Diario de Castilla y León

Pascual apuesta por el relevo generacional de agricultores y ganaderos en Castilla y León

El presidente de Calidad Pascual entrega 14 becas a hijos de ganaderos y agricultores para asegurar el relevo generacional en el campo

Acto de entrega de la segunda edición de las Becas Pascual para hijos de ganaderos y agricultores. ICAL

Acto de entrega de la segunda edición de las Becas Pascual para hijos de ganaderos y agricultores. ICAL

Publicado por
Redacción
Valladolid

Creado:

Actualizado:

El presidente de Calidad Pascual, Tomás Pascual Gómez-Cuétara, valoró hoy en Aranda de Duero (Burgos) el relevo generacional de agricultores y ganaderos en cuanto a que significa “dar continuidad en una España rural vaciada, que es necesario que exista”. Así lo puso de manifiesto en el acto de entrega de la segunda edición del programa Becas Pascual en el que se concedieron un total de catorce becas para los hijos de los ganaderos y agricultores, que proveen de Leche Pascual y materias primas para las bebidas vegetales Vivesoy de Castilla y León, Extremadura, Galicia, Cantabria y Cataluña.

En su segunda convocatoria, el programa Becas Pascual amplía el número de becados (de 12 a 14) e incorpora hijos de agricultores de Vivesoy para asegurar el relevo generacional en el campo . Se trata de un innovador programa que ayuda a financiar los estudios de jóvenes ganaderos y agricultores en disciplinas vinculadas al sector primario.

En este contexto, el presidente de la compañía consideró que en la actualidad se puede elegir continuar o no con el relevo generacional de las empresas familiares si bien aplaudió este relevo que se da al campo y valoró “dar continuidad a ese trabajo en una España que no es fácil , vacía, vaciada, la España rural, que es necesario que exista y que haya personas que quieran seguir allí desarrollando la mejor innovación”, informa Ical.

“Es muy gratificante también el hecho de ver los resultados que se van obteniendo , de ver cómo se transforma una explotación o el campo con unas tecnologías y ver que uno progresa”, dijo. Y añadió que “al final, este trabajo es la base de la cadena alimentaria y lo que implica en muchos aspectos: el mantenimiento del territorio y del medio rural, no solo desde un punto de vista económico, sino también social y también en el tema de la sostenibilidad vegetal”.

Tomás Pascual también se refirió a los “muchos retos” a los que estos jóvenes se enfrentan y subrayó que “la parte de formación ayuda a que podáis afrontar estos retos de mejor manera” . Así, mencionó la modernización de los cultivos y explotaciones de ganaderas, la digitalización para hacer esos cultivos más eficientes, incluso, dijo, “para hacer el trabajo más fácil”.

“Siempre digo que me he encontrado más desarrollo tecnológico en el campo que en las industrias , que seguramente hoy en día hemos cambiado de vida, y en el campo tenéis más conocimiento, más información y más datos para gestionar de los que tenemos en las industrias”, indicó, al tiempo que añadió que “en las industrias tenemos máquinas, pero hay que tener información para poder gestionarlas”. Por ello, concluyó: “ A mí me gusta ver que el campo, que parece algo básico, está tecnológicamente muy avanzado y que haya vocación de continuar, de seguir formándose para seguir aplicando ese conocimiento al campo”.

Promover el relevo generacional

Durante el evento, el director general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, José Miguel Herrero, consideró que las Becas Pascual son “un proyecto muy interesante para promover el relevo generacional en las ganaderías” y que, en esta segunda edición, también en las explotaciones agrarias proveedoras del grupo, mediante la financiación de los estudios de jóvenes ganaderos y agricultores en disciplinas vinculadas al sector primario.

“El país más rico del mundo tiene que mirar al futuro de la mano de un relevo generacional que asegure la continuidad de los mejores alimentos de España ”, defendió, al tiempo que aseveró que “el futuro no se puede entender sin los alimentos y éstos sin las personas”. “Con estas becas estáis tomando unas decisiones importantes para el desarrollo del país”, dijo.

