Los ataques del lobo se disparan un 30% desde que se prohíbe su caza
Suman 1.717 en el primer semestre del año y la Junta prevé rozar los 4 millones en indemnizaciones a los ganaderos por daños del cánido / El número de reses muertas repunta un 27% hasta un total de 2.705
La Administración autonómica prevé rozar este año los cuatro millones de euros en indemnizaciones por daños causados por el lobo en explotaciones ganaderas de Castilla y León. Son datos de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, que abonó en 2022 un total de 1.977.492,19 euros a los ganaderos por este concepto, y en este ejercicio tramita expedientes con los que estima que «el importe de los daños duplicará el de 2022, dado que este año ha entrado en vigor la Orden que regula los baremos para las indemnizaciones, que de media duplican los precios actuales», explica el departamento de la Junta en respuesta a este periódico.
«Además se asumirán los pagos desde el 21 de septiembre de 2021 , fecha en la que entró en vigor la Orden Lespre (Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial), y que dejaba sin cobertura la indemnización de los daños al norte que hasta ese momento se indemnizaban por los titulares cinegéticos», explica la Consejería.
Por otro lado, han aumentado un 29% los ataques de manadas de lobos a explotaciones ganaderas desde la inclusión del lobo en el Lespre, de poco más de 1.300 en el primer semestre de 2021 a los 1.717 registrados en el mismo periodo de este año. La provincia más perjudicada ha sido Ávila, con un total de 684 ataques, casi todos en explotaciones de vacuno. Le siguen Segovia, con 401 (346 en vacuno) y Zamora, con 177 (83 en Vacuno y 90 en ovino).
Respecto a las cabezas muertas a manos del depredador, su número se ha incrementado un 27% desde la entrada en vigor del nuevo Lespre, hasta un total de 2.705, de las que 1.374 cabezas son de vacuno y 1.048 de ovino. La provincia más perjudicada ha sido Ávila, con 811 reses muertas (671 de ellas vacas y terneros) y Segovia, con 736 cabezas (393 de vacuno y 333 de ovino).
Ante estas cifras, cobra especial relevancia el último comunicado de la Comisión Europea respecto a la gestión cinegética del lobo. La presidenta, Úrsula von der Leyen, declaró el pasado martes, 4 de septiembre: «La concentración de lobos en algunas regiones europeas se ha convertido en un peligro real para el ganado y, potencialmente, también para los seres humanos. Insto a las autoridades locales y nacionales a que tomen medidas cuando sea necesario. De hecho, la legislación vigente de la UE ya les permite hacerlo».
Se trata de una nueva línea de actuación radicalmente contraria a la trazada por la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España, Teresa Ribera, ahora en funciones. La Comisión invita a las comunidades locales, a los científicos y a todas las partes interesadas a que presenten, a más tardar el próximo 22 de septiembre, datos actualizados sobre la población de lobos y sus efectos.
«Sobre la base de los datos recogidos, la Comisión decidirá sobre una propuesta para modificar, en su caso, el estatuto de protección del lobo en la UE y actualizar el marco jurídico, a fin de introducir, en caso necesario, una mayor flexibilidad, a la luz de la evolución de esta especie», explica el documento de la UE.
Después de este giro de timón, más favorable a los ganaderos y menos obediente a los intereses de los proteccionistas más extremos, las Organizaciones Profesionales Agrarias (Opas) de Castilla y León instan a las autoridades a que acometan ya ese censo de lobos en todo el territorio.
Censo
Y es que, según la Consejería de Medio Ambiente, la Junta de Castilla y León «se encuentra inmersa en la ejecución del tercer censo regional del lobo (Canis lupus)». Desde 2013 no hay un censo exacto de lobos en la Comunidad , si bien la Consejería denuncia que desde 2014 hasta el año reproductor 2018 sus estudios han permitido «determinar, al menos, 35 nuevas manadas (+19%), 25 al norte y 10 al sur del río Duero, que no fueron tenidas en cuenta por el Gobierno de España a la hora de evaluar el estado de conservación de la especie en el sexenio 2013-18».
Según el último censo, en 2013 había 179 manadas de lobos en la Comunidad (163 exclusivas y 16 compartidas con otros territorios), de las 297 contabilizadas en España. Es decir, Castilla y León acaparaba el 60% del total de manadas de España. Al sumar esas 35 nuevas manadas mencionadas por la Junta el total de la Comunidad alcanzaría las 214.
Diversas fuentes reportan que una manada está formada, en términos generales, entre 6 y 20 miembros . Las 214 de Castilla y León se traducirían, así, en un número de ejemplares de Canis lupus de entre 1.284 y 4.280, si bien son más abundantes los grupos de entre 6 y 12 ejemplares. La media utilizada por la Junta en el censo de 2013 fue de 9 miembros por manada. Así, el número de estos cánidos habría pasado, al menos, de los 1.600 de 2013 a los 1.926 en 2018, un incremento del 20% en solo cinco años. El repunte en el último lustro, de 2018 a 2023, es todavía un misterio. Una progresión aritmética daría más de 2.300 ejemplares, pero se sabe que las progresiones referidas a especies son geométricas.
