Igea apuesta por medidas fiscales y lograr la cadena de valor para que el sector primario salga adelante
El candidato de Cs a la Presidencia de la Junta reitera que es la fórmula para comunidades como Castilla y León, con “un serio problema de despoblación, de vaciamiento”
El candidato de Cs a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, apostó este domingo por medidas fiscales que faciliten la comercialización y la vida de las cooperativas, así como incentivos en el mundo rural, para que el sector primario, con “problemas de supervivencia tan intensos, pueda salir adelante”. “Eso es lo que necesita, y no cuestionar la calidad y profesionalidad de nuestros agricultores”, en alusión al ministro de Consumo, Alberto Garzón.
Igea, que viajó este domingo a Madrid para apoyar la Manifestación frente a los Ataques al Mundo Rural, convocada por unos 200 colectivos, incidió en la idea de que hay que lograr que los pueblos y las cooperativas puedan apropiarse de toda la cadena de valor. “Hay un problema esencial, que es que los precios no son justos y los márgenes son muy estrechos. Cuando hay márgenes tan estrechos hay que intentar legislar para que se favorezca que toda la cadena de valor quede dentro del mundo rural”.
En este sentido, recordó que esta fue su voluntad y que quedó plasmada en el proyecto de Presupuestos Generales de la Comunidad para 2022, que no han visto la luz por el adelanto electoral, donde se recogía la bajada del Impuesto de Sucesiones y Donaciones en las explotaciones agrícolas par que se pudieran rejuvenecer y emprender con tiempo, y no esperar al fallecimiento.
Hay que “apoyar a un sector que es esencial, que mantiene la actividad, la vida en el mundo rural y mantiene a la población” en comunidades como Castilla y León que “tiene un serio problema de despoblación, de vaciamiento”
“Si queremos que haya vida en nuestros pueblos, lo que tenemos que conseguir es que nuestro sector primario se quede con toda la cadena de valor; tenemos que conseguir ayudar al sector para que pueda desde la distribución y todo el ciclo productivo quedarse el valor”, dijo, para precisar que Cs se presenta a las Elecciones Autonómicas del 13 de febrero con cabezas de lista de los que la mayoría viven en los pueblos. “Con candidatos que son ganaderos, que conocen bien el sector, y lo que necesitan es facilitarles la vida, precios justos y evitar que las grandes distribuidoras condicionen precios que son inasumibles”.
Macrogranjas
Por otro lado, por lo que respecta a la polémica sobre las declaraciones de Garzón a cerca de las macrogranjas en el medio The Guardian, Igea le advirtió que de “un ministro no puede hacer de comentarista”, sino que “tiene que legislar y regular si cree que hay un problema”. Un problema que, a juicio del candidato de la formación naranja, “no existe ahora mismo” en la Comunidad de Castilla y León.
“Son explotaciones honestas, reguladas, con declaración de impacto ambiental y por una normativa estatal. No se puede hacer lo que se ha hecho. Todos tenemos que avanzar hacia el pacto verde, hacia la sostenibilidad y trabajar y ayudar a los sectores”, pero lo que no se pueden hacer son “declaraciones irresponsables, que ponen en riesgo el futuro y el modo de ganarse la vida de aquellos que viven en los pueblos”. “No podríamos haber pasado esta crisis si ellos no hubieran estado trabajando en el campo día tras día, mientras los demás estábamos en casa. El ministro tiene que dimitir, porque no puede ir a un medio extranjero a cuestionar a un sector de su país”, sentenció.
El clientelismo del PP
Por último, lamentó, como ya hiciera ayer en un acto en Valladolid, que en dos semanas, el PP haya vuelto a su “clientelismo” de los últimos 30 años. Dijo que su formación logró “desterrarlo” en dos años y medio, con una gestión transparente, y el PP ha vuelto con “los contratos a los amigos” y a las “adjudicaciones directas” en el tiempo en que no están en el Gobierno. “Esa manera de hacer política tan propia de un partido que lleva 30 años pensando que la Comunidad es suya y que puede disponer de los medidos públicos a su antojo. Eso es el clientelismo”, y que las empresas piensen que tienen que “dorarle la peana a este señor para que las cosas le vayan bien”, concluyó.