Porque, según relató el director general del Ministerio de Agricultura, “en una semana el mundo cambia radicalmente y hay que estar preparados para ser ágiles en la resolución de problemas” . “Con estas decisiones de continuar el legado familiar sois héroes que vais a hacer que el mundo de la alimentación sea diferente”, exclamó.

Por su parte, la directora del Negocio Lácteo de Pascual, Natalia Fernández, se mostró “muy orgullosa” de este programa de becas porque “el objetivo era dar continuidad a esta iniciativa aumentando su alcance y, de este modo, contribuir al mantenimiento de la actividad de estos negocios familiares en las zonas más despobladas del país”.

En su intervención, aseguró que el mercado de bebidas vegetales está creciendo y que “cada vez hay más consumidores en esta categoría” . Al tiempo, destacó que todas las materias primas de las bebidas vegetales Vivesoy son 100% cultivo local, certificado por AENOR, y que “el consumidor lo está aceptando de manera muy positiva”.

Además, esta II edición de Becas Pascual ha ampliado su radio de acción llegando por primera vez a zonas rurales de Cataluña y Extremadura , además de continuar formando a alumnos de explotaciones ganaderas y agrícolas localizadas en Castilla y León, Galicia y Cantabria. En este sentido, Natalia Fernández, señaló que “las economías rurales necesitan que les aportemos y facilitemos recursos para potenciar la industria agroalimentaria, que es un elemento fundamental para la vertebración del territorio y fijación de la población en el medio rural”.

II Becas Pascual: ampliando su vínculo con el medio rural

Las Becas Pascual están destinadas a enseñanzas regladas, vinculadas al sector primario, que se complementan con un plan formativo de alto rendimiento, impartido por la compañía, para instruir a estos jóvenes una vez que se incorporen a los negocios familiares. Esta formación incluye áreas como sostenibilidad, medioambiente , reproducción, seguridad alimentaria o gestión empresarial.

En la II edición de las Becas Pascual, el número de becados ha aumentado respecto al año anterior hasta un total de catorce los jóvenes a los que se ayudará a financiar su formación. En concreto, seis de estos estudiantes darán continuidad a la beca que ya se les concedió el pasado curso, mientras que serán ocho los nuevos perfiles que se beneficiarán del programa por primera vez, dos de ellos hijos de agricultores de Vivesoy: Adrián Sabino Mateos, de Cilleros (Extremadura); y Nuria Rodríguez Pajares, de Magazos (Ávila).

De esta manera, Nuria Rodríguez Pajares, hija y nieta de agricultores, que estudia Ingeniería Agrícola en la Universidad de Salamanca, tiene claro que, “los estudios le pueden ayudar a mejorar y dar continuidad y sostenibilidad a la explotación de mi familia”. “Por supuesto, la beca de Pascual es un empujón que nos ayuda a continuar estudiando y formándonos para el futuro”, apostilló.

Mientras que Iván Gómez, hijo y nieto de una familia ganadera gallega que provee de leche a la compañía, apuntó que “quedarse en el campo no siempre es la solución más fácil”. “Es un trabajo duro y sacrificado, pero a la vez muy gratificante. Desde niño he pasado tiempo y he colaborado con el negocio familiar, por eso elegí unos estudios relacionados con este mundo como el grado de Producción Agropecuaria”, relató.

Gracias a estas y otras iniciativas, Pascual ha logrado establecer relaciones estables, duraderas y cercanas con todos sus ganaderos y agricultores, así como con sus familias. Por un lado, Leche Pascual trabaja con 292 familias de ganaderos situados en núcleos rurales, donde fijan población. El 85 por ciento lleva más de quince años con la compañía; consiguiendo, además, que su granja sea sostenible y rentable.

Por el otro, todas las materias primas de las bebidas vegetales Vivesoy son 100 por cien cultivo local, certificado por AENOR, de la mano de 220 familias de agricultores. Además, las fábricas de Pascual se encuentran en municipios rurales, como demuestran los casos de los complejos industriales de Aranda de Duero y Gurb; las dos plantas embotelladoras de Bezoya, su marca de agua mineral natural, afincadas en los municipios segovianos de Ortigosa del Monte y Trescasas; y el tostadero de Mocay, en Navarra, situado en el municipio de Tajonar.

tracking