«Tanto por la propia biología de la especie como por la extensión de la Comunidad Autónoma, los trabajos se están abordando, como es habitual, en dos años reproductores, 2022 y 2023 (cada año reproductor comprende desde la primavera hasta el invierno del año siguiente)», explican fuentes de la Consejería de Medio Ambiente. «Los anteriores censos regionales se realizaron en 2000-2001 y 2012-2013, siendo por tanto los diagnósticos comparables con el actual. Al igual que los resultados del censo 2012-2013 se integraron en el censo de España de ese periodo, el censo en curso 2022-2023 formará parte del censo nacional».
En lo que respecta a el método de censo en el año reproductor 2022 se han instalado cámaras en 739 ubicaciones diferentes de la Comunidad, según la misma fuente. «Se rastrearon 2.468 itinerarios con un esfuerzo acumulado de 18.728 kilómetros a pie . Esfuerzo ingente de agentes medioambientales y celadores de medio ambiente que fue especialmente esforzado en 2022 como consecuencia de las olas de calor e incendios forestales especialmente graves del año pasado». Precisamente por esas condiciones extremas quedaron una serie de cuadrículas por cubrir que se han estado completando este verano con labores de rastreo.
En tanto se ultima el tercer censo del lobo en la Comunidad y en el conjunto del territorio nacional, la Junta de Castilla y León aplica la nueva regulación de los pagos compensatorios por daños del lobo publicada en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) el pasado 14 de abril, con carácter retroactivo al norte del Duero desde septiembre de 2021. En el primer semestre, por provincias, los daños fueron los siguientes: ÁVILA
Es la provincia más damnificada. Registra 684 ataques de lobos a explotaciones ganaderas en el primer semestre del año, con 811 reses muertas. De ellas, 671 fueron vacas y terneros, 20 ovejas y corderos, 14 cabras y cabritos y seis caballos y yeguas. En cuanto a los ataques, la mayoría también las sufrieron explotaciones de vacuno, con 644 sucesos. BURGOS
Es la cuarta provincia con más daños de la Comunidad. Registra 88 ataques en el primer semestre de 2023, con 177 reses muertas. De ellas, 106 son de ovino, 22 de vacuno y 48 de ganado equino. En cuanto a los ataques, la mayoría se produjeron a explotaciones de caballos y yeguas, 46 en total LEÓN
Ha registrado 123 ataques de lobos en el primer semestre del año, con un resultado de 173 reses muertas, la mayoría de ellas, 64, de ganado vacuno. También se han perdido 47 caballos y potros, 13 ovejas y dos cabras. La mayoría de las embestidas se produjeron en granjas de vacuno, con 61 casos, seguidas de las de equino, con 47. PALENCIA
Registra 127 ataques y 146 cabezas perdidas, la mayoría de ellas, 56, de ganado caballar. Le sigue en daños el vacuno, con 49 reses muertas. En cuanto a los sucesos en explotaciones, anota la mayoría en explotaciones de equino, un total de 58. SALAMANCA
Es la segunda provincia menos dañada, pero aun así ha sufrido 75 ataques de lobos, con 95 reses muertas. La mayoría son ovejas y corderos, 56, mientras las otras 39 son vacas y terneros. La mayoría de los ataques se produjeron en granjas de ovino, 39, seguidas de cerca por las de vacuno, con 36 casos. SEGOVIA
Es la segunda provincia más afectada, en una proyección con datos hasta abril que arroja 401 ataques y 736 cabezas perdidas, la mayoría de ellas, 393, vacas y terneros. También se han perdido muchas ovejas y corderos, un total de 333. El resto son cabras (7) y caballos (3). La mayoría de los ataques fue a granjas de vacuno, un total de 346. SORIA
Es la séptima provincia de la tabla por importancia de los daños. Registra 23 ataques de lobos en el primer semestre –la mayoría en granjas de ovino, con 16 sucesos–, y 105 cabezas muertas, la mayoría ovejas y corderos, un total de 83. El resto son ganado caprino, 22. VALLADOLID
Es el territorio menos afectado entre los nueve de la Comunidad Autónoma. Ha registrado 19 ataques a explotaciones ganaderas en el primer semestre, con 36 animales muertos. Todos ellos han sido vacas y terneros. La totalidad de los ataques se produjeron en granjas de vacuno ZAMORA
Es la tercera provincia en importancia de los destrozos causados por manadas de lobos en explotaciones ganaderas. Registró 177 ataques en el primer semestre, la mayoría de ellos en granjas de ovino (90) seguidos por las de vacuno (83). El resultado fue un total de 426 cabezas perdidas. La mayoría de ellas son ovejas y corderos, 319 ejemplares, seguidos de vacas y terneros, un centenar. El resto son cabras (4) y caballos (3).