Dos treintañeros crean un refresco en el medio rural
La marca de los empresarios es la primera productora y distribuidora de kombucha en Valladolid y la segunda en toda la Comunidad
Cuando uno piensa en sentarse en una terraza y tomarse un refresco que le ayude a sofocar las altas temperaturas, las alternativas que le vienen a la mente se reducen prácticamente a tres: naranja, limón y cola. Y si mencionamos el consumo en los hogares, este último sabor concentra más del 50% de las ventas. ¿Acaso no existen más opciones para probar refrescos y sabores nuevos?
La kombucha se ha convertido en tendencia desde hace más de una década y el consumo de esta bebida está aumentando considerablemente. Una tendencia que han sabido aprovechar Lucía Miguel y Carlos Cebrián, una pareja de emprendedores que han decidido montar una empresa productora y distribuidora de kombucha en medio del entorno rural en la provincia de Valladolid.
Además, su marca se convierte en la primera productora de la bebida en la provincia y la segunda en toda Castilla y León.
La idea que tuvieron estos vallisoletanos nació, como otras tantas, durante el confinamiento. “Esos meses dieron para mucho. Es algo que siempre habíamos querido hacer”, afirma Lucía. Y una vez sembrada la idea en su mente, fermentó como lo hace el té de su producto hasta transformarse en un proyecto real que han llamado Kampanera «nos gustó mucho a los dos por lo castizo del nombre», señala Carlos.
La bebida ya se está distribuyendo por varios locales de la provincia en los tres sabores disponibles hasta el momento: Mango-maracuyá, frambuesa e hibisco y cítricos con albahaca. «Todos se están vendiendo muy bien», afirman.
El refresco se puede conseguir «de momento» y a espera de continuar creciendo, en la ecotienda Raíces situada en Parquesol; en la Abacería Verde en Divina Pastora; y en el centro de la ciudad, en la calle Platerías en el local La Tetera, junto a la iglesia de la Vera Cruz.
Además, desde hace pocas semanas han abierto una página web para poder llegar a un público más amplio.
VUELTA AL PUEBLO
Pero el objetivo de ambos va más allá. En medio del entorno rural y en el corazón de la región vitivinícola de Mucientes, donde reina la Denominación de Origen Cigales, estos treintañeros abrirán su propia fábrica. Allí, además, pretenden una pequeña kombuchería. «Estamos acondicionándolo. Nos gustaría poder abrirlo al público porque creemos que es un producto nuevo y muy interesante».
Nuevo y alternativo. Al menos a lo que a la Comunidad se refiere. La kombucha es una bebida milenaria que nació en China y fue para los emperadores ‘el elixir de la vida’. Su consideración como tal llega a nuestros días por sus propiedades probióticas. Se compone de té verde y/o negro que se fermenta con una simbiosis de levaduras y bacterias. «Como la cerveza pero con té», señalan. El resultado es un refresco de producción artesanal, sano, natural, sin alcohol y con azúcares muy bajos.
Una vez su fábrica esté remodelada, los dos se trasladarán a Mucientes, «volvemos al pueblo», señalan. Una decisión valiente teniendo en cuenta la trayectoria profesional de la pareja: Lucía trabajaba en una importante empresa agroalimentaria y Carlos se licenció en Publicidad y Relaciones Públicas para más tarde dar un giro y dedicarse a la cocina. Ahora ambos han dado un golpe de timón a sus vidas y han cumplido un sueño emprendiendo de manera conjunta.
Y no es fácil embarcarse en un negocio en los tiempos que corren, por lo que un paso fundamental es estar bien asesorado. Después de varios meses estudiando la viabilidad del negocio, recurrieron a la ayuda de José, un voluntario de la asociación Secot que les guió durante sus primeros pasos como empresa. «Quién mejor que alguien experimentado para que te asesore de la mejor forma. A los emprendedores nos hace falta esto», señala Lucía.
Gracias a su iniciativa, Lucía y Carlos han logrado acercar a la provincia una bebida convertida en tendencia; han conseguido reinventar el refresco de siempre y ofrecer una alternativa con sabores nuevos pero con marca Valladolid.