé sorprendida de los recursos que tienen». 

Paula Rojas, trabajadora social AECC. / E. M.

Paula Rojas, trabajadora social AECC. / E. M.

En el caso de Laura Rodríguez no hizo uso del Grupo de Apoyo que ofrecen desde la AECC en Valladolid . «Se trata de un grupo libre y voluntario, de autoayuda porque el  tema es libre, ellas hablan todo el rato», explica Paula Rojas Alonso, trabajadora social que se encarga de moderar y ayudar a las usuarias de este servicio que se ofrece una vez al mes, durante una hora, con un grupo de unas 15 personas. Un foro para «compartir experiencias y dudas con gente que está pasando el mismo proceso. Ellas se sienten solas ante la enfermedad aunque tengan mucho apoyo», esgrime. Testimonios de cierta dureza porque «a muchas las aterroriza la palabra cáncer, que tengan que pasar por la quimio, que se les caiga el pelo y se vean mal. Las crea molestias y anímicamente están muy cansadas», expone.

  Un proceso por el que pasó la segoviana Esther Arranz ahora hace 11 años: «El mismo día que cumplí 40 años. Fue mi regalo, cuando me lo dijeron fue como si me hubiera caído el mundo encima. Yo soy enfermera, pero no entendía lo que me estaba diciendo el médico», explica. En su caso concreto «empecé a llorar y el médico me dijo que llorase hoy porque a partir de mañana se acabó el llorar», reconoce. Madre de dos hijas pequeñas en aquel momento, reconoce que no sabía «cómo contarlo al círculo más cercano», pero sí tuvo claro que tenía que «salir adelante con su apoyo y pensando en mis hijas». Tras superar este cáncer asegura «recordarlo solo cuando llegan las revisiones anuales. De 12 meses solo me acuerdo ese mes. Lo tengo olvidado entre comillas porque estoy bien y hay que seguir», explica aunque «el miedo lo tienes cuando llega esa revisión y te vuelve todo a la cabeza». 

Su recomendación para aquellas que están en fase inicial es que «tiren hacia delante. Mente positiva siempre y salir a la calle y estar entretenida. No hay que estar siempre en casa, confiar en la gente cercana que es la que te levanta cuando estás mal. Ellos siempre te dan el apoyo y a veces nos portamos mal con ellos». Y sobre todo ponerse pequeñas metas: «Si no puedes dar 20 paseos, ve de aquí a la esquina, y siempre estar activa y positiva. Habrá días buenos y malos, pero hay que seguir. Y cuando te den una sesión pensar en que ya queda un día menos», subraya Arranz.

Aunque en la actualidad hay muchos datos para el optimismo porque «el 95% de los casos es curable si está en estadio uno». Esos avances en las investigaciones del cáncer mamario han logrado aumentar la supervivencia media. Pese a ello desde la Asociación Española contra el Cáncer han lanzado la campaña ‘El rosa más que un color’ que pretende «devolver al rosa su identidad, volver a ese movimiento social para continuar mejorando la calidad de vida de las pacientes con cáncer de mama». Una campaña que tiene como ejes fundamentales la detección precoz: «Es importante no bajar la guardia y recordar que los programas de cribado, destinados a la población en riesgo, han conseguido detectar o diagnostica de forma temprana nuevos casos de cáncer y por tanto aumentar la esperanza de vida. En lo que se refiere al cáncer de mama, la recomendación sugiere un límite de edad inferior de 45 años y un límite superior de 74».

La investigación para conocer en profundidad las causas moleculares que llevan al desarrollo de la metástasis para encontrar mejores tratamientos. Identificar nuevas dianas terapéuticas sobre las que actuar de manera más específica y que permitan ofrecer a cada paciente terapias dirigidas y una medicina de precisión más eficaz. Conseguir nuevos avances en inmunoterapia que permitan seleccionar mejor el tratamiento a cada paciente. Mejorar el conocimiento sobre el cáncer de mama triple negativo, el cáncer más agresivo y con mayor capacidad de crecimiento y proliferación. Y sobre todo el apoyo. La Asociación Española contra el Cáncer atendió en el 2022 al 30% del total de mujeres que se diagnostican al año con cáncer de mama. 

Según los datos que recoge el Informe Dinámico del Observatorio contra el Cáncer, en su apartado del tumor en las mamas, en Castilla y León hubo 161 casos nuevos por cada 100.000 mujeres en el año 2022 . Zamora fue la provincia con mayor incidencia porcentual con 173 casos, seguida de León con 168 y Palencia y Salamanca con 163. El resto están por debajo de la media regional con 160 casos en Ávila, 156 en Soria, Burgos y Valladolid y 152 en Segovia. 

A nivel nacional se detectaron 34.740 casos, lo que supone 134 casos nuevos por cada 100.000 mujeres en el pasado 2022.

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