Diario de Castilla y León

Siro, los nubarrones que no cesan

Los trabajadores de la empresa acumulan un periodo de incertidumbre y sobresaltos tras el susto de hace dos años

Instalaciones de una de las plantas con las que cuenta Siro en Castilla y León.  E.M.

ECONOMIA

CEREALTO SIRO

Instalaciones de una de las plantas con las que cuenta Siro en Castilla y León. E.M. ECONOMIA CEREALTO SIRO

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Javier Álamo
Valladolid

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La incertidumbre y los sobresaltos siguen presentes en los trabajadores de Siro . Acumulan un periodo en el que las preocupaciones no terminan de desaparecer. Muchos empleados entraron en la empresa hace más de tres décadas y están cercanos a la jubilación. El final de su actividad laboral en la compañía no parece placentero. El mayor problema se localiza ahora en la provincia de Palencia , donde Siro ha sido una referencia durante muchos años. Pero los dueños de la empresa no encuentran inversor para la planta de Venta de Baños . El gigante de las galletas está en crisis. El problema puede trasladarse a otras plantas. Siro, los nubarrones que no cesan.

Los números no cuadran y la angustia se apodera de los trabajadores, máxime cuando no reciben información de la empresa y se enteran por los medios de comunicación de la grave situación económica. Atrás quedaron los años dorados de Siro cuando Juan Manuel González Serna adquirió la galletera de Venta de Baños a los propietarios de BSN-Danone. A partir de ahí llegó el salto de calidad. González Serna compró empresas de Castilla y León y al negocio de las galletas incorporó otros de alimentación. El negocio iba sobre ruedas y a las plantas de alimentación de Venta de Baños, Aguilar de Campo , también en la provincia de Palencia, y Toro (Zamora) añadió un Centro Especial para dar trabajo a personas con discapacidad y otro de Empleo para impulsar  I+D+i.

Una deuda superior a los 300 millones de euros puso sobreaviso a los empleados, aunque quienes más lo han sufrido, y lo siguen sufriendo, son los trabajadores de la planta palentina de Venta de Baños, que pueden pagar las consecuencias de la crisis, mientras asisten al hundimiento del gigante de las galletas. 

Es cuestión de tiempo. Los representantes de los trabajadores lamentan la falta de transparencia de los dueños, mientras afirman que el Gobierno y la Junta de Castilla y León dan la impresión de ir por caminos diferentes. Los malos augurios de 2022 se acentúan ahora cuando está punto de cumplirse un año de la reunión celebrada en el Ministerio de Industria. De allí salieron un Plan de Viabilidad y una Comisión de Seguimiento. El primero ha sido incumplido por la empresa de forma unilateral tras un acuerdo por dos años para encontrar un comprador, mientras que las tres reuniones celebradas desde entonces han acentuado el malestar de los trabajadores, cansados de tantos compromisos por parte de las administraciones y cada vez más molestos por la falta de transparencia de los propietarios. 

Un elevado número de los empleados de la fábrica de Venta de Baños se acerca a la edad de jubilación. Se incorporaron a la empresa cuando eran muy jóvenes y ahora ven con tristeza que la compañía, ahogada por una deuda millonaria, no encuentra ningún comprador y es muy probable que ellos no lleguen a la jubilación deseada. De hecho, la empresa ya baraja desde 2021 un plan para los dos centenares de trabajadores de la planta palentina con recolocaciones en otras fábricas o indemnizaciones.

De nada sirvió que la propiedad pasase a manos de dos fondos, uno turco, Afendis Capital Management , y otro norteamericano, Davidson Kempner , que se convirtieron en accionistas mayoritarios. Parecía una solución para frenar la crisis. Siro pagó las consecuencias de la pandemia y los incrementos de las materias primas. La compañía había fabricado varios años productos para Mercadona, pero esta empresa había encontrado más proveedores.

El día que la fábrica de Venta de Baños eche el cerrojo, los 200 empleados tendrán futuros diferentes. Quienes acepten la recolocación se incorporarán a las fábricas de Toro (Zamora) o Aguilar de Campoo (Palencia) y los que no sean partidarios de un traslado pondrán el punto final a su actividad laboral. El cambio de residencia también resultará traumático ya que acarreará importantes pérdidas económicas. Los empleados que acepten el traslado a las fábricas de Toro y Aguilar de Campoo cobrarán un salario menor y, además, tendrán que afrontar el pago de un alquiler.  

Siro cumple 32 años en Castilla y León . El empresario Juan Manuel González Serna adquirió la fábrica a BSN-Danone en 1991. Eran buenos años y Siro tenía garantizada la cartera de compradores. Años de bonanza y felicidad. Siro estaba presente en los hogares españoles y de otros muchos países. Buen producto, buena distribución y fieles clientes que saboreaban las ricas galletas, el producto estrella. Siro adquirió empresas de alimentación de Castilla y León y creció sin parar.

El gigante de las galletas apostó también por la pasta. En Venta de Baños cuenta con más empresas. Eran los buenos momentos que le convertían en una empresa de referencia. La provincia de Palencia destacó por sus fábricas galleteras, en lo más alto del ranking  por Siro y  otras dos fábricas de un extraordinario potencial como Fontaneda y Gullón , ambas en Aguilar de Campo. Fontaneda cambió de dueños y abandonó la villa aguilarense y Gullón ha seguido creciendo sin parar gracias al extraordinario trabajo de fabricación y distribución. Son las paradojas de la vida. Gullón, desde Aguilar, crece y mejora su facturación y Siro, en Venta de Baños, anuncia el cierre. Son las consecuencias de los nubarrones que no cesan.

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